7-ANEXO
ES IMPORTANTE LEERSE LOS 7 APARTADOS POR ORDEN NUMÉRICO
7-anexo
En vista del suceso ocurrido en los juzgados de Cartagena (Murcia), y en previsión de futuros acontecimientos, me veo obligado a ampliar este blog con un anexo, dando unas explicaciones, por un lado con carácter particular, de mi encontronazo con Teresa Hermida en los pasillos del juzgado; y por otro lado y con carácter general, sobre la creación de este blog y mi motivación personal para publicarlo. Todo ello lo hago porque puedo expresarlo con mayor libertad y detalle, y menos limitaciones que en el previsible juicio que sufriré contra Clara y T. Hermida. Supongo, espero que el contenido de este anexo sea utilizado en mi defensa para el juicio. Lo hago saber porque el grupo de la manada no declaró ante la policía municipal en su detención, y lo hizo tardíamente ante el juez instructor Esteban Iglesias ( en la entrada 6 del blog, la manada y Dreyfus lo detallo), un error fatal que fue implícitamente interpretado por el público como una evidencia de su culpabilidad.
Imagen 1Bueno, respecto al suceso del juzgado digo lo siguiente. Me enteré días antes de la celebración del juicio en los juzgados de Cartagena al periodista Josele Sánchez, por una noticia en el diario Cuarta Edición. Josele Sánchez sería enjuiciado el día 25Nov por la publicación de información sensible relacionada con el Caso de la manada.
Tomé la decisión de coger un vuelo el día 23 (vivo en la isla de Fuerteventura) y poder acceder al juicio dos días después, en Cartagena. No estaba especialmente interesado en el juicio, porque sabía que el fallo contra Josele Sánchez sería realizado en base a la sentencia firme (supuestamente inamovible) del Tribunal Supremo del Caso de la manada. O sea, para mí, la condena estaba decantada ya antes de haberse realizado el juicio. De hecho, un dato que me lo corroboraba es que el juicio se celebro, simbólicamente, el 25N, día internacional contra la violencia de género.
Estaba más interesado en conocer en persona a Josele Sánchez, un periodista que tiene pendiente varias causas judiciales, además de esta causa contra Clara. Es un periodista al que respeto y admiro por su valentía profesional. Al asistir al juicio, pensaba, tal vez él pudiera sentirse reconfortado con una persona como yo (lo digo por estar a favor de su causa) que había decidido viajar tantos kilómetros para darle ánimos con la presencia de alguien que creía en él y el valor de su publicación honesta, por más hiriente que pudiera parecer.
Con respecto al juicio de Josele Sánchez pensé que tendría un mayor relevancia mediática. Creí, equivocadamente, que tuviera un seguimiento por los medios de comunicación, con periodistas y cámaras, y algún tipo de manifestación.
Imagen 2Imagen 3Imagen 4Pero para mi sorpresa y decepción, no hubo tal cosa. No había nadie. Solamente personas ajenas relacionadas con las causas judiciales de aquel día 25. Nadie interesado en el caso.
Unos días antes de coger el vuelo para el juicio, decidí imprimir y plastificar las dos imágenes de la página 176 del informe pericial de los videos del cubículo, pertenecientes al quinto video. Considero que son dos imágenes claves para evidenciar la denuncia falsa de Clara.
Imagen 5Imagen 6
Como ya he relatado anteriormente en el blog, en estas dos imágenes se aprecia como el teléfono móvil se encuentra grabando justo encima de la cara de Clara, con el flash encendido (aprovecho para hacer constar que los dos policías forales encargados de realizar el informe, omiten intencionadamente aludir al flash de los videos) Es obvio por estas dos imágenes que Clara fue consciente de la grabación de los videos. Lo mismo ocurrió cuando Guerrero robó el móvil de Clara, pues todos fueron conscientes de esa acción, a pesar de que, salvo Guerrero, no lo admitieron en el juicio oral. Tan evidente de que Clara fue consciente de la grabación como que la Tierra es redonda:
Clara admitió el 7 de julio ante la instructora de la denuncia, la agente 405 de la policía municipal, que la habían grabado.
Imagen 8El motivo real de su denuncia, pues, fue impedir la difusión de los videos por parte de los acusados. Pero esto ya lo he relatado con profundidad en el blog.
Como ya he dicho más arriba, pensé que aquel día 25 el juicio iba a tener la presencia de los medios de comunicación. Mi verdadera intención era presentar las dos imágenes a las televisiones y periodistas que hicieran el seguimiento del juicio. Había decidido plantar las dos impresiones delante de los objetivos y cámaras, y relatar a los reporteros su significado. Esperaba la oportunidad de que pudieran emitir en directo, porque lo consideraba un método efectivo para la difusión de la verdad del caso, ya que las imágenes podrían ser visualizadas por los espectadores desde sus televisiones e internet. Pero también era consciente de que automáticamente cortarían la emisión, dada mi actuación tan agresiva y por qué no decirlo, desesperada, por lo que mi acción serviría de muy poco. Se presentaría una imagen de mi como un friki, una especie de hooligan o un troll agresivo. Más adelante desarrollaré esta idea.
Cuando comprendí que mi exposición ante los medios no se iba a cumplir (todo esto antes de ingresar en el palacio de justicia para presenciar el juicio) sentí cierto alivio porque pensé que me libraba de un posible enfrentamiento físico con alguien que entendiera que debía hacerme frente.
Yo estaba conversando con un periodista del diario Cuarta Edición en la entrada del Palacio, y decidimos acceder a la vez, para seguir conversando. Un agente de la Guardia Civil estaba en la puerta, y le indicamos que queríamos acceder al juicio como oyentes en el público. El agente nos respondió que debíamos pedir permiso llamando al teléfono del juzgado que llevaba el caso. El juzgado accedió a nuestra demanda y el agente nos concedió el paso. Ya dentro del edificio otro agente de la Guardia Civil nos hizo pasar por un escáner para detectar algún tipo de arma. Que quede perfectamente claro que si yo hubiera tenido la pretensión de entrar en el edificio con algún arma, habría sido detectado inmediatamente y se me hubiera imposibilitado el acceso, con la consiguiente detención. El protocolo obliga a pasar por el escáner, no hay otra manera de acceder al edificio. Además, el agente de la entrada llevaba pistola. Lo pude observar durante las más de tres horas que estuve a la entrada del Palacio de justicia, porque finalmente tras la discusión con Teresa Hermida en el interior del edificio, tuve que abandonarlo, y esperar fuera la salida de J. Sánchez, ya que deseaba hablar con él.
El periodista de Cuarta Edición y yo subimos en ascensor y llegamos a la sala de espera de la sala donde se iba a celebrar el juicio. En esta sala ya estaban esperando a entrar Teresa Hermida, Josele Sánchez y su abogado, y otra persona la cual no conocía. No sé si había otra persona más, no lo recuerdo bien. Entendí y razoné posteriormente que en aquel momento éramos 6 o 7 personas en la sala de espera. Lo que estoy indicando con ello es que había testigos del suceso.
Teresa Hermida estaba sentada en un banco, apoyada contra una columna, y dando la espalda a Josele Sánchez y su abogado, los cuales se encontraban a una distancia de varios metros. No querían tener contacto visual entre ellos.
En aquellos momentos sentí una oportunidad única para mostrarle las fotos a Teresa Hermida. No había hecho todo ese viaje para regresar con las manos vacías. Tal vez no tuviera la oportunidad de volverme a cruzar con TH. Es cierto que las fotos las podría haber enseñado durante el juicio, pero si lo hacía me exponía a que el juez mandara detenerme. Personalmente prefería exponerme ante el juez en la sala, porque ello hubiera sido interpretado como una acción más impersonal, más como un acto reivindicativo, que como un ataque personal hacia otra persona, en este caso TH. Que quede perfectamente claro que mi acción contra TH nunca fue planeada; surgió inesperadamente.
No fue una acción contra la persona de TH, fue una acción contra el abogado de Clara García Luna, porque esa misma acción la podría haber realizado contra sus 2 abogados anteriores, Carlos Bacaicoa o Miguel Ángel Morán.
Yo no planeé, antes de realizar mi viaje, enseñarle las fotos a TH y discutir en los pasillos. Simplemente surgió ese hecho, esa situación; podría perfectamente no haber sucedido. Que se haya interpretado como un acoso intencionado dentro del edificio, tampoco tiene mucho sentido, porque podría haberlo hecho en el exterior, antes o después de que ella hubiera accedido o abandonado los juzgados. De hecho, si mi intención era acosarla ¿Por qué nunca he realizado una llamada a su teléfono profesional? ¿por qué no viajé directamente a Illescas, que es donde tiene su despacho?
Imagen 9Imagen 10¿Por qué no lo había hecho anteriormente al día 25N? o ¿Por qué esperé a meterme en el interior de los juzgados con la Guardia Civil en el edificio, para ponerme a discutir con TH, si pude hacerlo fuera?Pero discutir de nuevo fuera del edificio, en la entrada, delante de un Guardia Civil armado (le aseguré a este agente que no habría más problemas), y con las cámaras de seguridad, tampoco tenía sentido. Lo hubiera hecho a una distancia prudencial del edificio. Yo solo estaba esperando a Josele Sánchez.
En cuanto al hecho en si, recuerdo que fue todo muy rápido. Saqué las fotografías de mi mochila, y a una distancia prudencial de dos o tres metros se las enseñé a TH. No blandí las fotografias como dicen los medios de comunicación, sencillamente las orienté para que pudiera verlas. No me acuerdo las palabras exactas que pronuncié, pero sé que le dije que las dos fotografías mostraban la evidencia de que era una denuncia falsa, y que Clara fue consciente de que la grabaron. No hubo ni un solo insulto a Clara ni a TH, ni una sola amenaza, y no me encaré hacia esta última. Ver las fotos le pareció desagradable, pero me dio la sensación de que exageró.
Acto seguido sacó su teléfono móvil y comenzó a grabarme, y me convidó a que hablara. Yo verdaderamente estaba nervioso y exaltado, y aunque no se pueda creer, violentado por la situación de hacerlo dentro del juzgado. Para nada me sentía cómodo. No me acuerdo lo que dije a cámara, pero sí sé que le di mi nombre, el número de mi DNI, y la dirección de mi domicilio. TH pensó que lo hice en actitud chulesca y retadora. Pero hay dos motivos por los que le dije mis datos: primero porque así se agilizaba los trámites de mi localización, y el posterior proceso, y segundo y más importante, porque conseguía eludir cualquier aviso a la casa de mi madre si intentaban localizarme, además de retrasar en la medida de lo posible la mala noticia que supondría para ella saber que su hijo era procesado en un asunto tan grave. Lo peor de todo con respecto a mi madre es que ella considera culpables al grupo de la manada. Imagínese el lector lo que eso representa para mí.
La grabación fue corta. Me hubiera gustado hacer alusión al blog de “la manada y Dreyfus, yo acuso”, pero TH ya había dejado de grabarme. Justo acabada la grabación le dije que el caso de la manada había sido un caso Dreyfus y que todo era inadmisible. Recuerdo que ella me confirmó en un comentario un dato que sospechaba: que ya había sido denunciado, aunque no me dijo el motivo (más tarde, a través de la noticia de la Sexta, me enteré). Josele Sánchez se acercó para calmarme, y me reconvino en que mi acción no era conveniente dentro del juzgado y que le estaba perjudicando. Vuelvo a repetir que hay testigos de lo ocurrido. Y además hay cámaras, en el interior y exterior del edificio, que tal vez puedan corroborar lo que afirmo en este anexo.
No sé quien dio el aviso a la Guardia Civil, creo que Teresa Hermida. Lo cierto es que en muy poco tiempo se presentó el agente encargado de hacer los registros con el escáner de la entrada del edificio. No se presentó de buen talante, pero tampoco lo hizo iracundo. El agente vio que yo no opuse resistencia cuando me instó a que abandonara el edificio. Yo era plenamente consciente que un tipo de acción como la mía no era apropiada dentro del juzgado. Ya no quería agravar la situación. Observé que el enfado del agente se moderó al verme participativo. Salí del edificio, no recuerdo si bajando por las escaleras. Aunque no se pueda creer, estaba nervioso. Tal vez ese sea el motivo por el que no recuerdo bien algunos momentos del suceso.
Una vez fuera, y bajo una amonestación del agente de la entrada, cuando me instó a que por favor no complicara más el problema, me senté en una bancada de piedra, a la entrada del edificio. Al poco tiempo de sentarme salió del Palacio el periodista de Cuarta Edición con el que había estado conversando anteriormente, y me contó que finalmente le habían denegado la entrada al juicio; supuse que por mi discusión con TH. Hablamos un rato, nos despedimos y se marchó.
Estuve esperando la finalización del juicio de Josele Sánchez durante varias horas, pero no sé el tiempo exacto. Me mantuve en todo momento sentado, de espaldas a la entrada, con la cabeza siempre girada al lado opuesto de la puerta, por si en cualquier momento salía TH, comprendiera que estaba evitándola. Mi intención era esperar a Sánchez para hablar con él. Ya no quería ni necesitaba tratar con TH; la había presionado para tantearla y darme a conocer.
En la espera, entablé conversación con una chica. Era una mujer con aspecto descuidado. Me contó que tenía la enfermedad del sueño y que sufría depresiones. Daba la sensación de que viviera en la calle. Me dijo que estaba esperando a un amigo que se encontraba en el juzgado, pero había llegado tarde al juicio de este y no sabía si se había marchado ya de los juzgados. Yo le presté mi teléfono para que llamara al juzgado que llevaba el caso de su amigo y finalmente le confirmaron que ya no estaba. Ella se enfadó porque pensó que estuvo perdiendo el tiempo en una espera inútil. Me acuerdo que en un momento dado me dijo que yo le parecía estar nervioso. Y acertó, después de lo ocurrido dentro del Palacio.
Me sorprendió que esa chica me contara que había estado estudiando la carrera de psicología hasta el tercer curso, pero que abandonó porque se aburría. Me dijo que quería retomarla de nuevo y acabarla. Pude observar una libreta suya, una lista de teléfonos con nombres, y me sorprendió lo desarrollada que tenía su escritura, por lo que este hecho me confirmó que era cierto lo de sus estudios, y su enfermedad. Me dijo que tenía letra de médico y yo le respondí que a pesar de ello la caligrafía era bonita. Nos despedimos y se marchó. Supuse que nunca más volvería a verla, así que mentalmente le deseé lo mejor. Mi encuentro con ella representó para mí lo mejor del viaje a Cartagena, en contraste con el desencuentro de TH.
Después de varias horas sentado, observé la parte posterior de una mujer caminando; llevaba botas con tacones, y pelo largo y suelto; se trastabilló ligeramente. Pensé que era TH marchándose de los juzgados, aunque no estaba completamente seguro de que fuera ella y por ello permanecí sentado a la espera de Josele Sánchez. En un momento dado percibí la figura de este, de perfil; cogí mi mochila e hice el amago de dirigirme hacia él, que estaba entre un grupo de gente, sin compactar, alejándose del Palacio. Ignoro si en esos instantes estaban conversando. Pero de repente escuché una voz tajante, dirigida hacia mi, con la advertencia de que no me acercara hacia ella: era TH. Yo no había percibido su presencia cuando traté de acercarme a Josele. Todo fue muy rápido. Y es que no me hubiera imaginado que TH y JS estuvieran abandonando el edificio en el mismo instante. Me imaginaba que cualquiera de ambos se habrían evitado. El único trato cercano ineludible dadas las circunstancias, pensaba yo, sería dentro del juzgado. Desde los juzgados, el Guardia Civil de la entrada me advirtió que no me acercara a TH, y por ello, para no contrariarle me senté de nuevo en la bancada. Repito que en ningún momento fui consciente de la salida de TH, y que solo deseaba hablar con JS. Esperé unos diez minutos sentado, y ya después abandoné el juzgado, advirtiéndoselo al agente.
Que nadie piense que quería seguir discutiendo con TH, después de lo ocurrido con ella dentro del juzgado. Aunque sí es cierto que me quedé con las ganas de mencionarle el blog. De hecho dos días después, el domingo 27, a las 19:43 le envié un nuevo mensaje con el enlace del blog. El mensaje llevaba adjunta una imagen con las dos fotogramas que le enseñé en el juzgado:
Imagen 11La primera persona a la que envié el enlace del blog, cuando lo publiqué en Internet justo después de crearlo, fue a ella el 12 de junio:
Imagen 12El 13 de junio comprendí que tenía que adjuntarle mi dirección, principalmente, como he dicho más arriba, para evitar que el aviso de la denuncia llegara a la casa de mi madre:
Imagen 13El 18 de julio le reenvié el mensaje, esta vez con un pantallazo del blog como imagen adjunta, donde aparecían las dos fotografías que mas tarde, el 25N le mostraría en persona en los juzgados:
Imagen 14Verdaderamente no sabía si mi mensaje iba a llegar a manos de TH. No sabía si le iba a llegar a su bandeja como un correo spam o no deseado, por lo que directamente no lo abriría. Es posible que TH tuviera una secretaria que le comunicara los mensajes importantes, y mi mensaje decidiera desecharlo. Por otro lado yo tenia que crear un gancho para que la persona que recibiera el mensaje, en este caso TH o su secretaria, o cualquier otra persona a la que le enviara un correo con el enlace del blog, sintiera el impulso de abrirlo, lo que técnicamente se llama clickbait. Pero nunca había tenido la certeza de que TH hubiera recibido mi mensaje y hubiera accedido al contenido del blog. Era una incertidumbre. Este era el motivo real de que decidiera presionar a TH en el juzgado: necesitaba tantearla. Pero repito, no fue algo que tuviera planificado realizar en ningún momento, solamente me surgió la oportunidad de hacerlo dentro del juzgado.
También envié el enlace del blog a la madre de Clara. Ignoro el motivo, pero hasta la fecha (13-12-2022) todavía no me había bloqueado:
Imagen 15Imagen 16Al padre de Clara el 30 de junio y fechas posteriores:
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Y a la misma Clara. A ella solo le envié dos correos, porque sabía que si enviaba más, sería interpretado como acoso:
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El padre me bloqueó en Facebook (como no podía ser de otro modo) y eliminó los enlaces del blog que publiqué en su muro. Cuando lo hizo, entendí que ya era consciente de mis intenciones. Comenzó una cuenta atrás para saber si finalmente se decidía a denunciarme, hecho que involuntariamente me confirmó TH en los juzgados de Cartagena, cuando me afirmó que ya estaba denunciado.
Obsérvese en los mensajes a Clara y sus padres, que no hay una sola mala palabra, amenaza o insulto. Tampoco la hubo en mi discusión con TH en los juzgados, a pesar de que difundió lo contrario a través de La Sexta.
Después del primer mensaje a TH, comencé a mandar constantemente correos electrónicos, así como mensajes y publicaciones en muros de cuentas de Facebook con el enlace del blog. Al principio lo hice muy tímidamente. Me interesaba que se divulgara su contenido. Estos dos medios eran muy limitados para la difusión, pero eran la única herramienta de la que disponía. El blog no tenía visitas si no lo anunciaba constantemente en los mensajes y correos. Hice envíos a personajes públicos o anónimos, a colectivos, asociaciones, instituciones, periódicos y televisiones, bufetes de abogados, etc
Por ejemplo, lo envié a todo el TSJN de Pamplona, con mi dirección incluida, el 1 de julio:
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A la Policía Nacional:
Imagen 23Imagen 24A la Policía Foral de Navarra:
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La policía municipal de Pamplona:
Imagen 27La Fiscalía Nacional de violencia contra la mujer, también con mi dirección:
Imagen 28Recibí su correspondiente acuse de recibo:
Imagen 29A la Fiscalía de Navarra:
Imagen 30A Rebeca Álvarez López, la terapeuta de Clara, que dicho sea de paso, no declaró en ningún juicio en el que Clara fuera denunciante:
Imagen 31A la Audiencia de Navarra, sala segunda, cuyo presidente es el juez Cobo Sáenz:
Imagen 32Al ayuntamiento de Pamplona:
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A Ana Fernández Garayalde, la trabajadora social que alojó a Clara en el piso de acogida en Pamplona, justo después de la denuncia:
Imagen 35Al periodista y contertulio Antonio Maestre:
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A Joseba Asiron, alcalde de Pamplona durante el proceso del Caso de la manada. También me bloqueó:
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A la asociación Lunes Lilas de Pamplona:
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A la asociación Clara Campoamor. Fui bloqueado por ellos, lo cual significó una buena noticia para mí, porque accedieron al contenido del blog. Esta asociación es muy influyente, de hecho, se presentó como acusación popular en el Caso de Pozoblanco:
Imagen 42Estaba verdaderamente interesado en que la información del blog llegara a estas dos asociaciones. Han tenido un peso mediático muy importante para la consecución de la condena de la manada. Además, su influencia dentro del gobierno de Navarra es poderoso; necesitaba utilizarlas para la difusión del blog dentro de los círculos de poder en Pamplona. Lo mismo ocurría con Tere Sáez Barrao, que desde 2017 a 2019 fue parlamentaria de Podemos-Ahal Dugu en el Parlamento de Navarra, y fundadora de la asociación Lunes Lilas:
Imagen 43A la fiscal de delitos informáticos Escarlata Gutiérrez Mayo. También me bloqueó. Otra evidencia de que el blog resultaba incómodo. Esta fiscal podría dar el aviso para que se investigara, algo muy importante para mis intereses. El ámbito profesional en el que se desenvuelve esta fiscal es propicio para que se conociera la existencia del blog en las altas esferas del Estado:
Imagen 45Al Doctor en astrología y feminismo Miguel Lorente:
Imagen 46A la periodista Ana Pardo de Vera. Sobre todo me interesaba a personajes influyentes, que pudieran dar la voz de alarma sobre la existencia del blog y así producir su difusión:
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Al diario ABC:
Imagen 49A la actriz Jesicca Chastain, que a pesar de la distancia se había hecho eco con anterioridad del Caso de la manada. Lo curioso es que mi publicación aparentemente le interesó, pero finalmente lo borro:
Imagen 50A la periodista Isabel Valdés, de El país:
Imagen 51A Ángeles Carmona, presidenta del observatorio contra la violencia de género, otro personaje influyente. Por eso le adjunté mi dirección:
Imagen 52Al ministerio de igualdad:
Imagen 53Imagen 54
A los diputados del congreso:
Imagen 55Al Partido Popular:
Imagen 56A Gabriel Rufián:
Imagen 57A Santiago Abascal:
Imagen 58Al Tribunal Supremo:
Imagen 59A la fiscalía de Madrid:
Imagen 60A Gonzalo Ruiz Eraso, jefe de comunicación del TSJN. Desde su puesto, hizo una gran contribución para la condena de la manada:
Imagen 61A Carlos García Adanero:
Imagen 62A Rafa Nadal:
Imagen 63A Shakira:
Imagen 64Solo he mostrado unos pocos ejemplos, pero he enviado correos y mensajes, con el enlace del blog, a cientos de usuarios.
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Lo que me gustaría que entendiera el lector es que ya no consiste en una cuestión de acoso burdo y estúpido contra Clara, sus padres, o su Abogada TH. Les podría haber presionado en su domicilio, su trabajo, o telefónicamente. Pero comprendía donde estaba el límite. Mi intención iba más allá de un acoso, era diferente.
Por como se fue desarrollando el proceso del Caso de la manada, con la sentencia y las apelaciones en el TSJN y TS con fallo condenatorio, comprendí al igual que mucha gente, que la condena había sido impuesta de manera ejemplarizante, en realidad para evitar un efecto llamada, y que los recursos en instancias superiores iban a ser completamente estériles. Los tribunales habían mostrado una eficiencia y contundencia penal contra la manada digna de encomio, no solo con el caso de Pamplona; también con los procesos del caso de Pozoblanco, del robo de las gafas en la óptica de San Sebastián, del robo del teléfono móvil de Clara en el cubículo, y de las grabaciones (supuestamente sin consentimiento) del cubículo. Cualquier recurso del Caso de la manada era una vía muerta que no llevaba a ningún lado.
Pensé que la defensa de la manada se podría atacar de otra manera. Clara cometió delito al mentir, en su declaración del juicio oral. Y eso estaba penado. Yo quería denunciarlo y lo consulté informalmente con un par de abogados, pero ellos me contestaron que solo podría hacerlo si era familiar de los 5 acusados. Obviamente me dejó contrariado. Le estuve dando vueltas al asunto, buscando una solución y pensé que si yo no podía denunciar a Clara, sin embargo, sí podía hacer que ella me denunciara a mi. La cuestión era evidenciar y manifestar en un tribunal el error judicial tan mayúsculo que el Estado se obstinó en imponer de manera tan autoritaria. Además, yo no entendía como no era posible denunciar a Clara por su comportamiento criminal, pero de manera inversa una organización gubernamental, como el Instituto Navarro para la Igualdad sí pudieron denunciar al creador del Tour de la manada (y aún más siendo inocente):
Imagen 129Desde luego, esa acción es muy arriesgada, temeraria incluso, porque podría llevarme a la cárcel; pero también es mucho más cómoda y barata, porque al no ser yo solvente económicamente, el Estado pondría un abogado a mi disposición, y en caso de condena no pagaría la multa, ni las costas. De paso diré que el dinero que tenía ahorrado, unos 35.000 euros, los doné. Me quedé con un resto, para contingencias. El justificante de la donación es este:
Imagen 130Supongo que pensarán de mí que soy un loco estúpido, un majadero descerebrado, mezquino, un mentecato o cualquier otro apelativo; pero desde luego no estoy dispuesto a sostener una farsa tan monumental con mi dinero. Y hasta este punto estoy decidido a llegar, hasta este punto estoy convencido de mi obrar recto, por tratar de sacar a la luz la verdad. Ya había recorrido tanto camino, que me parecía una cobardía echarme atrás. Era un punto de no retorno.
Soy consciente de que el blog va a tener una difusión muy limitada. Pero no era esa su función principal. Sé que su contenido es comprometedor para las autoridades y el Estado. Son verdades incómodas lo que en él se trata. Por ello además de presionar a Clara y TH, necesitaba hacerlo a otras personalidades del estado e instituciones. La denuncia ya no solo dependía de Clara y su abogada. También necesitaba ser investigado y denunciado por la fiscalía. TH y la fiscalía deberían actuar paralelamente.
En realidad, las acciones de TH se encontraban por debajo en el escalafón. Clara y TH estaban siendo utilizadas por el Estado para mantener la gran mentira que ha sido el Caso de la manada. El Estado, con el gobierno a la cabeza, han tomado una hoja de ruta con acciones encaminadas a implantar la ideología de género, y el hito desde el que se ha basado su popularización, ha sido el caso de Pamplona. Es evidente que si se descubría que había sido una denuncia falsa, como lo fue el caso de Vanesa Gesto, la mujer del pegamento en la vagina, la autoridad del Estado quedaría en entredicho, porque se demostraba que había impuesto una condena a cinco inocentes por un supuesto bien común.
He mandado correos y mensajes a personalidades e instituciones del Estado, y por ello he supuesto que el contenido y el significado del blog ha sido entendido, que han comprendido mis intenciones. No solo tenía que presionar a Clara y Teresa Hermida, sino al propio Estado, que es quien verdaderamente mueve los hilos.
Yo tengo el precedente de Emilio Zola y su “Yo acuso”. Lo que hizo el escritor fue exponerse, crear un escándalo para dar a conocer y difundir la verdad del Caso Dreyfus. Y es lo que estoy tratando de imitar. Y es lo que estoy tratando de imitar, exponiéndome ante la justicia para evidenciar la corrupción del Caso de la manada.
El lector ha de entender que no soy un personaje público con miles de seguidores en las redes sociales. Si así lo fuera, bastaría con que publicara el enlace del blog en una cuenta personal de las redes sociales, y ello le daría una audiencia y difusión masiva. No tendría que molestar ni atosigar a nadie. Pero solo soy un desconocido y como tal, no tengo otro remedio que presionar con correos y mensajes individuales para difundir el blog. Y lo estoy haciendo de manera indiscriminada. No he presionado a Clara, sus padres o TH por una inquina personal. Quien considere que les he acosado, no tendrá más remedio que afirmar que también lo he hecho a todas las personas a las que les he enviado el blog.
No se verá en todo el blog una mala palabra o un mal pensamiento contra Clara. Creo que su falta de atractivo físico (yo tampoco tengo atractivo físico, TH puede dar fe de ello) ha condicionado su vida y su carácter negativamente. Lo que sí le achaco es su falta de valentía para reconocer la denuncia falsa. La chica de la feria de Málaga del 2014 terminó por admitir que no hubo violación. Pero es cierto que la situación de Clara es diferente al haber vivido un caso infinitamente más mediático que el de Málaga. Admitir públicamente su engaño supondría para ella el absoluto ostracismo. Imagínese el lector, el caso de Vanesa Gesto, el desengaño que representó su denuncia falsa para la sociedad. Desde luego, la posición de Clara es mucho más compleja. Se han creado unas expectativas tan altas a favor de su causa, ha habido un apoyo social tan inconmensurable, que la simple idea de que todo haya sido un engaño resulta inadmisible para la sociedad, incapaz de asimilar la farsa tan magnífica en la que ha desembocado el caso. Si la verdad saliera a flote, supondría una revolución que las autoridades se verían imposibilitadas de contener.
Me gustaría hacerle unas preguntas a TH, o a quien corresponda, como al periodista Alfonso Pérez Medina, encargado de desarrollar la noticia de la Sexta sobre mí en los juzgados de Cartagena, o al juez instructor que previsiblemente investigue mi caso: si usted considera que yo la acosé en los juzgados de Cartagena ¿como describiría la noticia de la Sexta sobre el suceso? ¿Qué sentido, qué intención hay detrás de esa noticia? ¿lo hizo usted para resarcirse? ¿es usted la que ahora me acosa a mí a través de un titular televisivo? ¿es usted la que no quiere ser acosada y por ello utiliza a una cadena de televisión para que me acose a mi? ¿Cuál de los dos acosos justifica usted? ¿solo el suyo y el mío no? ¿o solo considera el mío acoso y el suyo no? ¿Nos acosamos mutuamente o verdaderamente no lo hicimos? Si yo hubiera presionado a la abogada de Vanesa Gesto para desenmascarar el comportamiento doloso de esta ¿Cómo lo consideraría usted?¿Sería acoso?
Imagen 131Y vayamos un paso más allá ¿considera usted que los cientos de mensajes y correos en los que he adjuntado la dirección del blog son un acoso a los destinatarios? Porque al final, la esencia de los correos y mensajes tanto a Clara, los padres y su Abogada TH, como del resto es la misma: la difusión de la información del blog.
También me gustaría lanzar unas preguntas al lector que considera culpables al grupo de la manada: ¿Cómo es posible que después de seis años trascurridos desde que estallara el caso, tras una sentencia firme, haya gente que siga obstinada en defender la inocencia del grupo? ¿Lo hacemos por rebeldía? ¿Por mezquindad o estupidez supina? ¿por resentimiento? ¿Qué nos mueve a hacerlo? Si nadie en su sano juicio defendería a el “chicle” o Ana Julia, sin embargo sí se hace por los 5 de la manada ¿eso no le da qué pensar a los detractores del grupo? ¿de verdad piensan que estamos tan profundamente equivocados? Si la propia hermana del Chicle renegó de él ¿Cómo es posible que las 5 familias de la manada defiendan unanimemente la inocencia del grupo?¿No deberían renegar también de ellos?
En cuanto a mi motivación personal para publicar el blog, hay varias razones, dos de las cuales son: primero, no iba a tolerar que los hijos de algunos de los acusados crecieran con la incertidumbre de que sus padres fueran considerados unos violadores; Y segundo, por la valentía mostrada por el juez Ricardo González, que no se arredró, que se negó a pasar por el aro; por su integridad, honestidad, rectitud; por su negativa a aceptar el chantaje y las amenazas, dentro y fuera del TSJN. Me entristecía que una persona valiente como él no fuera respaldada de una manera más visible. Fue él quien con su decisión de absolverles cargó con el colosal peso de que en el futuro se pudiera demostrar la inocencia de los 5. El dejó la puerta abierta a esa posibilidad. Espero, deseo que se termine restituyendo su honor. Creo que llegará ese día.
Piensan los que defienden la culpabilidad de la manada, que la cárcel o una multa, o el estigma social, como la amenaza velada de TH a través de la noticia de La sexta, pueden convencernos de la autenticidad de la violación. Recuerde el lector que ni a Zola ni al coronel Picquart les amedrentó el acoso recibido en la defensa de Dreyfus: el coronel fue encarcelado por ello y Zola tuvo que exiliarse en Inglaterra.
Son demasiadas evidencias, todas ellas descritas en el blog, para que haya llegado a la conclusión de que el grupo no sea inocente. Al final es una cuestión de sentido común; pero el Estado y los medios de comunicación se han obstinado en faltar a este, han retorcido y deformado la realidad de una manera inverosímil, en su afán de imponer un relato acomodado a un movimiento, o mejor dicho, a una moda ideológica. Investigue el lector, si verdaderamente quiere saber la verdad; yo lo hice desde 2000 km de distancia del suceso de los hechos.
Los defensores y los detractores de la manada están absolutamente enfrentados, igual que ocurrió en Francia en el caso Dreyfus, entre los Dreyfusards y los Antidreyfusards. Son dos posturas irreconciliables, jamás podrán llegar a un acuerdo. Ninguna de las dos cederá, no hará concesiones. No existe un punto intermedio, que dicho sea de paso, fue lo que pretendió alcanzar el tribunal mayoritario de la primera sentencia. O la Tierra es plana o es redonda; o Dreyfus es culpable o es inocente; o Clara ha sido violada o no lo ha sido. Solo un bando está en posesión de la verdad, y no hay variedad de interpretaciones.
Es posible que el juez instructor que estudie mi caso personal, se vea obligado repasar y analizar nuevamente el sumario del Caso de la manada, algo que en realidad se habían negado a realizar los jueces de las apelaciones en el TSJN y el TS. El juez tendrá que tomar una decisión de si las información del blog es rigurosa o no. Si se interna en el blog comprenderá que estará ante un dilema. Por un lado, la información publicada es supuestamente secreto de sumario; digo supuestamente porque en la entrada 5 del blog, la de “las filtraciones”, doy evidencias incuestionables de que los periódicos y televisiones tuvieron acceso y publicaron información, durante la instrucción y después de esta, que también era secreto de sumario. Lo hicieron seis años antes de que yo lo hiciera y no les revistió ningún problema judicial (en realidad todo lo contrario) porque el TSJN fue connivente. Por otro lado, el juez instructor comprobará que las evidencias de la no violación de Clara son creíbles, son racionales y están argumentadas. Desde luego, no es que yo haya hecho un gran descubrimiento, pero sí tengo la libertad en este blog, como medio de expresión, de exponer una versión más completa de la realidad que la que pudieron hacer el juez Ricardo González, o los abogados defensores, limitados por el procedimiento judicial, ya que ello podría haber sido interpretado como especulativo.
Hay un párrafo en una obra de Stephen Hawking, titulada Agujeros Negros y Pequeños Universos, que dice lo siguiente: “Creo que estos juegos, los trenes, barcos y aviones, surgieron de mi ansia de saber como funcionaban las cosas y la manera de controlarlas. Desde que inicié el doctorado, esa necesidad quedo satisfecha por mis investigaciones cosmológicas. Si uno comprende como opera el universo, en cierto modo lo controla.”. Y eso era lo que me ocurría con el Caso de la manada; necesitaba comprenderlo, necesitaba penetrar en el suceso como un espectador y testigo virtual; y al entender lo ocurrido aquella noche, ya sentía que “controlaba el caso”; porque cualquier argumento (siempre eran argumentos comunes, manidos, e inconcretos) que fuera utilizado para justificar e imponer la culpabilidad del grupo, podía refutarlo con detalles y evidencias incuestionables.
Cómo ya argumenté al final de la sexta entrada del blog “la manada y Dreyfus”, considero que este caso ha sido un error judicial. Verdaderamente ha sido más que eso, ha sido un caso de corrupción por parte de Estado. Supuestamente, la culpabilidad de los 5 acusados está probada porque así ha sido dispuesto al alcanzar el caso el grado de sentencia firme. Pero conviene no olvidar que gran número de los errores judiciales admitidos por el Ministerio de Justicia han sido con sentencia firme; sirvan los ejemplos de Ricardi, Van Der Dussen, Tommouhi/Mounib y José Antonio Valdivieso. Por lo que tecnicamente siempre estará abierta la puerta a una posible revisión del caso.
Imagine el lector que este blog hubiera sido creado con la intención de defender la inocencia de Dolores Vázquez Mosquera en el Caso Wanninkhof, cuando todavía era considerada culpable de asesinar a Rocio Wanninkhof
Imagen 132¿Hubiera sido legítimo, estaría justificado moralmente la publicación y difusión del blog? ¿Y judicialmente? ¿sería justo presionar a la parte acusadora del caso con la existencia del blog? La respuesta es sí, tanto en el supuesto del Caso Wanninkhof como en el Caso de la manada, porque considero que la libertad de expresión, de información y de prensa son derechos que pueden ser utilizados por un ciudadano para dar a conocer la verdad, para poder contrarrestar la tendencia mediática negativa que llevaron a la consecución de una condena (injusta, o mejor dicho, ilegal) al grupo de la manada. Y esos derechos priman sobre el derecho al honor de Clara, que queda supeditado a los dos anteriores. De todas maneras, estas ideas ya las defendí en el final de la entrada sexta del blog, por lo que hago es volver a remarcarlas, ya que pienso son esenciales.
También me gustaría añadir que Teresa Hermida hizo declarar en el juicio de Cartagena a una supuesta terapeuta, llamada Eva María Aguilar Romo:
Imagen 133Esta supuesta terapeuta resulta que no es psicóloga, sino médico internista:
Imagen 134Teresa Hermida ya hizo que declarara anteriormente a esta médico internista, en el juicio del Caso del “Tour de la manada”:
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Lo que quiero que comprenda el lector es que Teresa Hermida ha sido reincidente en un acto delictivo, ya que ha hecho testificar a una médico sobre los problemas psíquicos (y la auténtica naturaleza de estos, si se debieron a una violación o al temor a la difusión de los videos e imágenes del cubículo o pornovenganza) de Clara, tanto en el juicio de J. Sánchez, como del Tour de la Manada; pero este tipo de declaración solo corresponde a un psicólogo, y E. María Aguilar Romo no lo es.(Obsérvese en la imagen 131 como quedó patente en el juicio oral que Clara tenía miedo a que la reconocieran. Desde luego este hecho casa mejor con la idea de que ella tuviera estrés por la difusión de los videos e imágenes, que al miedo que le suscitara la compañía de varones extraños o ambientes opresivos. Clara tenía miedo a que la reconocieran; igual que la chica de la denuncia falsa de la feria de Málaga del 2014; igual que Verónica, la trabajadora de la IVECO; igual que el teniente coronel de la UME de torrejon de Ardoz; igual que Santi Millán por la difusión de un video sexual en el que participaba. Todos estos ejemplos ya han sido nombrados en la entrada 3 del blog, en las mentiras de Clara). Por tanto ¿Puede, pues, ser presionada Teresa Hermida, una letrada que ha hecho declarar fraudulentamente, por 2 veces, a una falsa terapeuta? le recuerdo al lector, que en el juicio de Alberto Quintana, Teresa Hermida no hizo declarar a ninguna terapeuta, y en el caso de Eric el barcelonés, tenía previsto también la declaración de Eva María:
Imagen 137Piénsese, que la declaración de los psicólogos Alfonso Sanz Cid y Olatz Echeverría Jauregui en el juicio del Caso de la manada por parte de la defensa, no fue aceptada en ningún aspecto, a pesar de la validez de sus currículums. Tal es la doble vara de medir; se valida la declaraciones de E.M.A.Romo sin ser psicóloga cuando declara por parte de la acusación, y se invalidan las declaraciones de Sanz Cid y Echeverría como declarantes de la defensa:Imagen 138
Esa es la gravedad del asunto: nunca ha declarado ningún psicólogo como parte de la acusación en todos los juicios en los que ella ha intervenido, incluido el Caso de la manada, a pesar de que Clara declaró en este juicio que comenzó a asistir a la primera sesión con su psicóloga en septiembre del 2016:
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Esta semana del 8M del 2023 me he enterado que en el juicio de Alberto Quintana, no solo no declaró ninguna terapeuta. Además, TH presentó un informe médico (que no psicológico) como prueba, firmado por EMARomo pero sin ser corroborado por esta en juicio. Alberto Quintana fue procesado dos veces, pero en el segundo caso fue absuelto por injurias, que era el motivo del que se le acusaba. Pero ya en este segundo proceso, TH sí tenía programada la declaración de EMAR en el juicio oral. A partir de este segundo proceso de Quintana, las declaraciones de EMAR en juicios orales, se han convertido en una práctica habitual por parte de TH; esta médico internista sí declaró en el juicio del tour de la manada, en el juicio de Josele Sánchez, así como estaba previsto que declarara en el caso de Eric, aunque finalmente no lo hizo, ya que este se declaró culpable.
Transcribo algunos extractos de puño y letra de TH sobre el caso de Alberto Quintana. Obsérvese como la abogada no duda en otorgarle a EMAR una competencia profesional de psicóloga, aunque solo sea médico internista:
“en el acto de la vista por esta representación se aportó como prueba documental el informe sanitario emitido por la perito-médico Doña Eva María Aguilar Romo, quien viene tratando a la denunciante desde que sufriera la agresión sexual en julio de 2016, el cual fue admitido por el Tribunal y no impugnado por la defensa del acusado, dándose veracidad al contenido del mismo… en dicho informe, se hace constar que tras la publicación de la fotografía objeto de acusación por el Sr. Quintana, se recrudecieron los síntomas de estrés postraumático que la denunciante padecía tras la agresión sexual sufrida, a lo que se añadía sentimientos de humillación y vejación, además de sentimientos de pánico ante la posibilidad de poder ser reconocida (Trastorno de estrés postraumático que por otro lado, según los síntomas relatados por TH corresponden a una TEPT por porno-venganza)… Lo que le provocó sentimientos de mucho miedo y humillación, “me sentí además denigrada totalmente”... Y por lo que continua recibiendo tratamiento psicológico… así como de la documental médica antedicha (que no psicológica)...Por último, del propio informe médico aportado, el cual, como ya se ha indicado, no fue impugnado por las partes intervinientes en el procedimiento, y que acredita el estado emocional, psicológico, y sintomatológico sufrido por la víctima a consecuencia de la fotografía publicada por el acusado, y el reconocimiento por sus allegados… ésta no se encontraba con la suficiente fuerza para tomar acciones legales y todo lo que supone llevar algo a juicio. No estaba preparada psicológicamente, evitando así una segura revictimización secundaria, pues no debemos olvidar que nos encontramos ante una mujer que lleva recibiendo tratamiento psicológico desde julio de 2016 (mentira, porque la propia Clara afirmó en el juicio de la manada, que empezó su tratamiento psicológico en septiembre del 2016), y que ha visto recrudecidos sus síntomas por acciones como las ejecutadas por el recurrente… para concluir que al margen de sentirse humillada y vejada por el acusado, sintió pánico y miedo de que la gente pudiera reconocerla al poder ser identificada mediante la misma, algo que finalmente sucedió… A consecuencia de ello, y como también quedó acreditado de la propia documental consistente en el informe médico aportado en el que consta el estado psicológico y sintomatológico de la víctima, y que como se ha venido reiterando a lo largo de nuestra oposición al recurso de apelación formulado de contrario, el mismo no fue impugnado por las partes dando por válido su contenido, la denunciante sufrió una agravación del trastorno de estrés postraumático que padece desde la agresión sexual sufrida en julio de 2016, recrudeciéndose los síntomas sufridos como, insomnio, nauseas, palpitaciones, llegando a tener que retomar el tratamiento farmacológico tras tener conocimiento de la publicación de esa imagen por el acusado. Lo que llevó a la víctima a abandonar sus estudios universitarios para marcharse a vivir al extranjero durante más de tres meses, (más adelante se verá el verdadero motivo de esta sintomatología expuesta por TH en relación a Alberto Quintana) y alejarse así, como consta en el propio informe médico, de estos estímulos nocivos...Causando con su actuar un empeoramiento grave en el estado sintomatológico de la víctima, quien actualmente se encuentra aún sometida por dichos hechos a tratamiento farmacológico y psicológico. Produciendo el recurrente un agravamiento del padecimiento de estrés postraumático que viene sufriendo la denunciante desde el año 2016, y un recrudecimiento de los síntomas, a los que además se añade miedo y pánico a poder ser identificada por otras personas, y que la llevó a abandonar sus estudios universitarios y a marcharse más de tres meses a residir al extranjero. ”
A título personal, que no me vengan con historias que de donde he sacado toda la información del blog, que si esta es secreto de sumario, porque el video del Caso de Pozoblanco fue sacado ilegalmente de uno de los móviles de los acusados de la manada, y utilizado como prueba para condenarles en este caso.
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Pues la publicación del enlace del blog tuvo un like de una persona muy especial, llamada Manoli Ruiz, una amiga de Clara. Verdaderamente no sé si fue una equivocación de Manoli, pero sospecho que ella sabe la verdad del caso.
Añado ahora un ejemplo transcrito, de una exconcejal, Olvido Hormigos, que hizo unas declaraciones televisivas acerca de una porno-venganza que sufrió. Ella sufre, igual que otros ejemplos que he relatado anteriormente (tanto en este anexo como en la entrada 3, en “Las mentiras de Clara”) un TEPT por porno-venganza, pero no por violación, obviamente:
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-Sin decírselo ni a mi marido ni a nadie, es irme a la Guardia Civil al día siguiente, y me dijeron que, que tenía que… que tenía que ir al juzgado. Entonces la jueza que había en ese momento me dijo que había que poner denuncia, yo no quería porque… si yo ponía la denuncia se iba a saber todo. Y uf, tengo que hablar con mi marido primero. Eso fue un momento muy duro, claro. Él no se lo... imaginaba ni muchísimo menos y cuando se lo dije pues… más que enfadado se decepcionó un montón. Y acordamos los dos que yo iba a decir que ese video lo tenía en el móvil pero era para mi marido. Pero otra vez me dice la jueza que no, que eso no, que hay que denunciar. Bueno pues… pues nada, pues al final denuncio, claro cuando yo denuncio tengo que decir a quien se lo envié. A ese chico lo detuvieron y pasó la noche en el calabozo. Entonces luego bueno sí ahí estuvo, esa noche estuvo en el calabozo, pero luego la cosa se quedó así, y no llegó a nada.
-¿te pones en contacto con él para pedirle explicaciones?
-Si, no claro yo, el primer día, el primer día, cuando a mí me dicen que hay un video, mío, que le tienen medio pueblo, el pueblo entero yo le escribo a él, lo primero que hago es escribirle.
Y él me lo niega… em siempre ha dicho que era mentira, que no, que no, que no había mandado el video a nadie, yo cómo me has hecho esto, cómo me has podido hacer esto. Y él… dijo… siempre que no, que él no había sido.
Pero sí que hubo gente que decía, quizá fuese la novia que le viese el móvil viese el video, y por saber por hacerme a mí, lo reenviara. Pero eso ni lo sé ni lo voy a saber nunca.
- Le denuncias a él y también a Pedro Acevedo, que era el alcalde.
-A ver lo de… lo de Pedro… fíjate, que no nos hablamos, ya han pasado un montón de años y no nos hablamos, yo no soy una persona rencorosa. Yo no le guardo rencor. Yo sé que… que él… el error que tuvo lo, lo difundió del correo de la alcaldía. Yo fui a la GC a denunciarlo porque claro, mis compañeros me, dije, ellos pensaban que si a lo mejor era por algún tema político. Que si no yo no denuncio a Pedro porque… lo hicieron tantas personas en el pueblo…
-¿Cuál fue la reacción de la gente del pueblo?
- A ver en el pueblo sí que me criticaron mucho, había un foro, yo no sé si sigue existiendo, un foro ciudad. Ahí dijeron de todo, de todo lo malo que se puede decir, ahí dijeron de todo, mucha gente. A la cara nunca me lo han dicho.
Sí que es verdad que yo recibí mucho apoyo, pero creo que… con una doble moral, porque el trato conmigo luego… era cómo… distinto totalmente a cómo había sido antes.
-¿cómo se supera algo así?
-No sé, no sé como se supera porque muy difícil, yo es verdad que tuve que ir a un psicólogo. Yo en mi casa, cuando estaba dentro de mi casa… solo quería llorar, me dormía y no quería despertarme. Es que no quería que llegara el día siguiente. Y más de un día pensé en tomarme una pastillas pero nunca lo he hecho.
Claro es que el daño es que es irreparable, lo primero, y… y te puede cambiar… la vida hay gente que ni lo puede superar. La chica esa la IVECO no lo pudo asimilar ni superar.
-¿Te has perdonado?
-Hay gente que digo, mis padres, mi familia me perdonó pero, yo no me perdono. Y creo que no me voy a perdonar nunca. La misma culpabilidad que sentía Clara, cuando afirmaba la decepción que supuso para sus padres el suceso de la (supuesta) violación, en la página 1241 del sumario:
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Pues hay veces que… que creo no… no puedo llegar a ser lo feliz que pudiera ser con mi gente, con mi familia, con mis hijos, con todo que… porque tengo siempre esa cosa ahí de, de… vergüenza.
-¿Cambiarías algo te tu vida?
-Sí, sí me gustaría cambiar eh pues lo primero no… que se me cruzó en mi camino ese chico uf… no sé por qué. Y… y haberle seguido la corriente porque… ¿Qué pensé en ese momento? Bueno pues a ver… no se va a enterar nadie. Lo malo es que yo era concejal
04/02/2024
El día 13 nov del 2023, diez días después de mi declaración ante el juez instructor del procedimiento 444/23, mandé a este un burofax pidiéndole una recusación, y remitiera el procedimiento al juez de los procedimientos 742/22 y 1201/22. Ni que decir tiene que los burofaxes enviados a TH van a servir para procesarme y más tarde condenarme, pero obviamente este burofax al juez del 444/23 no va a servir para defenderme. Sepa el lector que no tengo abogado:
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Y el texto original de este sexto burofax, ya que es ilegible en algunas imágenes:
18/02/2024
Como no puedo comunicarme directamente con Teresa Hermida, trataré de hacerlo a través de sus abogados, y los jueces de instrucción.
TH recibió, en abril del 2018, la estrella de oro por su excelencia profesional en Toledo:
Imagen 267Me deja sorprendido que esa “excelencia profesional” por parte de TH consista en, por ejemplo, hacer pasar a la médico internista Eva María Aguilar Romo como psicóloga en los juicios en los que esta declaró testigo de cargo (como ya he especificado con reiteración más arriba):
Imagen 268O filtrar información en La Sexta, sobre lo ocurrido conmigo en los juzgados de Cartagena, para presionar e imponerse judicialmente:
Imagen 269O cómo filtró también información, el escrito de acusación, a los periodistas Vanesa Lozano y Luís Rendueles. Estos periodistas publicaron una noticia en el diario El Periódico, el día 18 de septiembre del 2019 sobre el caso del Tour de la manada, semanas antes de que se celebrara el juicio, acaecido este el 26 de noviembre del 2019:
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O sea, que TH ha filtrado información de los procesos para imponerse judicialmente, por medio de una presión mediática.
Y ha sido continua su exposición en los medios. Aquí la vemos en una entrevista ante la periodista Ana Pastor, en una sala de vistas del Tribunal Superior de Justicia de Navarra. TH no se daba cuenta que el propio tribunal de Navarra estaba utilizando su persona para lavar la imagen del tribunal, faltando este así a su deber institucional de mostrar y promover su independencia judicial y separación de poderes:
Imagen 278Por ello uno empieza a dudar de si su pretensión es defender la posición de Clara, o lo que busca verdaderamente es publicitarse (en honor a la verdad, Agustín Martínez Becerra hizo lo mismo).
Pero es que con la actitud de continua exposición de TH, lo que hacía era agravar su (supuesto) estrés psicológico por violación, como cita en su escrito de acusación en el Caso del Tour de la manada:
“[Los hechos] han causado no solo una revictimización de lo sufrido, sino también, una nueva victimización secundaria, al obligar a la víctima, ante la comisión de ilícitos penales como el presente, que atentan gravemente contra su dignidad moral, a estar y pasar nuevamente por un procedimiento judicial, con las consecuencias psicológicas que ello acarrea, y que se agravan aún más, con la expectación mediática que estos hechos originan.”
Pues sí, esa es la supuesta excelencia profesional de TH. Recuerdo al lector, cómo ya nombré al final de la entrada 6 ( La manada y Dreyfus), que en el Caso de Samuel Luiz, el padre de este, se negó a que el caso de su hijo se utilizara con ningún fin ideológico ¡Qué contraste de procederes!
Imagen 279El caso es que TH ha tenido clientes que han recibido condenas por VIOGEN. Cinco puedo enumerar. Pero curiosamente, lo que me llama la atención, es que su “excelencia profesional” ha decidido no utilizarla en estos cinco casos para defender a sus clientes en los medios de comunicación. Ojo, respeto la decisión de TH de defender a sus clientes, independientemente de su culpabilidad o inocencia, y no soy quien para cuestionar las acciones de estos, no son de mi incumbencia; desde luego, toda persona tiene el derecho a una defensa eficaz y justa:
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04/03/2024
El ciudadano Manuel Borraz (no tiene ningún tipo de vínculo familiar o profesional con Tommouhi/Mounib), presentando un escrito en defensa de Tommouhi ante la fiscalía del TSJ de Cataluña (es un texto parcial):
13/03/2024
Estaba repasando mentalmente la publicación de la foto del beso negro en los medios, cual fue el primero en publicarla íntegramente y encontré que fue un periódico valenciano, con fecha 5 de diciembre del 2017, un día antes de que Alberto Quintana publicara esa misma imagen:
Imagen 28816/03/2024
Me ha venido a la mente lo ocurrido a Clara en el cubículo e instantes posteriores, en el momento en que se sentó en el banco. Ella accedió a todas las demandas sexuales de los 5, no de manera viciada, sino consentida, de buena voluntad. Sabía que la grababan, pero en el momento no le dio la mayor importancia. Fue complaciente hasta el extremo de hacerle un beso negro a Prenda, siempre consciente de que era captada por el móvil. Cuando la abandonaron sin darle un motivo lógico, se quedó contrariada. Se dio cuenta de que ya no tenía el móvil. Salió del portal y mientras meditaba sobre lo sucedido, iba asociando ideas. Decidió sentarse en el banco; en ella ya dominaba un profundo sentimiento de angustia y humillación. Asoció el desprecio sufrido, con la difusión de los videos y el robo de su móvil, sin saber siquiera si los videos fueron grabados con el mismo. Sintió un desamparo absoluto. Su complacencia (piense el lector en la imagen del beso negro) fue injustamente castigada con una supuesta difusión de los videos, algo que solo ocurrió en su mente. Fue dolorosísimo para Clara, su humillación, rabia e impotencia. La afirmación de la agente 455 que la atendió en el banco, cuando escuchó de ella decir que cómo se lo iba a contar a su madre. Claro, solo de pensar que la madre podía ver los videos la hacía temblar. Pero esto nada tuvo que ver con una violación
07/06/2024
Otro caso de pornovenganza. Los síntomas y padecimientos declarados por la mujer víctima son casi idénticos a los sufridos por Clara: La vida de la joven cambió tras el acoso padecido por esa “manada virtual”. Precisó ayuda psicológica, pensó en el suicidio y dejó sus estudios en Gijón. Ha recordado que salir de su casa era la peor de las pesadillas. “Eso suponía comentarios constantes, risas y cuchicheos“ y algunos desalmados se permitieron la osadía, asegura, de “sacarme fotos a mí y a mi familia”. Admite que 14 años después del infierno “he aprendido a vivir con ello, pero todo sigue estando ahí”
Imagen 295
29/06/2024
Pongo una imagen de un colectivo de ciudadanos, Patrulla Madrid, que se dedica a señalar, presionar, y difundir imágenes y videos de carteristas (pickpockets en inglés) ¿Es delito las acciones de este tipo de patrullas? ¿está justificado que puedan atosigar a esos delincuentes? ¿se puede, se debe considerar un delito el localizarlos y “acosarlos”? (en la imagen se ve cómo repelen con agua a una carterista). Pues eso mismo es lo que yo estoy realizando con los burofaxes: estoy pidiendo al juez instructor y a la fiscalía que investiguen la información que contienen los mismos, por los indicios de delito de Clara y de Teresa Hermida: señalar sus delitos no implica la comisión de un delito por mi parte
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17/08/2024
En la carta de respuesta que recibí de Antonio Guerrero, hay un dato que me gustaría evidenciar en esta publicación del 17 de agosto. La carta está publicada en la entrada 2 de este blog, en descargo. Aunque solamente Guerrero fue condenado por el Tribunal Supremo por el robo del móvil de Clara, porque el resto del grupo declaró en el juicio oral, que no fueron conscientes del robo, lo cierto es que sí lo fueron. En una de las respuestas, la n.º 35 admitió darle el teléfono a Boza: “¿sabes si el teléfono móvil de Clara estaba bloqueado?¿pudiste encenderlo y ver su contenido? Cuando cogí el móvil de Clara estaba encendido pero tenía un patrón de seguridad y fue Ángel Boza quien le quitó la batería para así apagarlo. No vimos su contenido”. La respuesta n.º 46 fue la siguiente: “¿salisteis corriendo del cubículo por lo del teléfono? Salimos del cubículo rápido, no corriendo, y sí salimos rápido por el móvil”. En la respuesta 52: “¿de qué hablasteis desde la plaza de toros hasta que llegasteis a vuestro coche? Hablamos desde la plaza de toros hasta mi coche, de ¿Qué hacer con el móvil de Clara? Y decidimos tirarlo a un contenedor de basura y tras visionar los videos decidimos que si llegado el momento la policía nos detuviera enseñaríamos los videos.
Todo el grupo fue consciente del robo del teléfono, a pesar de que en la sentencia mayoritaria, en la página 113 afirma lo siguiente: “Por ello, ante el explícito reconocimiento por el procesado de la autoría del hurto, habiendo negado los restantes procesados en todo momento que hubieran participado en el apoderamiento del aparato y que conocieran la sustracción del aparato, declaramos probada la comisión del hurto por Antonio Manuel Guerrero.”
Lo que trato de hacer entender con estos párrafos es que las afirmaciones vertidas en las sentencias nada tienen que ver con la realidad. Así como los cinco del grupo fueron conscientes del robo del móvil, Clara por su parte, sí fue consciente de ser grabada, a pesar de que la sentencia se obstine en negarlo reiteradamente:
-Página 16: “ La denunciante, sintió un intenso agobio y desasosiego, que le produjo estupor y le hizo adoptar una actitud de sometimiento y pasividad, determinándole a hacer lo que los procesados le decían que hiciera , manteniendo la mayor parte del tiempo los ojos cerrados”;
-Página 38: “Su estado apreciado por los testigos a que nos acabamos de referir, revela que estaba viviendo una intensa situación de desesperación, angustia y ansiedad; en nada compatibles, con la situación de una persona, que o bien se siente despechada porque después de haber finalizado una relación sexual consentida, los varones que la mantuvieron no le ofrecieron “continuar la fiesta juntos”, o que éstos se hubieran marchado del habitáculo sin despedirse, ni porque tenía la intuición de que se hubieran grabado imágenes y estas pudieran difundirse a través las redes sociales, ni por la sustracción de su teléfono móvil.”
-Página 40: “En este ámbito de valoración general, detenemos nuestra atención en un aspecto sobre el que se puso especial énfasis por la defensa de los procesados y que afecta a la valoración de la declaración de la denunciante desde el prisma de la “credibilidad subjetiva del testimonio ” , o “ausencia de incredibilidad subjetiva”. En concreto la tacha se plantea sobre el motivo que le impulsó para denunciar los hechos, concretado en la consciencia de que habían sido grabados por los procesados y tratar así de ofrecer una justificación a su actuación, que como decimos en opinión de aquellos fue en todo momento libremente consentida.
-Página 42: “ La denunciante” en su declaración en el plenario afirmó con contundencia y si ninguna contradicción que no vio ningún móvil ni nada grabando y tampoco le manifestaron que lo estuvieran haciendo”
-Página 55: “… , sin que pueda determinar los actos de naturaleza sexual realizados, ni cuanto tiempo duró, pues : “… lo único que quería era que pasara; yo cerré los ojos y si en algún momento los abrí, lo único que veía eran tatuajes (…).”
-Página 56: “… determinándole a hacer lo que los procesados le decían que hiciera, manteniendo la mayor parte del tiempo los ojos cerrados.”
-Página 58: “ Está probado que dos de los procesados con su teléfono móvil grabaron vídeos y uno, obtuvo dos fotos durante el desarrollo de los hechos, sin el conocimiento de “la denunciante”, y sin que estos le manifestaran, que estaban captando imágenes.”
-Página 104: “... Manteniendo la mayor parte del tiempo los ojos cerrados.”
El tribunal mayoritario afirma implícitamente que la denuncia nunca pudo ser realizada con un ánimo espurio, esto es, por el miedo a la difusión de los videos, por el motivo de que se da como un hecho probado que Clara nunca fue consciente de que la grabaron. Por tanto, implícitamente tampoco niegan que técnicamente, en una denuncia por una (supuesta) violación, no pueda existir una intención fraudulenta: “Su estado apreciado por los testigos a que nos acabamos de referir, revela que estaba viviendo una intensa situación de desesperación, angustia y ansiedad; en nada compatibles, con la situación de una persona, que o bien se siente despechada porque después de haber finalizado una relación sexual consentida, los varones que la mantuvieron no le ofrecieron “continuar la fiesta juntos”, o que éstos se hubieran marchado del habitáculo sin despedirse, ni porque tenía la intuición de que se hubieran grabado imágenes y estas pudieran difundirse a través las redes sociales, ni por la sustracción de su teléfono móvil.”
Ella tenía el móvil grabando justo encima de su cabeza, con el flash encendido. No me cansaré de repetirlo. Y ahí está la motivación de su denuncia falsa: por el miedo a la difusión de los videos. Clara vio que la grababan al igual que pudo ver los tatuajes en los cuerpos de la manada, que no se utilizaron preservativos, que donde depositaron su riñonera.
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10/11/2024
Publico otro testimonio de una mujer violada, la víctima del caso de la manada de Manresa. Note el lector los párrafos subrayados. De entre ellos hay dos ideas trascendentales: primero, su rechazo a los varones, incluso de su propia familia; y segundo, su constante advertencia a sus agresores para que desistieran en su ataque. Ninguna de estas dos ideas fueron mencionadas por Clara en el juicio del Caso de la manada. Lo reitero: Clara no tiene miedo a los varones porque no fue violada. Toda mujer violada siente miedo ante los hombres, pero no es el caso de Clara
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17/11/2024
Un pequeño estudio del impacto psicológico en mujeres víctimas de violación. He subrayado las ideas que me interesaban, esto es, las conductas de evitación por el miedo a desconocidos y ambientes nocturnos:
06/12/2024
He encontrado una famosa noticia de denuncia falsa en Argentina. Una niña de 14 años en el momento de los hechos, Jazmín Carro, denunció a su propio padre por agresión sexual. Tras llevar este casi 5 años preso, Jazmín ha tenido la oportunidad de reconocer públicamente que todo fue una invención. Hay dos ideas que me interesan nombrar (vienen subrayadas en los propios pantallazos): "El único objetivo era manipularme... crearon una historia de abuso repetido... Empiezan queriendo entrar en confianza preguntando cosas personales, y con esa información arman una historia perfecta para condenar a un hombre".
Manipularon a Jazmín, al igual que manipularon a Clara. Esta fue utilizada e instrumentalizada por su entorno familiar, su abogada Teresa Hermida, por el Poder Judicial, y por partidos políticos y grupos ideológicos. Bien es cierto que Clara (al igual que Jazmín) es la última que tienen la palabra, pero no todo el peso de la denuncia falsa recae sobre ella; tal vez sea la menos culpable.
Para la condena del padre de Jazmín “construyeron” una historia perfecta, crearon una suceso de abuso repetido. Exactamente igual que en el Caso de la manada, al alterar y deformar la realidad de lo ocurrido hasta volverla irreconocible:
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07/12/2024
La periodista Raquel Rendón finalmente fue absuelta por un delito de revelación de secreto sobre el caso de Laura Luelmo (DEP). El TSJ de Andalucía se pronunció a favor de Rendón porque consideró que el derecho a la información primaba sobre la difusión de contenido sobre el sumario del procedimiento de Laura Luelmo.
Existe una similitud de base (aunque mi situación es más compleja) entre el caso de Raquel Rendón y mi caso con la publicación de este blog. Yo también he revelado información que es secreto de sumario, pero con el supuesto agravante moral de hacerlo en contra de Clara. Para cualquier persona que considere culpable a la manada, será inentendible e inaceptable mi posición respecto a Clara. Eso sí, considerarán absolutamente justificado el obrar de Rendón al hacer pública información del sumario del caso de Luelmo (al igual que consideraron justificado toda la la información revelada procedente del sumario del Caso de la manada, porque obviamente esa información siempre fue direccionada en contra del grupo de los 5, y nunca en contra de Clara). Pero es que yo mismo justifico el posicionamiento moral y su actuar profesional de Rendón, y entiendo que una condena habría sido injusta.
La información que Rendón hizo pública era veraz al estar recogida en el sumario del caso. La Audiencia provincial la condenó primeramente, pero en el recurso, el TSJA la absolvió al considerar que no había delinquido porque su obrar estaba amparado por la Constitución. Rendón afirmó que se alegraba de que terminara imperando el sentido común.
Por mi parte, vamos a ver si yo he cometido un delito, o si por el contrario, queda justificado por la intencionalidad de destapar un caso de denuncia falsa. Y no es cualquier caso. Desde luego, considero que la Constitución me ampara.
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