7-ANEXO



















  ES IMPORTANTE LEERSE LOS 7 APARTADOS POR ORDEN NUMÉRICO 

 7-anexo

En vista del suceso ocurrido en los juzgados de Cartagena (Murcia), y en previsión de futuros acontecimientos, me veo obligado a ampliar este blog con un anexo, dando unas explicaciones, por un lado con carácter particular, de mi encontronazo con Teresa Hermida en los pasillos del juzgado; y por otro lado y con carácter general, sobre la creación de este blog y mi motivación personal para publicarlo. Todo ello lo hago porque puedo expresarlo con mayor libertad y detalle, y menos limitaciones que en el previsible juicio que sufriré contra Clara y T. Hermida. Supongo, espero que el contenido de este anexo sea utilizado en mi defensa para el juicio. Lo hago saber porque el grupo de la manada no declaró ante la policía municipal en su detención, y lo hizo tardíamente ante el juez instructor Esteban Iglesias ( en la entrada 6 del blog, la manada y Dreyfus lo detallo), un error fatal que fue implícitamente interpretado por el público como una evidencia de su culpabilidad.  

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Bueno, respecto al suceso del juzgado digo lo siguiente. Me enteré días antes de la celebración del juicio en los juzgados de Cartagena al periodista Josele Sánchez, por una noticia en el diario Cuarta Edición. Josele Sánchez sería enjuiciado el día 25Nov por la publicación de información sensible relacionada con el Caso de la manada.

Tomé la decisión de coger un vuelo el día 23 (vivo en la isla de Fuerteventura) y poder acceder al juicio dos días después, en Cartagena. No estaba especialmente interesado en el juicio, porque sabía que el fallo contra Josele Sánchez sería realizado en base a la sentencia firme (supuestamente inamovible) del Tribunal Supremo del Caso de la manada. O sea, para mí, la condena estaba decantada ya antes de haberse realizado el juicio. De hecho, un dato que me lo corroboraba es que el juicio se celebro, simbólicamente, el 25N, día internacional contra la violencia de género.

Estaba más interesado en conocer en persona a Josele Sánchez, un periodista que tiene pendiente varias causas judiciales, además de esta causa contra Clara. Es un periodista al que respeto y admiro por su valentía profesional. Al asistir al juicio, pensaba, tal vez él pudiera sentirse reconfortado con una persona como yo (lo digo por estar a favor de su causa) que había decidido viajar tantos kilómetros para darle ánimos con la presencia de alguien que creía en él y el valor de su publicación honesta, por más hiriente que pudiera parecer.

Con respecto al juicio de Josele Sánchez pensé que tendría un mayor relevancia mediática. Creí, equivocadamente, que tuviera un seguimiento por los medios de comunicación, con periodistas y cámaras, y algún tipo de manifestación.

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Pero para mi sorpresa y decepción, no hubo tal cosa. No había nadie. Solamente personas ajenas relacionadas con las causas judiciales de aquel día 25. Nadie interesado en el caso.

Unos días antes de coger el vuelo para el juicio, decidí imprimir y plastificar las dos imágenes de la página 176 del informe pericial de los videos del cubículo, pertenecientes al quinto video. Considero que son dos imágenes claves para evidenciar la denuncia falsa de Clara.

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Como ya he relatado anteriormente en el blog, en estas dos imágenes se aprecia como el teléfono móvil se encuentra grabando justo encima de la cara de Clara, con el flash encendido (aprovecho para hacer constar que los dos policías forales encargados de realizar el informe, omiten intencionadamente aludir al flash de los videos) Es obvio por estas dos imágenes que Clara fue consciente de la grabación de los videos. Lo mismo ocurrió cuando Guerrero robó el móvil de Clara, pues todos fueron conscientes de esa acción, a pesar de que, salvo Guerrero, no lo admitieron en el juicio oral. Tan evidente de que Clara fue consciente de la grabación como que la Tierra es redonda:

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    Clara admitió el 7 de julio ante la instructora de la denuncia, la agente 405 de la policía municipal, que la habían grabado. 

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        El motivo real de su denuncia, pues, fue impedir la difusión de los videos por parte de los acusados. Pero esto ya lo he relatado con profundidad en el blog.

Como ya he dicho más arriba, pensé que aquel día 25 el juicio iba a tener la presencia de los medios de comunicación. Mi verdadera intención era presentar las dos imágenes a las televisiones y periodistas que hicieran el seguimiento del juicio. Había decidido plantar las dos impresiones delante de los objetivos y cámaras, y relatar a los reporteros su significado. Esperaba la oportunidad de que  pudieran emitir en directo, porque lo consideraba un método efectivo para la difusión de la verdad del caso, ya que las imágenes podrían ser visualizadas por los espectadores desde sus televisiones e internet. Pero también era consciente de que automáticamente cortarían la emisión, dada mi actuación tan agresiva y por qué no decirlo, desesperada, por lo que mi acción serviría de muy poco. Se presentaría una imagen de mi como un friki, una especie de hooligan o un troll agresivo. Más adelante desarrollaré esta idea.

Cuando comprendí que mi exposición ante los medios no se iba a cumplir (todo esto antes de ingresar en el palacio de justicia para presenciar el juicio) sentí cierto alivio porque pensé que me libraba de un posible enfrentamiento físico con alguien que entendiera que debía hacerme frente. 

Yo estaba conversando con un periodista del diario Cuarta Edición en la entrada del Palacio, y decidimos acceder a la vez, para seguir conversando. Un agente de la Guardia Civil estaba en la puerta, y le indicamos que queríamos acceder al juicio como oyentes en el público. El agente nos respondió que debíamos pedir permiso llamando al teléfono del juzgado que llevaba el caso. El juzgado accedió a nuestra demanda y el agente nos concedió el paso. Ya dentro del edificio otro agente de la Guardia Civil nos hizo pasar por un escáner para detectar algún tipo de arma. Que quede perfectamente claro que si yo hubiera tenido la pretensión de entrar en el edificio con algún arma, habría sido detectado inmediatamente y se me hubiera imposibilitado el acceso, con la consiguiente detención. El protocolo obliga a pasar por el escáner, no hay otra manera de acceder al edificio. Además, el agente de la entrada llevaba pistola. Lo pude observar durante las más de tres horas que estuve a la entrada del Palacio de justicia, porque finalmente tras la discusión con Teresa Hermida en el interior del edificio, tuve que abandonarlo, y esperar fuera la salida de J. Sánchez, ya que deseaba hablar con él.

El periodista de Cuarta Edición y yo subimos en ascensor y llegamos a la sala de espera de la sala donde se iba a celebrar el juicio. En esta sala ya estaban esperando a entrar Teresa Hermida, Josele Sánchez y su abogado, y otra persona la cual no conocía. No sé si había otra persona más, no lo recuerdo bien. Entendí y razoné posteriormente que en aquel momento éramos 6 o 7 personas en la sala de espera. Lo que estoy indicando con ello es que había testigos del suceso.

Teresa Hermida estaba sentada en un banco, apoyada contra una columna, y dando la espalda a Josele Sánchez y su abogado, los cuales se encontraban a una distancia de varios metros. No querían tener contacto visual entre ellos.

En aquellos momentos sentí una oportunidad única para mostrarle las fotos a Teresa Hermida. No había hecho todo ese viaje para regresar con las manos vacías. Tal vez no tuviera la oportunidad de volverme a cruzar con TH. Es cierto que las fotos las podría haber enseñado durante el juicio, pero si lo hacía me exponía a que el juez mandara detenerme. Personalmente prefería exponerme ante el juez en la sala, porque ello hubiera sido interpretado como una acción más impersonal, más como un acto reivindicativo, que como un ataque personal hacia otra persona, en este caso TH. Que quede perfectamente claro que mi acción contra TH nunca fue planeada; surgió inesperadamente. 

No fue una acción contra la persona de TH, fue una acción contra el abogado de Clara García Luna, porque esa misma acción la podría haber realizado contra sus 2 abogados anteriores, Carlos Bacaicoa o Miguel Ángel Morán.

Yo no planeé, antes de realizar mi viaje, enseñarle las fotos a TH y discutir en los pasillos. Simplemente surgió ese hecho, esa situación; podría perfectamente no haber sucedido. Que se haya interpretado como un acoso intencionado dentro del edificio, tampoco tiene mucho sentido, porque podría haberlo hecho en el exterior, antes o después de que ella hubiera accedido o abandonado los juzgados. De hecho, si mi intención era acosarla ¿Por qué nunca he realizado una llamada a su teléfono profesional? ¿por qué no viajé directamente a Illescas, que es donde tiene su despacho? 

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¿Por qué no lo había hecho anteriormente al día 25N? o ¿Por qué esperé a meterme en el interior de los juzgados con la Guardia Civil en el edificio, para ponerme a discutir con TH, si pude hacerlo fuera?Pero discutir de nuevo fuera del edificio, en la entrada, delante de un Guardia Civil armado (le aseguré a este agente que no habría más problemas), y con las cámaras de seguridad, tampoco tenía sentido. Lo hubiera hecho a una distancia prudencial del edificio. Yo solo estaba esperando a Josele Sánchez.

En cuanto al hecho en si, recuerdo que fue todo muy rápido. Saqué las fotografías de mi mochila, y a una distancia prudencial de dos o tres metros se las enseñé a TH. No blandí las fotografias como dicen los medios de comunicación, sencillamente las orienté para que pudiera verlas. No me acuerdo las palabras exactas que pronuncié, pero sé que le dije que las dos fotografías mostraban la evidencia de que era una denuncia falsa, y que Clara fue consciente de que la grabaron. No hubo ni un solo insulto a Clara ni a TH, ni una sola amenaza, y no me encaré hacia esta última. Ver las fotos le pareció desagradable, pero me dio la sensación de que exageró.

Acto seguido sacó su teléfono móvil y comenzó a grabarme, y me convidó a que hablara. Yo verdaderamente estaba nervioso y exaltado, y aunque no se pueda creer, violentado por la situación  de hacerlo dentro del juzgado. Para nada me sentía cómodo. No me acuerdo lo que dije a cámara, pero sí sé que le di mi nombre, el número de mi DNI, y la dirección de mi domicilio. TH pensó que lo hice en actitud chulesca y retadora. Pero hay dos motivos por los que le dije mis datos: primero porque así se agilizaba los trámites de mi localización, y el posterior proceso, y segundo y más importante, porque conseguía eludir cualquier aviso a la casa de mi madre si intentaban localizarme, además de retrasar en la medida de lo posible la mala noticia que supondría para ella saber que su hijo era procesado en un asunto tan grave. Lo peor de todo con respecto a mi madre es que ella considera culpables al grupo de la manada. Imagínese el lector lo que eso representa para mí.

La grabación fue corta. Me hubiera gustado hacer alusión al blog de “la manada y Dreyfus, yo acuso”, pero TH ya había dejado de grabarme. Justo acabada la grabación le dije que el caso de la manada había sido un caso Dreyfus y que todo era inadmisible. Recuerdo que ella  me confirmó en un comentario un dato que sospechaba: que ya había sido denunciado, aunque no me dijo el motivo (más tarde, a través de la noticia de la Sexta, me enteré). Josele Sánchez se acercó para calmarme, y me reconvino en que mi acción no era conveniente dentro del juzgado y que le estaba perjudicando. Vuelvo a repetir que hay testigos de lo ocurrido. Y además hay cámaras, en el interior y exterior del edificio, que tal vez puedan corroborar lo que afirmo en este anexo.

No sé quien dio el aviso a la Guardia Civil, creo que Teresa Hermida. Lo cierto es que en muy poco tiempo se presentó el agente encargado de hacer los registros con el escáner de la entrada del edificio. No se presentó de buen talante, pero tampoco lo hizo iracundo. El agente vio que yo no opuse resistencia cuando me instó a que abandonara el edificio. Yo era plenamente consciente que un tipo de acción como la mía no era apropiada dentro del juzgado. Ya no quería agravar la situación. Observé que el enfado del agente se moderó al verme participativo. Salí del edificio, no recuerdo si bajando por las escaleras. Aunque no se pueda creer, estaba nervioso. Tal vez ese sea el motivo por el que no recuerdo bien algunos momentos del suceso.

Una vez fuera, y bajo una amonestación del agente de la entrada, cuando me instó a que por favor no complicara más el problema, me senté en una bancada de piedra, a la entrada del edificio. Al poco tiempo de sentarme salió del Palacio el periodista de Cuarta Edición con el que había estado conversando anteriormente, y me contó que finalmente le habían denegado la entrada al juicio; supuse que por mi discusión con TH. Hablamos un rato, nos despedimos y se marchó. 

Estuve esperando la finalización del juicio de Josele Sánchez durante varias horas, pero no sé el tiempo exacto. Me mantuve en todo momento sentado, de espaldas a la entrada, con la cabeza siempre girada al lado opuesto de la puerta, por si en cualquier momento salía TH, comprendiera que estaba evitándola. Mi intención era esperar a Sánchez para hablar con él. Ya no quería ni necesitaba tratar con TH; la había presionado para tantearla y darme a conocer.

En la espera, entablé conversación con una chica. Era una mujer con aspecto descuidado. Me contó que tenía la enfermedad del sueño y que sufría depresiones. Daba la sensación de que  viviera en la calle. Me dijo que estaba esperando a un amigo que se encontraba en el juzgado, pero había llegado tarde al juicio de este y no sabía si se había marchado ya de los juzgados. Yo le presté mi teléfono para que llamara al juzgado que llevaba el caso de su amigo y finalmente le confirmaron que ya no estaba. Ella se enfadó porque pensó que estuvo perdiendo el tiempo en una espera inútil. Me acuerdo que en un momento dado me dijo que yo le parecía estar nervioso. Y acertó, después de lo ocurrido dentro del Palacio.

Me sorprendió que esa chica me contara que había estado estudiando la carrera de psicología hasta el tercer curso, pero que abandonó porque se aburría. Me dijo que quería retomarla de nuevo y acabarla. Pude observar una libreta suya, una lista de teléfonos con nombres, y me sorprendió lo desarrollada que tenía su escritura, por lo que este hecho me confirmó que era cierto lo de sus estudios, y su enfermedad. Me dijo que tenía letra de médico y yo le respondí que a pesar de ello la caligrafía era bonita. Nos despedimos y se marchó. Supuse que nunca más volvería a verla, así que mentalmente le deseé lo mejor. Mi encuentro con ella representó para mí lo mejor del viaje a Cartagena, en contraste con el desencuentro de TH.

Después de varias horas sentado, observé la parte posterior de una mujer caminando; llevaba botas con tacones, y pelo largo y suelto; se trastabilló ligeramente. Pensé que era TH marchándose de los juzgados, aunque no estaba completamente seguro de que fuera ella y por ello permanecí sentado a la espera de Josele Sánchez. En un momento dado percibí la figura de este, de perfil; cogí mi mochila e hice el amago de dirigirme hacia él, que estaba entre un grupo de gente, sin compactar, alejándose del Palacio. Ignoro si en esos instantes estaban conversando. Pero de repente escuché una voz tajante, dirigida hacia mi, con la advertencia de que no me acercara hacia ella: era TH. Yo no había percibido su presencia cuando traté de acercarme a Josele. Todo fue muy rápido. Y es que no me hubiera imaginado que TH y JS estuvieran abandonando el edificio en el mismo instante. Me imaginaba que cualquiera de ambos se habrían evitado. El único trato cercano ineludible dadas las circunstancias, pensaba yo, sería dentro del juzgado. Desde los juzgados, el Guardia Civil de la entrada me advirtió que no me acercara a TH, y por ello, para no contrariarle me senté de nuevo en la bancada. Repito que en ningún momento fui consciente de la salida de TH, y que solo deseaba hablar con JS. Esperé unos diez minutos sentado, y ya después abandoné el juzgado, advirtiéndoselo al agente.

Que nadie piense que quería seguir discutiendo con TH, después de lo ocurrido con ella dentro del juzgado. Aunque sí es cierto que me quedé con las ganas de mencionarle el blog. De hecho dos días después, el domingo 27, a las 19:43 le envié un nuevo mensaje con el enlace del blog. El mensaje llevaba adjunta una imagen con las dos fotogramas que le enseñé en el juzgado:

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    La primera persona a la que envié el enlace del blog, cuando lo publiqué en Internet justo después de crearlo, fue a ella el 12 de junio:

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El 13 de junio comprendí que tenía que adjuntarle mi dirección, principalmente, como he dicho más arriba, para evitar que el aviso de la denuncia llegara a la casa de mi madre:

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El 18 de julio le reenvié el mensaje, esta vez con un pantallazo del blog como imagen adjunta, donde aparecían las dos fotografías que mas tarde, el 25N le mostraría en persona en los juzgados:

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Verdaderamente no sabía si mi mensaje iba a llegar a manos de TH. No sabía si le iba a llegar a su bandeja como un correo spam o no deseado, por lo que directamente no lo abriría. Es posible que TH tuviera una secretaria que le comunicara los mensajes importantes, y mi mensaje decidiera desecharlo. Por otro lado yo tenia que crear un gancho para que la persona que recibiera el mensaje, en este caso TH o su secretaria, o cualquier otra persona a la que le enviara un correo con el enlace del blog, sintiera el impulso de abrirlo, lo que técnicamente se llama clickbait. Pero nunca había tenido la certeza de que TH hubiera recibido mi mensaje y hubiera accedido al contenido del blog. Era una incertidumbre. Este era el motivo real de que decidiera presionar a TH en el juzgado: necesitaba tantearla. Pero repito, no fue algo que tuviera planificado realizar en ningún momento, solamente me surgió la oportunidad de hacerlo dentro del juzgado.

También envié el enlace del blog a la madre de Clara. Ignoro el motivo, pero hasta la fecha (13-12-2022) todavía no me había bloqueado:

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Al padre de Clara el 30 de junio y fechas posteriores:

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Y a la misma Clara. A ella solo le envié dos correos, porque sabía que si enviaba más, sería interpretado como acoso:

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El padre me bloqueó en Facebook (como no podía ser de otro modo) y eliminó los enlaces del blog que publiqué en su muro. Cuando lo hizo, entendí que ya era consciente de mis intenciones. Comenzó una cuenta atrás para saber si finalmente se decidía a denunciarme, hecho que involuntariamente me confirmó TH en los juzgados de Cartagena, cuando me afirmó que ya estaba denunciado.

Obsérvese en los mensajes a Clara y sus padres, que no hay una sola mala palabra, amenaza o insulto. Tampoco la hubo en mi discusión con TH en los juzgados, a pesar de que difundió lo  contrario a través de La Sexta.

Después del primer mensaje a TH, comencé a mandar constantemente correos electrónicos, así como mensajes y publicaciones en muros de cuentas de Facebook con el enlace del blog. Al principio lo hice muy tímidamente. Me interesaba que se divulgara su contenido. Estos dos medios eran muy limitados para la difusión, pero eran la única herramienta de la que disponía. El blog no tenía visitas si no lo anunciaba constantemente en los mensajes y correos. Hice envíos a personajes públicos o anónimos, a colectivos, asociaciones, instituciones, periódicos y televisiones, bufetes de abogados, etc

Por ejemplo, lo envié a todo el TSJN de Pamplona, con mi dirección incluida, el 1 de julio:

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A la Policía Nacional:

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A la Policía Foral de Navarra:

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La policía municipal de Pamplona:

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La Fiscalía Nacional de violencia contra la mujer, también con mi dirección:

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Recibí su correspondiente acuse de recibo:

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A la Fiscalía de Navarra:

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A Rebeca Álvarez López, la terapeuta de Clara, que dicho sea de paso, no declaró en ningún juicio en el que Clara fuera denunciante:

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A la Audiencia de Navarra, sala segunda, cuyo presidente es el juez Cobo Sáenz:

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Al ayuntamiento de Pamplona:

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A Ana Fernández Garayalde, la trabajadora social que alojó a Clara en el piso de acogida en Pamplona, justo después de la denuncia:

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Al periodista y contertulio Antonio Maestre:

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A Joseba Asiron, alcalde de Pamplona durante el proceso del Caso de la manada. También me bloqueó:

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A la asociación Lunes Lilas de Pamplona:

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A la asociación Clara Campoamor. Fui bloqueado por ellos, lo cual significó una buena noticia para mí, porque accedieron al contenido del blog. Esta asociación es muy influyente, de hecho, se presentó como acusación popular en el Caso de Pozoblanco:

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Estaba verdaderamente interesado en que la información del blog llegara a estas dos asociaciones. Han tenido un peso mediático muy importante para la consecución de la condena de la manada. Además, su influencia dentro del gobierno de Navarra es poderoso; necesitaba utilizarlas para la difusión del blog dentro de los círculos de poder en Pamplona. Lo mismo ocurría con Tere Sáez Barrao, que desde 2017 a 2019 fue parlamentaria de Podemos-Ahal Dugu en el Parlamento de Navarra, y fundadora de la asociación Lunes Lilas:

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A la fiscal de delitos informáticos Escarlata Gutiérrez Mayo. También me bloqueó. Otra evidencia de que el blog resultaba incómodo. Esta fiscal podría dar el aviso para que se investigara, algo muy importante para mis intereses. El ámbito profesional en el que se desenvuelve esta fiscal es propicio para que se conociera la existencia del blog en las altas esferas del Estado: 

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Al Doctor en astrología y feminismo Miguel Lorente:

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A la periodista Ana Pardo de Vera. Sobre todo me interesaba a personajes influyentes, que pudieran dar la voz de alarma sobre la existencia del blog y así producir su difusión:

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Al diario ABC:

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A la actriz Jesicca Chastain, que a pesar de la distancia se había hecho eco con anterioridad del Caso de la manada. Lo curioso es que mi publicación aparentemente le interesó, pero finalmente lo borro:

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A la periodista Isabel Valdés, de El país:

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A Ángeles Carmona, presidenta del observatorio contra la violencia de género, otro personaje influyente. Por eso le adjunté mi dirección:

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Al ministerio de igualdad:

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A los diputados del congreso:

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Al Partido Popular:

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A Gabriel Rufián:

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A Santiago Abascal:

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Al Tribunal Supremo:

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A la fiscalía de Madrid:

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A Gonzalo Ruiz Eraso, jefe de comunicación del TSJN. Desde su puesto, hizo una gran contribución para la condena de la manada:

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A Carlos García Adanero:

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A Rafa Nadal:

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A Shakira:

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 Solo he mostrado unos pocos ejemplos, pero he enviado correos y mensajes, con el enlace del blog, a cientos de usuarios. 

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Lo que me gustaría que entendiera el lector es que ya no consiste en una cuestión de acoso burdo y estúpido contra Clara, sus padres, o su Abogada TH. Les podría haber presionado en su domicilio, su trabajo, o telefónicamente. Pero comprendía donde estaba el límite. Mi intención iba más allá de un acoso, era diferente. 

Por como se fue desarrollando el proceso del Caso de la manada, con la sentencia y las apelaciones en el TSJN y TS con fallo condenatorio, comprendí al igual que mucha gente, que la condena había sido impuesta de manera ejemplarizante, en realidad para evitar un efecto llamada, y que los recursos en instancias superiores iban a ser completamente estériles. Los tribunales habían mostrado una eficiencia y contundencia penal contra la manada digna de encomio, no solo con el caso de Pamplona; también con los procesos del caso de Pozoblanco, del robo de las gafas en la óptica de San Sebastián, del robo del teléfono móvil de Clara en el cubículo, y de las grabaciones (supuestamente sin consentimiento) del cubículo. Cualquier recurso del Caso de la manada era una vía muerta que no llevaba a ningún lado. 

Pensé que la defensa de la manada se podría atacar de otra manera. Clara cometió delito al mentir, en su declaración del juicio oral. Y eso estaba penado. Yo quería denunciarlo y lo consulté informalmente con un par de abogados, pero ellos me contestaron que solo podría hacerlo si era familiar de los 5 acusados. Obviamente me dejó contrariado. Le estuve dando vueltas al asunto, buscando una solución y pensé que si yo no podía denunciar a Clara, sin embargo, sí podía hacer que ella me denunciara a mi. La cuestión era evidenciar y manifestar en un tribunal el error judicial tan mayúsculo que el Estado se obstinó en imponer de manera tan autoritaria. Además, yo no entendía como no era posible denunciar a Clara por su comportamiento criminal, pero de manera inversa una organización gubernamental, como el Instituto Navarro para la Igualdad sí pudieron denunciar al creador del Tour de la manada (y aún más siendo inocente):

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Desde luego, esa acción es muy arriesgada, temeraria incluso, porque podría llevarme a la cárcel; pero también es mucho más cómoda y barata, porque al no ser yo solvente económicamente, el Estado pondría un abogado a mi disposición, y en caso de condena no pagaría la multa, ni las costas. De paso diré que el dinero que tenía ahorrado, unos 35.000 euros, los doné. Me quedé con un resto, para contingencias. El justificante de la donación es este:

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Supongo que pensarán de mí que soy un loco estúpido, un majadero descerebrado, mezquino, un mentecato o cualquier otro apelativo; pero desde luego no estoy dispuesto a sostener una farsa tan monumental con mi dinero. Y hasta este punto estoy decidido a llegar, hasta este punto estoy convencido de mi obrar recto, por tratar de sacar a la luz la verdad. Ya había recorrido tanto camino, que me parecía una cobardía echarme atrás. Era un punto de no retorno.

Soy consciente de que el blog va a tener una difusión muy limitada. Pero no era esa su función principal. Sé que su contenido es comprometedor para las autoridades y el Estado. Son verdades incómodas lo que en él se trata. Por ello además de presionar a Clara y TH, necesitaba hacerlo a otras personalidades del estado e instituciones. La denuncia ya no solo dependía de Clara y su abogada. También necesitaba ser investigado y denunciado por la fiscalía. TH y la fiscalía deberían actuar paralelamente. 

En realidad, las acciones de TH se encontraban por debajo en el escalafón. Clara y TH estaban siendo utilizadas por el Estado para mantener la gran mentira que ha sido el Caso de la manada. El Estado, con el gobierno a la cabeza, han tomado una hoja de ruta con acciones encaminadas a implantar la ideología de género, y el hito desde el que se ha basado su popularización, ha sido el caso de Pamplona. Es evidente que si se descubría que había sido una denuncia falsa, como lo fue el caso de Vanesa Gesto, la mujer del pegamento en la vagina, la autoridad del Estado quedaría en entredicho, porque se demostraba que había impuesto una condena a cinco inocentes por un supuesto bien común.

He mandado correos y mensajes a personalidades e instituciones del Estado, y por ello he supuesto que el contenido y el significado del blog ha sido entendido, que han comprendido mis intenciones. No solo tenía que presionar a Clara y Teresa Hermida, sino al propio Estado, que es quien verdaderamente mueve los hilos.

Yo tengo el precedente de Emilio Zola y su “Yo acuso”. Lo que hizo el escritor fue exponerse, crear un escándalo para dar a conocer y difundir la verdad del Caso Dreyfus. Y es lo que estoy tratando de imitar. Y es lo que estoy tratando de imitar, exponiéndome ante la justicia para evidenciar la corrupción del Caso de la manada.

El lector ha de entender que no soy un personaje público con miles de seguidores en las redes sociales. Si así lo fuera, bastaría con que publicara el enlace del blog en una cuenta personal de las redes sociales, y ello le daría una audiencia y difusión masiva. No tendría que molestar ni atosigar a nadie. Pero solo soy un desconocido y como tal, no tengo otro remedio que presionar con correos y mensajes individuales para difundir el blog. Y lo estoy haciendo de manera indiscriminada. No he presionado a Clara, sus padres o TH por una inquina personal. Quien considere que les he acosado, no tendrá más remedio que afirmar que también lo he hecho a todas las personas a las que les he enviado el blog.

No se verá en todo el blog una mala palabra o un mal pensamiento contra Clara. Creo que su falta de atractivo físico (yo tampoco tengo atractivo físico, TH puede dar fe de ello) ha condicionado su vida y su carácter negativamente. Lo que sí le achaco es su falta de valentía para reconocer la denuncia falsa. La chica de la feria de Málaga del 2014 terminó por admitir que no hubo violación. Pero es cierto que la situación de Clara es diferente al haber vivido un caso infinitamente más mediático que el de Málaga. Admitir públicamente su engaño supondría para ella el absoluto ostracismo. Imagínese el lector, el caso  de Vanesa Gesto, el desengaño que representó su denuncia falsa para la sociedad. Desde luego, la posición de Clara es mucho más compleja. Se han creado unas expectativas tan altas a favor de su causa, ha habido un apoyo social tan inconmensurable, que la simple idea de que todo haya sido un engaño resulta inadmisible para la sociedad, incapaz de asimilar la farsa tan magnífica en la que ha desembocado el caso. Si la verdad saliera a flote, supondría una revolución que las autoridades se verían imposibilitadas de contener.

Me gustaría hacerle unas preguntas a TH, o a quien corresponda, como al periodista Alfonso Pérez Medina, encargado de desarrollar la noticia de la Sexta sobre mí en los juzgados de Cartagena, o al juez instructor que previsiblemente investigue mi caso: si usted considera que yo la acosé en los juzgados de Cartagena ¿como describiría la noticia de la Sexta sobre el suceso? ¿Qué sentido, qué intención hay detrás de esa noticia? ¿lo hizo usted para resarcirse? ¿es usted la que ahora me acosa a mí a través de un titular televisivo? ¿es usted la que no quiere ser acosada y por ello utiliza a una cadena de televisión para que me acose a mi? ¿Cuál de los dos acosos justifica usted? ¿solo el suyo y el mío no? ¿o solo considera el mío acoso y el suyo no? ¿Nos acosamos mutuamente o verdaderamente no lo hicimos? Si yo hubiera presionado a la abogada de Vanesa Gesto para desenmascarar el comportamiento doloso de esta ¿Cómo lo consideraría usted?¿Sería acoso?

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Y vayamos un paso más allá ¿considera usted que los cientos de mensajes y correos en los que he adjuntado la dirección del blog son un acoso a los destinatarios? Porque al final, la esencia de los correos y mensajes tanto a Clara, los padres y su Abogada TH, como del resto es la misma: la difusión de la información del blog.

También me gustaría lanzar unas preguntas al lector que considera culpables al grupo de la manada: ¿Cómo es posible que después de seis años trascurridos desde que estallara el caso, tras una sentencia firme, haya gente que siga obstinada en defender la inocencia del grupo? ¿Lo hacemos por rebeldía? ¿Por mezquindad o estupidez supina? ¿por resentimiento? ¿Qué nos mueve a hacerlo? Si nadie en su sano juicio defendería a el “chicle” o Ana Julia, sin embargo sí se hace por los 5 de la manada ¿eso no le da qué pensar a los detractores del grupo? ¿de verdad piensan que estamos tan profundamente equivocados? Si la propia hermana del Chicle renegó de él ¿Cómo es posible que las 5 familias de la manada defiendan unanimemente la inocencia del grupo?¿No deberían renegar también de ellos?

En cuanto a mi motivación personal para publicar el blog, hay varias razones, dos de las cuales son: primero, no iba a tolerar que los hijos de algunos de los acusados crecieran con la incertidumbre de que sus padres fueran considerados unos violadores; Y segundo, por la valentía mostrada por el juez Ricardo González, que no se arredró, que se negó a pasar por el aro; por su integridad, honestidad, rectitud; por su negativa a aceptar el chantaje y las amenazas, dentro y fuera del TSJN. Me entristecía que una persona valiente como él no fuera respaldada de una manera más visible. Fue él quien con su decisión de absolverles cargó con el colosal peso de que en el futuro se pudiera demostrar la inocencia de los 5. El dejó la puerta abierta a esa posibilidad. Espero, deseo que se termine restituyendo su honor. Creo que llegará ese día.

Piensan los que defienden la culpabilidad de la manada, que la cárcel o una multa, o el estigma social, como la amenaza velada de TH a través de la noticia de La sexta, pueden convencernos de la autenticidad de la violación. Recuerde el lector que ni a Zola ni al coronel Picquart les amedrentó el acoso recibido en la defensa de Dreyfus: el coronel fue encarcelado por ello y Zola tuvo que exiliarse en Inglaterra.

Son demasiadas evidencias, todas ellas descritas en el blog, para que haya llegado a la conclusión de que el grupo no sea inocente. Al final es una cuestión de sentido común; pero el Estado y los medios de comunicación se han obstinado en faltar a este, han retorcido y deformado la realidad de una manera inverosímil, en su afán de imponer un relato acomodado a un movimiento, o mejor dicho, a una moda ideológica. Investigue el lector, si verdaderamente quiere saber la verdad; yo lo hice desde 2000 km de distancia del suceso de los hechos. 

Los defensores y los detractores de la manada están absolutamente enfrentados, igual que ocurrió en Francia en el caso Dreyfus, entre los Dreyfusards y los Antidreyfusards. Son dos posturas irreconciliables, jamás podrán llegar a un acuerdo. Ninguna de las dos cederá, no hará concesiones. No existe un punto intermedio, que dicho sea de paso, fue lo que pretendió alcanzar el tribunal mayoritario de la primera sentencia. O la Tierra es plana o es redonda; o Dreyfus es culpable o es inocente; o Clara ha sido violada o no lo ha sido. Solo un bando está en posesión de la verdad, y no hay variedad de interpretaciones.

Es posible que el juez instructor que estudie mi caso personal, se vea obligado repasar y analizar nuevamente el sumario del Caso de la manada, algo que en realidad se habían negado a realizar los jueces de las apelaciones en el TSJN y el TS. El juez tendrá que tomar una decisión de si las información del blog es rigurosa o no. Si se interna en el blog comprenderá que estará ante un dilema. Por un lado, la información publicada es supuestamente secreto de sumario; digo supuestamente porque en la entrada 5 del blog, la de “las filtraciones”, doy evidencias incuestionables de que los periódicos y televisiones tuvieron acceso y publicaron información, durante la instrucción y después de esta, que también era secreto de sumario. Lo hicieron seis años antes de que yo lo hiciera y no les revistió ningún problema judicial (en realidad todo lo contrario) porque el TSJN fue connivente. Por otro lado, el juez instructor comprobará que las evidencias de la no violación de Clara son creíbles, son racionales y están argumentadas. Desde luego, no es que yo haya hecho un gran descubrimiento, pero sí tengo la libertad en este blog, como medio de expresión, de exponer una versión más completa de la realidad que la que pudieron hacer el juez Ricardo González, o los abogados defensores, limitados por el procedimiento judicial, ya que ello podría haber sido interpretado como especulativo.

Hay un párrafo en una obra de Stephen Hawking, titulada Agujeros Negros y Pequeños Universos, que dice lo siguiente: “Creo que estos juegos, los trenes, barcos y aviones, surgieron de mi ansia de saber como funcionaban las cosas y la manera de controlarlas. Desde que inicié el doctorado, esa necesidad quedo satisfecha por mis investigaciones cosmológicas. Si uno comprende como opera el universo, en cierto modo lo controla.”. Y eso era lo que me ocurría con el Caso de la manada; necesitaba comprenderlo, necesitaba penetrar en el suceso como un espectador y testigo virtual; y al entender lo ocurrido aquella noche, ya sentía que “controlaba el caso”; porque cualquier argumento (siempre eran argumentos comunes, manidos, e inconcretos) que fuera utilizado para justificar e imponer la culpabilidad del grupo, podía refutarlo con detalles y evidencias incuestionables.

Cómo ya argumenté al final de la sexta entrada del blog “la manada y Dreyfus”, considero que este caso ha sido un error judicial. Verdaderamente ha sido más que eso, ha sido un caso de corrupción por parte de Estado. Supuestamente, la culpabilidad de los 5 acusados está probada porque así ha sido dispuesto al alcanzar el caso el grado de sentencia firme. Pero conviene no olvidar que gran número de los errores judiciales admitidos por el Ministerio de Justicia han sido con sentencia firme; sirvan los ejemplos de Ricardi, Van Der Dussen, Tommouhi/Mounib y José Antonio Valdivieso. Por lo que tecnicamente siempre estará abierta la puerta a una posible revisión del caso. 

Imagine el lector que este blog hubiera sido creado con la intención de defender la inocencia de Dolores Vázquez Mosquera en el Caso Wanninkhof, cuando todavía era considerada culpable de asesinar a Rocio Wanninkhof 

Imagen 132

        ¿Hubiera sido legítimo, estaría justificado moralmente la publicación y difusión del blog? ¿Y judicialmente? ¿sería justo presionar a la parte acusadora del caso con la existencia del blog? La respuesta es sí, tanto en el supuesto del Caso Wanninkhof como en el Caso de la manada, porque considero que la libertad de expresión, de información y de prensa son derechos que pueden ser utilizados por un ciudadano para dar a conocer la verdad, para poder contrarrestar la tendencia mediática negativa que llevaron a la consecución de una condena (injusta, o mejor dicho, ilegal) al grupo de la manada. Y esos derechos priman sobre el derecho al honor de Clara, que queda supeditado a los dos anteriores. De todas maneras, estas ideas ya las defendí en el final de la entrada sexta del blog, por lo que hago es volver a remarcarlas, ya que pienso son esenciales.



 

        También me gustaría añadir que Teresa Hermida hizo declarar en el juicio de Cartagena a una supuesta terapeuta, llamada Eva María Aguilar Romo:

Imagen 133

        Esta supuesta terapeuta resulta que no es psicóloga, sino médico internista:

Imagen 134

        Teresa Hermida ya hizo que declarara anteriormente a esta médico internista, en el juicio del Caso del “Tour de la manada”:

Imagen 135

Imagen 136

        Lo que quiero que comprenda el lector es que Teresa Hermida ha sido reincidente en un acto delictivo, ya que ha hecho testificar a una médico sobre los problemas psíquicos (y la auténtica naturaleza de estos, si se debieron a una violación o al temor a la difusión de los videos e imágenes del cubículo o pornovenganza) de Clara, tanto en el juicio de J. Sánchez, como del Tour de la Manada; pero este tipo de declaración solo corresponde a un psicólogo, y E. María Aguilar Romo no lo es.(Obsérvese en la imagen 131 como quedó patente en el juicio oral que Clara tenía miedo a que la reconocieran. Desde luego este hecho casa mejor con la idea de que ella tuviera estrés por la difusión de los videos e imágenes, que al miedo que le suscitara la compañía de varones extraños o ambientes opresivos. Clara tenía miedo a que la reconocieran; igual que la chica de la denuncia falsa de la feria de Málaga del 2014; igual que Verónica, la trabajadora de la IVECO; igual que el teniente coronel de la UME de torrejon de Ardoz; igual que Santi Millán por la difusión de un video sexual en el que participaba. Todos estos ejemplos ya han sido nombrados en la entrada 3 del blog, en las mentiras de Clara). Por tanto ¿Puede, pues, ser presionada Teresa Hermida, una letrada que ha hecho declarar fraudulentamente, por 2 veces, a una falsa terapeuta? le recuerdo al lector, que en el juicio de Alberto Quintana, Teresa Hermida no hizo declarar a ninguna terapeuta, y en el caso de Eric el barcelonés, tenía previsto también la declaración de Eva María:

Imagen 137

         Piénsese, que la declaración de los psicólogos Alfonso Sanz Cid y Olatz Echeverría Jauregui en el juicio del Caso de la manada por parte de la defensa, no fue aceptada en ningún aspecto, a pesar de la validez de sus currículums. Tal es la doble vara de medir; se valida la declaraciones de E.M.A.Romo sin ser psicóloga cuando declara por parte de la acusación, y se invalidan las declaraciones de Sanz Cid y Echeverría como declarantes de la defensa:Imagen 138

Esa es la gravedad del asunto: nunca ha declarado ningún psicólogo como parte de la acusación en todos los juicios en los que ella ha intervenido, incluido el Caso de la manada, a pesar de que Clara declaró en este juicio que comenzó a asistir a la primera sesión con su psicóloga en septiembre del 2016:

Imagen 139

Imagen 140
Espero que el lector pueda ahora entender con mayor profundidad y objetividad mi altercado con Teresa Hermida en los juzgados de Cartagena. Es algo más complejo que un burdo acoso; no puede ser descontextualizado de la complejidad que supone evidenciar la corrupción del Caso de la manada (como lo fue demostrarla en el Caso Dreyfus después de 12 largos años de proceso) y de los casos derivados con el Tour de la manada, de Alberto Quintana (recordemos que en este caso no declaró ninguna terapeuta), y Josele Sánchez.

    Esta semana del 8M del 2023 me he enterado que en el juicio de Alberto Quintana, no solo no declaró ninguna terapeuta. Además, TH presentó un informe médico (que no psicológico) como prueba, firmado por EMARomo pero sin ser corroborado por esta en juicio. Alberto Quintana fue procesado dos veces, pero en el segundo caso fue absuelto por injurias, que era el motivo del que se le acusaba. Pero ya en este segundo proceso, TH sí tenía programada la declaración de EMAR en el juicio oral. A partir de este segundo proceso de Quintana, las declaraciones de EMAR en juicios orales, se han convertido en una práctica habitual por parte de TH; esta médico internista sí declaró en el juicio del tour de la manada, en el juicio de Josele Sánchez, así como estaba previsto que declarara en el caso de Eric, aunque finalmente no lo hizo, ya que este se declaró culpable.

    Transcribo algunos extractos de puño y letra de TH sobre el caso de Alberto Quintana. Obsérvese como la abogada no duda en otorgarle a EMAR una competencia profesional de psicóloga, aunque solo sea médico internista:

    en el acto de la vista por esta representación se aportó como prueba documental el informe sanitario emitido por la perito-médico Doña Eva María Aguilar Romo, quien viene tratando a la denunciante desde que sufriera la agresión sexual en julio de 2016, el cual fue admitido por el Tribunal y no impugnado por la defensa del acusado, dándose veracidad al contenido del mismo… en dicho informe, se hace constar que tras la publicación de la fotografía objeto de acusación por el Sr. Quintana, se recrudecieron los síntomas de estrés postraumático que la denunciante padecía tras la agresión sexual sufrida, a lo que se añadía sentimientos de humillación y vejación, además de sentimientos de pánico ante la posibilidad de poder ser reconocida (Trastorno de estrés postraumático que por otro lado, según los síntomas relatados por TH corresponden a una TEPT por porno-venganza)… Lo que le provocó sentimientos de mucho miedo y humillación, “me sentí además denigrada totalmente”... Y por lo que continua recibiendo tratamiento psicológico… así como de la documental médica antedicha (que no psicológica)...Por último, del propio informe médico aportado, el cual, como ya se ha indicado, no fue impugnado por las partes intervinientes en el procedimiento, y que acredita el estado emocional, psicológico, y sintomatológico sufrido por la víctima a consecuencia de la fotografía publicada por el acusado, y el reconocimiento por sus allegados… ésta no se encontraba con la suficiente fuerza para tomar acciones legales y todo lo que supone llevar algo a juicio. No estaba preparada psicológicamente, evitando así una segura revictimización secundaria, pues no debemos olvidar que nos encontramos ante una mujer que lleva recibiendo tratamiento psicológico desde julio de 2016 (mentira, porque la propia Clara afirmó en el juicio de la manada, que empezó su tratamiento psicológico en septiembre del 2016), y que ha visto recrudecidos sus síntomas por acciones como las ejecutadas por el recurrente… para concluir que al margen de sentirse humillada y vejada por el acusado, sintió pánico y miedo de que la gente pudiera reconocerla al poder ser identificada mediante la misma, algo que finalmente sucedió… A consecuencia de ello, y como también quedó acreditado de la propia documental consistente en el informe médico aportado en el que consta el estado psicológico y sintomatológico de la víctima, y que como se ha venido reiterando a lo largo de nuestra oposición al recurso de apelación formulado de contrario, el mismo no fue impugnado por las partes dando por válido su contenido, la denunciante sufrió una agravación del trastorno de estrés postraumático que padece desde la agresión sexual sufrida en julio de 2016, recrudeciéndose los síntomas sufridos como, insomnio, nauseas, palpitaciones, llegando a tener que retomar el tratamiento farmacológico tras tener conocimiento de la publicación de esa imagen por el acusado. Lo que llevó a la víctima a abandonar sus estudios universitarios para marcharse a vivir al extranjero durante más de tres meses, (más adelante se verá el verdadero motivo de esta sintomatología expuesta por TH en relación a Alberto Quintana) y alejarse así, como consta en el propio informe médico, de estos estímulos nocivos...Causando con su actuar un empeoramiento grave en el estado sintomatológico de la víctima, quien actualmente se encuentra aún sometida por dichos hechos a tratamiento farmacológico y psicológico. Produciendo el recurrente un agravamiento del padecimiento de estrés postraumático que viene sufriendo la denunciante desde el año 2016, y un recrudecimiento de los síntomas, a los que además se añade miedo y pánico a poder ser identificada por otras personas, y que la llevó a abandonar sus estudios universitarios y a marcharse más de tres meses a residir al extranjero.

    A título personal, que no me vengan con historias que de donde he sacado toda la información del blog, que si esta es secreto de sumario, porque el video del Caso de Pozoblanco fue sacado ilegalmente de uno de los móviles de los acusados de la manada, y utilizado como prueba para condenarles en este caso. 

  No es posible entender de manera aislada e individual (ni siquiera jurídicamente) el Caso de la Manada si no es vinculado con los posteriores casos derivados. Se ha de entender y razonar de manera conjunta y global, como un continuo.  

A continuación transcribo la declaración completa de EMAR en el juicio del Tour de la manada, ya que su testimonio es decisivo para entender el estado psicológico de Clara. Es muy significativa dadas sus contradicciones con los datos que voy ofreciendo en este anexo:
María Alemán, Jueza- Hola, buenos días
EM- Buenos días
MA- ¿es usted EMAR?
EM- Sí
MA- ¿Jura usted o promete decir la verdad sobre lo que se le va a preguntar en este acto?
EM- Sí
MA- Tengo la obligación porque así lo dispone la ley de avisarle que si usted miente puede cometer un delito. Le voy a pedir que conteste por favor, la interroga en primer lugar la letrado que la prpone de la acusación particular, y después la señora fiscal, y el abogado de la defensa. Señora, tiene usted la palabra
TH- Sí con su venia señoría. Buenos días... ¿usted ha prestado asistencia médica a la víctima de la agresión sexual sufrida en Pamplona el 7 de julio del 2016?
EM- Sí
TH- Tras ese evento traumático con síndrome de estrés postraumático ¿siguió la víctima en tratamiento psicológico?
EM- Sí, yo conocí a la víctima en abril de 2017, pero me consta que seguía tratamiento psicológico desde justo el evento traumático, y lo ha seguido periódicamente desde entonces hasta hace muy poco.
TH- También tenía tratamiento farmacológico ¿verdad?
EM- sí, sí sí ansiolíticos fundamentalmente
TH- ¿entonces siguió usted desde el 18 de abril del 2017 hasta casi la actualidad ha seguido usted su evolución médica?
EM- Bueno, digamos que desde la actualidad eh... no sé hasta qué punto puedo expresarme más o menos, pero la víctima tiene un importante rechazo a ir al hospital porque le hace revivir todo el evento y todo lo que conlleva y conllevó el evento, entonces muchas veces eh... hemos mantenido una revisión de algún modo informal por vía telefónica, como hago con otros pacientes, por diferentes motivos.
TH- ¿Es cierto...
EM- Es decir, que estoy en contacto... Perdón
TH- No no, perdón...
EM- No, que sigo haciéndole revisiones y sigo conociendo su actualidad sobre su situación de salud.
TH- ¿Es cierto que usted tuvo conocimiento por la propia paciente de esa página web, de esa elaboración y creación y difusión, de, una página web con una ruta turística, con todos los puntos de Pamplona que recorrieron sus agresores durante la noche del 7 de julio del 16?
EM- Sí, de echo fue uno de los momentos en que la revisión que hicimos fue telefónica porque ella no se encontraba ni siquiera en condiciones de acudir al hospital, eh, y fue en el mismo momento que ella conoció la existencia de esa página web, sintió pánico ella.
TH- ¿Es cierto que ella a partir de ese momento, como usted dice por el temor, por la fobia que le causa ir a los hospitales rechazó varias citas médicas y no acudió a las mismas?
EM- Sí, sí sí, fue... fue difícil y además, yo no la quise presionar porque, la última vez que había venido al hospital realmente, bueno pues lo tuvimos que tratarla con ansiolíticos ahí, con lo cual hicimos el seguimiento telefónico hasta que ella se encontró en condiciones de venir presencialmente a la, al hospital.
TH- ¿y cuando accede presencialmente al hospital es el 30 de abril del 2019?
EM- Correcto, sí.
TH- ¿es cierto que...? bueno ¿Qué síntomas recuerda usted que padecía la víctima tras la... tras la agresión sexual?
EM- Bueno, síntomas eh... fundamentales en cualquier... eh... trastorno de estrés postraumático ansiedad, es decir, nauseas frecuentísimas, eh... imsomnio constante, palpitaciones eh... dificultad para respirar, y sobre todo una, un empeño en evitar cualquier circunstancia que le recordara los hechos.
TH-¿ Esos síntomas se vieron agravados por hechos como el Tour de la manada?
EM- Muchísimo, muchísimo, de hecho ya digo que telefónicamente hasta abril del 2019 que pudo acudir a la clínica le aconsejé medidas ya farmacológicas no solo psicológicas.
TH- ¿Incluso le dijo usted o le prescribió usted o le pautó usted que pudiera ir a un psiquiatra?
EM- Sí, y me consta que... me consta que fue, me consta que fue, sí. (Si le consta que fue ¿por qué no fue a declarar ese psiquiatra a ese juicio, si podría haber refrendado los problemas psicológicos de Clara?)
TH- ¿Y le consta también o usted también le manifestó que sería bueno que volviera a salir de España otra vez, a marcharse fuera?
EM- Sí, si si por supuesto, por supuesto, ya lo hizo eh... en diciembre si no recuerdo mal, en diciembre del 2018 eh... estuvo, si no recuerdo mal dos meses fuera de España, lo que le vino fenomenal, y a raíz de toda la exacerbación de los síntomas que tuvo desde diciembre del 2018 con el tour de la manada sus padres y yo le volvimos a aconsejar lo mismo.
TH- ¿ y qué sentimientos o qué sensaciones le transmitió a usted la víctima cuando le relató la creación y la elaboración y la difusión de ese tour de la... de esa ruta turística de la manada? ¿Qué sensaciones  o qué sentimientos le manifestó?
EM- Fundamentalmente dos: el de humillación, se sintió tremendamente humillada porque, bueno en fin yo creo que es obvio, y... en segundo lugar, se exacerbó otro sentimiento que desde el inicio, de todo ese cuadro que era, o salir a la calle o ir incluso a las clases de la universidad (luego entonces no abandonó los estudios) porque lo que no quería es que la gente la reconociera, como la víctima de la manada, perdone la impresión, entonces a raíz de... de diciembre del 2018, cuando surge el tour de la manada, otra vez el nombre de la víctima y el caso aparece en redes y otra vez vuelve a revivir el pánico, que ya no era miedo, el pánico, a ser reconocida por la calle y a ser señalada y, en fin.
TH- No hay más preguntas señoría.
MA- Gracias. Señora fiscal ¿alguna pregunta?
Fiscal- Ninguna pregunta señoría.
Ma- Gracias. Señor letrado ¿alguna pregunta?
Abogado- Sí, con su ilustrísima. Eh... La anterior visita esta que... que recoge el informe aportado por la acusación fue el 9 de mayo del 2018 ¿es así?
EM- EH... Es... sí, señor no dispongo del informe aquí ahora mismo porque es todo electrónico y yo no dispongo del informe, pero si no recuerdo mal, creo que hubo otra visita en diciembre del 2018.
Abogado- ¿Está segura?
EM- Eh ahora mismo no, necesitaría acceder al sistema informático del hospital.
Abogado- Vale. Si hubiera otra visita, hubiera estado en el sistema informático del hospital, usted lo vería reflejado ¿no?
EM- Sí.
Abogado- Sí. Entonces si no está
EM- Salvo que...
Abogado- Es que no está, no existe esa visita.
EM- Claro, probablemente como le digo, ha habido muchas visitas, como hago con otros pacientes, por vía eh... telefónica. Y eso no constaría obviamente.
Abogado- Esas llamadas no las refleja en ningún sitio ¿no?
EM- ¿Perdón?
JJO-Las llamadas que usted tiene, las consultas telefónicas a las que hace referencia con sus, con sus pacientes, usted no las refleja en el historial del hospital ¿no?
EM- Sí, sí sí sí el día que acuden a la consulta, con fecha de ese día, hago referencia a que anteriormente hemos hecho un seguimiento telefónico.
JJO-¿Sí? O sea que si hubiera hecho un seguimiento telefónico lo hubiera puesto en el en la visita del 30 abril del 2019.
EM- No es obligatorio pero lo suelo hacer constar.
JJO- ¿Lo suele hacer? vale ¿por qué entonces no ha hecho constar en el informe médico ni una sola vez las llamadas telefónicas de Clara?
E- Sí.
JJO- Vale. También, eh... el 30 de abril del 2019, hace referencia a que al parecer la víctima ha estado recibiend... mensajes anónimos por diferentes vías, móviles, redes sociales, páginas web haciendo referencia a lo que le ocurre, en la experiencia pasada en julio de 2016 ¿es así? O sea...
EM- Sí.
JJO- En abril también se habló de ese tema, que seguía sufriendo los mensajes.
EM- Sí sí por supuesto
JJO- Vale ¿Y ese, esa situación no ha tenido ningún tipo de incidencia en un posible agravamiento del, del trauma de estrés postraumático?
EM- Por decirlo de alguna forma... eh... la víctima había normalizado eh... ese tipo de acoso y sus padres la tenían muy protegida en ese sentido, haciendo de cortafuegos, para que le llegara el, el mínimo posible de ese tipo de mensajes, eliminando redes sociales, cuentas en redes sociales etc etc. Luego, digamos que era algo habitual y en... en año y medio dos años que se estaba produciendo eso, los padres de la víctima y... las, y otros asesores habían conseguido minimizar que le llegaran a ella personalmente todos esos mensajes.
JJO- Eh...¿ de cuan ¿sabe usted si en diciembre salió publicada la sentencia de que iba sobre este caso?
EM- Sí.
JJO- En los medios de comunicación ¿y eso, afectó a la víctima?
EM- Eh...
JJO- ¿La repercusión en todos los medios le afectó de alguna manera?
EM- ¿El hecho de que saliera la sentencia, me está preguntando usted?
JJO- Se volviera a hablar de los, de los mismos hechos, se volviera a discutir sobre si, el debate político que hubo ¿le afectó o no le afectó?
EM- Inicialmente... eh si no recuerdo mal y me tienen que disculpar, en diciembre fue cuando salió la sentencia definitiva... eh no sé si es así, quiero lo que quiero decir es que cuando salió la sentencia definitiva que todos conocemos, la primera repercusión sobre la víctima y su familia fue positiva. Y  después como estoy diciendo, los padres de la víctima la han protegido mucho, para que no tenga acceso a toda esa información que obviamente se moviliza.
JJO- Ninguna pregunta más señoría
MA- Gracias bien pues señora ha terminado su declaración.

Y aquí está el informe médico aportado por TH en el proceso del mismo Caso del tour de la manada: 
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Imagen 146
Es curioso que EMAR no haya consignado ni una sola consulta telefónica de Clara en su historial médico, a pesar de que suele hacerlas constar, según afirmó en el juicio del Tour de la manada:
EM- Claro, probablemente como le digo, ha habido muchas visitas, como hago con otros pacientes, por vía eh... telefónica. Y eso no constaría obviamente.
Abogado- Esas llamadas no las refleja en ningún sitio ¿no?
EM- ¿Perdón?
JJO-Las llamadas que usted tiene, las consultas telefónicas a las que hace referencia con sus, con sus pacientes, usted no las refleja en el historial del hospital ¿no?
EM- Sí, sí sí sí el día que acuden a la consulta, con fecha de ese día, hago referencia a que anteriormente hemos hecho un seguimiento telefónico.
JJO-¿Sí? O sea que si hubiera hecho un seguimiento telefónico lo hubiera puesto en el en la visita del 30 abril del 2019.
EM- No es obligatorio pero lo suelo hacer constar.
JJO- ¿Lo suele hacer? vale 
E- Sí.
El psicólogo argentino Lucas Vázquez Topssian describe más abajo el trastorno de estrés postraumático por pornovenganza. Los síntomas descritos por el psicólogo coinciden con los expuestos por EMAR en su informe médico sobre Clara:
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Imagen 148
Imagen 149
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He encontrado publicado un trabajo en internet para la titulación en psicología en la universidad de Azuay, de una estudiante ecuatoriana llamada Antonella Paulina Nivelo Noguera. El trabajo se titula “Afectación psicológica en mujeres víctimas de porno venganza; un análisis de casos”:
Imagen 151
Es un trabajo muy interesante por los testimonios de las mujeres que sufrieron porno-venganza. Los transcribo aquí abajo (la negrita subrayada es mía). Los nombres de las víctimas fueron cambiados por la autora para proteger su anonimato. Honestamente, los textos son extraordinarios. Fíjese el lector que las 5 víctimas no hacen ninguna mención, nada relacionado con el hecho de haber sufrido una violación, a pesar de relatar unos síntomas severos por el TEPT:

ESTHER
“Bueno le cuento, esto me pasó hace unos seis años le podría decir. Yo justo estaba con mi primer hijo de meses, había salido embarazada jovencita, ahí sí estaba con mi pareja en ese entonces papá de mis hijos, nos llevábamos bien, no vivíamos juntos, yo le quería a él. A veces nos veíamos cuando él tenía ganas de estar en la cama conmigo, él me buscaba, pero no era muy afectivo ni querendón conmigo, ni con mi hijo. Solo llegaba a dar para los pañales, él le veía un rato al guagua y se iba, era bien frío de carácter. En ese tiempo yo era más joven. Una noche quedamos en salir con él y con otros conocidos a un baile, yo dejé encargando a mi hijo con mi hermana, yo ese tiempo vivía con mi hermana, él vivía con sus abuelos. Salimos después de tanto tiempo, me acuerdo de que estábamos en casa de unos amigos de él, bueno nos tomaríamos que le digo, algunos tragos. Yo estaba pasada de licores y le digo no recuerdo lo que pasaría, solo recuerdo que estaba bien malita y mi pareja me decía ¡vamos al cuarto arriba!, como era una casa en donde estábamos, supongo que yo accedí a subir, no sé bien. En ese momento me acuerdo de que él me desnudó y me empezó a tocar, yo estaba tomada, ni fuerzas tenía para levantarme, pero medio si me acuerdo algo. Bueno la cosa es que amanecí ahí con media ropa afuera, asustada, más porque nunca llegué a verle a mi hijo que tomaba seno aún; mi pareja no había, no estaba ahí, no sé qué pasó que ese rato no estaba ahí conmigo. Bueno me cambié, decía ¡Diosito lindo! que me habría pasado, oiga un miedo ese rato. Había ahí unos borrachos amanecidos y él no estaba ahí. Cuando llegué a mi casa, mi hermana me metió una piza, ya le digo que hasta ahora me acuerdo. Pasa el día y empiezo a ver en Facebook fotos mías, me horroricé, viéndose todito, mis partes, mi ropa interior, yo ahí acostada, borracha y este sinvergüenza ahí a lado mío riéndose para la foto, que bestia de pesadilla la que yo viví. Este sinvergüenza ha dejado entrar a sus amigos, dejándoles que me tomen fotos desnudas, yo sin ropa viéndose todo de mí. Fue una cosa bien fea y este bruto nunca apareció, le llame tanto y me negaba, yo estaba tan mal y que vergüenza que mi familia me vea en esas fotos y con miedo de mi mamá, mis hermanos me dieron la espalda ese rato. Yo no quería salir de la casa, aquí es pequeño, aquí todos nos conocemos. Este sinvergüenza apareció a la semana a insultarme, encima él más bravo, no quería saber nada de mí, ya le digo no me quería ver, yo no sabía qué hacer. En unos meses me enteré de que se ha ido a Estados Unidos, a quedarse allá y luego me enteré de que estoy embarazada otra vez de él. En palabras simples me abandonó, se largó lejos, me dejó con otro guagua, bueno ahora hace un año no más es que está mandando plata para los niños, porque antes ni se dignaba en buscar o llamar a sus hijos, yo me quedé muy mal.” 
Me sentí avergonzada, decía ¿por qué a mí?, me quedé mal un buen tiempo, solo pasaba triste, llorando. Yo gritaba ¡por qué a mí Diosito!, me golpeaba el pecho, me acordaba de esas fotos desnuda, me sentía sucia, me sentía humillada, que toda la gente me viera. Que arrepentimiento tomar el trago, qué odio le siento a ese sinvergüenza porque él me llevo a estar así. Yo ya no quería salir a ningún lado, ni a comprar a la tienda, ahí todos me conocían en el barrio, dese cuenta de que ni ganas de comer tenía, mi hermana decía ya come hija te vas a enfermar y yo no quería. Mi hijo tierno ese tiempo (…), hasta la leche se me secó, me hice un palo de flaca, me enfermé, me había dado anemia, ya estaba amarilla parecía muerta en vida. Tanto me afectó, me sentía extraña, decía no soy yo la que estoy viviendo esto, porque me hacen esto a mi decía”
Me sentí humillada, me sentí sucia, sentía y siento pues repugnancia. Me preocupaba que me vean tantas personas, quería que desaparezcan esas fotos”  
“Tenía mucho miedo, primero porque tanta gente me vio mis partes con poca ropa (…), yo me encerré en la casa, no quería salir. Yo nunca hice frente en alto para callar a esos infelices, yo no podía decir nada, sino mis hermanos me caían, porque decían que yo era la culpable de lo que me había pasado. Nunca pude contar a alguna amiga por vergüenza e lo que me podría decir (…), yo lloraba siempre y muchos meses callé, nunca pude hablar con nadie sin que me juzguen o llorar con alguien 
Me sentía muy avergonzada y culpable, si no hubiese ido a ese baile y tomado, nada me hubiera pasado y hubiese sido otra historia, hasta ahora mismo siento un poco de culpa. Llevé por mucho tiempo esa vergüenza, esa fea sensación en mi pecho de haber cometido ese error, me siento culpable de haber dejado mostrar mi cuerpo borracha y no poder defenderme” 
Sentía odio a mi pareja ese tiempo, meterme con un poco hombre que no me cuidó, me hizo sentir engañada y usada” 
“Mi hermana me chirloteó, me pegó una piza, me dio con la veta bien fuerte, me dijo ¡prostituta, mal nacida, como he de estar revolcándome!, ¡para que te mando! me dijo ¡si vas a estar borracha, abandonas a tu hijo! me dijo, ¡ay no! mis hermanos igual me dijeron que sinvergüenza, que no tengo cara, no soy digna de estar ahí viviendo. Me mandaron de la casa, yo pobre a donde iba a ir si no tenía ni trabajo, con hijo encima. Ya cuando fui a ver a mi mamá ya le han contado, igual ella me regañó, me dijo ¡eso no le gusta a papá Dios! porque yo me dejé tocar, si debí ser una mujercita de mi puesto y aprender a cerrar las piernas, ahora Diosito me va a castigar por yo salir en esas fotos me dijo mi mamá. Yo lloraba oiga que tristeza escuchar a mi madre decirme eso” 
Me atacaron, me hicieron sentir una prostituta, me humillaron en los comentarios de esas fotos, me hicieron sentir una mujer cualquiera, había comentarios que me deseaban el mal, que no era una mujer digna, que eso es inmoral en nuestra ciudad, que era una vergüenza. Comentarios sucios y denigrantes hacia a mí, leía: ahí está la puta, ahí está la roba maridos, me ponían cuando me cobras, se burlaban de mí (…), me decían mosca muerta hecha la santa, mucha gente me atacó” 
“Qué va a pensar la gente, que soy una inmoral. De repente cuando viene algún extraño a comprar una gallina o legumbre, lo primero que pienso es: ¿qué me irá a decir? Los vecinos que me veían mal 
Hasta ahora siento mucha rabia, dolor y miedo. La gente es muy mala, hacen sentir mal a uno y eso más triste deja a las personas como yo, que pasamos por problemas ya sean los mismos o similares” 
“No era algo que yo veía como opción, no podía hacer nada y nadie me dijo tampoco que podía ir a la policía o alguna entidad de estas a buscar una ayuda, yo nunca pude enfrentar mi problema con la justicia, mis hermanos me dijeron que iba a ser vergonzoso si iba a la policía, no se me vino a la mente que eso podía ayudarme a salir de mi problema”
“No acudí a ningún doctor psicólogo nada de nada, mi familia decía que tenía que confesarme al padrecito ahí en la iglesia, que él me iba a mandar la penitencia y eso iba hacer que pare de llorar, nunca fui donde nadie profesional”  
“No tengo ninguna red social, mis hermanos hicieron que cierre y ya años que no tengo, celular tengo para lo que es llamadas y el WhatsApp, me da un poco de miedo” 
“Me siento contenta de haber estado escuchada por Ud., porque no le aburrí con todo lo que le conté, si pudiese decirle algo a alguien seria a mis hijitos, que no caigan en lo mismo que yo caí, y si llegase a pasarles a ellos, yo los escucharé y les estirare mi mano, porque yo sentí el rechazo y es feo para uno por que se sufre mucho. Estoy agradecida porque no estoy sola, primero tengo a mi Dios que está conmigo siempre y él va a hacer que yo me olvide de todo esto, no sé si pueda volver a confiar en alguien y menos tomar el trago o irme. Ahorita me siento más liberada no tengo nada más que agradecerle a Ud. por escucharme” 

RITA
“Esta desgracia me pasó hace como tres meses, resulta que yo tenía una relación súper tóxica antes de mi actual novio, con este men [hombre] duré como dos años, con él tuve mi primera vez y conocí el mundo del sexo, pero era demasiado posesivo, me celaba por todo, a mis papás no les caía bien, me decían que le deje, pero yo de tonta seguía con él porque le quería, hasta se quería  casar conmigo. Él tiene 26 años, si es mayor para mí (…). Yo iba a Cuenca a veces por las clases de modelaje, él quería ir conmigo a todo lado, era muy controlador, entonces yo ya me cansé, empecé a aburrirme de él. Yo siempre he tenido una vida social se pudiera decir bastante activa, me fue fácil dejarle, claro que él no quería, no me dejaba en paz, a veces venía a buscarme y hablaba con mi mamá, por poco y le rogaba para que yo regrese con él, así de tóxico se volvió. En fin, yo terminé con él, y al mes más o menos, conocí a un chico tierno y nos enamoramos, ahora es mi novio. Él en cambio, es el otro lado de la moneda, es tan paciente conmigo, esta relación cambió 180° a comparación de mi ex, nos dimos demasiada confianza, pasábamos mucho tiempo juntos, con él no había esto de la primea vez ni nada, yo con él ya estuve íntimamente rápido. Empezamos a tomarnos fotos nudes, él me mandaba o yo le mandaba por mensajes, incluso nos hicimos una sesión de fotos nudes [desnudos] con mi cámara y espejo, con poses como tipo Kama-Sutra, en fin, algunas fotos. Nos compartíamos en Messenger, en WhatsApp, nunca publicamos, porque son íntimas. Resulta que un día yo estaba viajando de Cuenca a Paute, y una amiga mía me llama y me dijo desesperada ¡Rita, Rita! ¡Revisa tu Facebook!, ¿Tú subiste esas fotos? Y yo dije: ¿Qué fotos? Y se cortó la llamada, se fue la señal. Entonces me quedé intrigada, hasta que logré contactarme otra vez y vi mi WhatsApp lleno de mensajes, capturas que me enviaron mis amigos, indicándome que hay una foto nude [desnudos] mía con mi novio puesta de perfil en mi Facebook, casi me muero ese rato. Entré a mi perfil, y cambié rápido la foto y empecé a temblar. Fue una pesadilla ese rato, creo que hasta me bajó la presión por que empecé a sudar frío Muy parecido a Clara, justo cuando salió del cubículo y se sentó en el banco Vio todo Paute la foto con mi novio, yo toda desnuda. Mi novio igual desesperado, preocupado; por un momento pensé que fue él, pero no, porque él a esa hora estuvo entrenando futbol. Mi exnovio tóxico me hackeó [secuestrar] el Facebook, por rumores que escuché, de que cuando se enteró que tenía novio se había puesto como loco, incluso a mí me llamaba a decir que volvamos y cosas como amenazantes (…). Él no soportaba verme feliz, yo creo que hizo eso para vengarse de mí y dejarme en ridículo al exponerme”. 
Me sentí un payaso, porque de ley me vieron todo el mundo, me da iras, me sentía triste, me llamaban mis amigas, pero no quería contestar; me preocupaba mi futuro (…). Eso me estresaba más que las mismas fotos, el poder encajar en algún lugar después de eso, me agarraba a llorar desesperadamente de la nada porque, pensaba si a mi hermanita le pasara igual, lloraba desconsoladamente, pero sin explicación. Sentía impotencia, pasé una semana encerrada en mi cuarto, sin darle la cara a mis hermanos, peor a mi papá (…). Fue una semana de encierro total, en todo sentido, tratando de olvidarme y quitarme las iras que tenía” 
Sentía total impotencia y muchas iras, este tipo me humilló, me exhibió y empezó la impotencia, la furia en contra no solo de él, si no de todas las personas que se atreven a invadir la privacidad de otra, y encima el derecho que se toman al exhibir algo nuestro” 
Yo me puse súper pálida, se me puso la sangre fría, sentía como que me faltaba el aire y una sensación de ahogo, me mareaba justo al llegar a mi casa. No dormí nada esa noche, recuerdo que no quería comer, seguía temblorosa, sudaba frío, me quedé nerviosa, bajé de peso un horror, no me cambié la ropa de dormir tres días seguidos” 
“Sentía que no tenía derecho a reclamar nada, porque a lo mejor yo me lo busqué. Con los ataques de mi papá me sentía impotente. No saber cómo pedir ayuda a mi papá me daba mucha ansiedad. Tenía miedo por el toxico de mi ex, de que me vaya a encontrar en la calle y hacer daño por venganza” 
Me empezó a salir demasiado acné del estrés que sentía. Mi cuerpo era como si un camión me pasó encima, no me cambié la ropa de dormir tres días seguidos” 
“A veces que sí me culpabilizaba por todo, por tomarme fotos con mi novio (…), empecé a creer que soy prostituta. Me culpaba por ser un mal ejemplo para mi hermana pequeña, me sentía culpable de ser quien era ese momento, por no ser la hija de modales, de buena educación (…), a veces hasta ahora me culpo.” Igual que Clara con sus padres según el informe psicológico de las periotos forenses del INML
“Quería matarle a este man [hombre], le deseaba lo peor, sentía mucha rabia por él, un odio único” 
“Mi mamá desde muy pequeña me advertía sobre las intenciones malas de los chicos, me acuerdo de que me decía que no debo dejarme llevar por desconocidos. Tuve sexo por primera vez con mi exnovio (…), empezó a decirme que me tengo que cuidar, ella misma a veces me compraba preservativos. Mi mamá siempre me hablaba de que debo hacer que me respeten y yo también respetar a los demás” 
Con mi papá nunca tuve una relación cercana, él nunca se portó conmigo como un papá, (…) me decía que era una prostituta por mi forma de vestir, cuando iba a fiestas me decía que no era una mujer de mi puesto. (…) yo siempre le respondía, nunca me quede callada, él me atacaba y yo le respondía el doble. (…) le llamó a mi mami a decirle que es una mala madre, que no me cuida, que soy una prostituta, que él tenía razón y me quería llevar a vivir con él y su amante. (…) le tenía iras a mi papá, él me atacó de la peor forma posible, hasta me retiró el apoyo económico que me daba. (…) nos alejamos” 
“Muchas veces recibía llamadas amenazantes de parte de él, me decía de que iba a hacer algo en contra de mi novio o de mi por haberle dejado. Mi mejor opción era no decir nada” 
La sociedad me ha tachado como puta, zorra, empezando desde mi padre, como una prostituta. Las fotos que yo me tomé con mi novio fueron la peor cosa que hice para la gente. Tengo muchas enemigas y recibía insultos de ellas a veces cuando iba a alguna fiesta, salía de fiesta, igual que Clara, eso no es un síntoma de evitación por violación me gritaban ¡ahí va la chica nude!, recibía mensajes con insultos en mi Instagram de perfiles falsos” 
“Me preocupaba, las personas más adultas que pensarán de mí (…), la gente me reconoce, notaba que cuchicheaban o se burlaban” 
“Mi mamá me dijo que tenía que asumir las consecuencias, que debí tener mucho cuidado al pasarme esas fotos con mi novio, que hay gente mala, (…) mis amigas me apoyaron un montón, incluso algunas habían posteado en sus perfiles publicaciones, para crear una cadena de apoyo para mí con sus formas de pensar cada una. Por ese lado me sentí apoyada de mis amigas que me enviaban mensajes de apoyo. Eso me ayudo a levantarme¿se sentiría Clara respaldada por sus amigas?¿o verdaderamente la respaldaban porque no conocían la verdad de su denuncia falsa?
El salir después de semanas fue difícil para mí, trato de evitar asistir a reuniones en donde haya mucha gente conocida. El modelaje me ha ayudado a olvidar poco a poco todo, simplemente me enfoco y mi mente se dispersa un rato, la relación con mi papá quedó peor que antes, ya no nos hablamos y es algo que me duele muchísimo, siento que no me quiere” 
Mi mamá al enterarse, lo primero que me dijo es:¡tenemos que denunciarle a este desgraciado!, yo me sentí apoyada por mi mami para poner la denuncia. Averiguamos en el Consejo Cantonal y nos dijeron que teníamos que llenar un formulario en línea, mi mami había llenado, hasta ver qué pasa” 
“No he acudido a un profesional, ya que me he sentido tranquila, mientras esté apoyada por mi mamá y mis amigas pienso que no necesito. Tal vez con el tiempo acuda para tratar de digerir lo que mi padre me dice, pero después” 
Yo inmediatamente cerré mi cuenta de Facebook, no quería que me vean, supongo había mucha gente que se guardó la foto, tenía contactos ahí de gente adulta como mis profes y mis tíos y no quería que me busquen. Cuando abrí otra cuenta, seleccioné gente de confianza, ya no compartí por chat fotos íntimas con mi novio por seguridad, me di cuenta de que no es seguro, prefiero evitarme otro problema o tener mala suerte de nuevo” 
“Me sentí a gusto con esta entrevista, siento que puedo ser vocera de muchas chicas, lo que me pasó no es algo que me detenga y me estanque, más bien me ayudó a ser más fuerte, quizás en mi posición yo fui más fuerte que otras mujeres que si se hundieron. Contar con un espacio por pequeño que sea, poder levantar mi voz para apoyar a otras mujeres me llena mucho, no quisiera que le pase a alguien más, porque es una pesadilla. Gracias porque me abrí con total libertad, me pude expresar y eso vale más que cualquier cosa” 

JULIA
“Todo inició hace dos años, dos años que han sido un martirio para mí, resulta que a mí me gustaba tomarme fotos de mi cuerpo, de mis pies, de mis partes íntimas, frente al espejo, y almacenada en mi teléfono en una carpeta privada. Yo tuve un encuentro amoroso con una persona, mucho más joven que yo, esta persona me volvió a la vida, porque con mi esposo ya no teníamos nada de intimidad, no éramos afectivos. En esta persona encontré todo, más allá de un amorío, me sentí joven, sentí que aún existe para mí lo pasional, sentí cosas que hace muchos años no sentía. En esa carpeta que le comento, también existían fotos mías, no completamente desnuda, pero si algunas partes eróticas con este chico. Un día, salí de fiesta con unas amigas y da la casualidad de que ese día en específico, ingerí mucho alcohol y no me acuerdo cómo llegué a mi casa, claro que mi marido en ese entonces echaba chispas de enojado, yo recuerdo que estaba en el baño vomitando, y no tenía noción de lo que pasaba. Resulta que ese momento mi marido aprovechó para coger mi teléfono y revisar mis conversaciones, mis fotos, y encontró mi carpeta privada en donde había todas esas fotos, y descubrió que estuve en una situación comprometedora con esta persona. Me agredió físicamente, me pateó mientras yo estaba en el baño borracha, luego fue y despertó a mis hijos para contarles todo. Amaneció y sí recordaba algunas cosas, pero yo era toda golpeada, el cuerpo me dolía, cabe recalcar que mi teléfono lo tenía él. Como no tenía mi teléfono llame a la casa de mi mamá a pedir ayuda, mis hermanos ellos preocupados me dicen: ¡Por Dios Julia! ¿En dónde estás? ¿Por qué no contestas?, yo les expliqué lo que había pasado y en ese momento me informan mis hermanos y mis sobrinas, que mi perfil de Facebook y el grupo de WhatsApp que teníamos con mi familia estaba lleno de fotos mías desnudas, con frases en contra de mí que decían: esta mujer infiel, prostituta, etc. Mi exmarido desde mi perfil, con mi teléfono en sus manos, había publicado mis fotos, con frases terribles, había compartido también en mi grupo familiar de WhatsApp. A raíz de eso cada vez que podía mi exmarido me gritaba, me sacaba en cara, era una pesadilla la convivencia con él. Hace poco firmé el divorcio con él, pero aún seguimos viviendo en el mismo techo por cuestiones económicas, estamos pasando un momento muy duro (…). Ya que tengo un hijo adicto en un centro de rehabilitación que cayó a raíz de esta situación (…). Yo dejé de tener contacto con el joven, por temor a mi exmarido y porque no era correcto que yo siguiese con él. Mi exmarido me obligó e intentamos rehacer nuestro matrimonio pese a todo lo sucedido, a veces me buscaba para estar íntimamente, aunque yo por dentro me sentía mal. No soy la única mala del cuento, él también me fue infiel cuando mis hijos eran chiquitos y yo le perdoné”. 
Al principio todo era una pesadilla, es algo para una mujer tan traumático, que no lo puedo explicar, son tantas cosas que me atropellaron unas tras otras, me dolió tanto en el alma. Me sentí una mujer sin valor, mi autoestima estaba en el piso. La vergüenza pública que pasé hizo que me diera mucha ansiedad, depresión y estrés, es como sentir una punzada en el pecho de alguien que nunca me imaginé que haría algo así por vengarse de mí, encima el maltrato físico que recibí. Me sentía una basura, sentía que mi vida no iba a volver a ser igual, me quiera morir, me desgarraba llorando día y noche. Sentía que mi vida ya no tenía sentido (…), no tenía ánimos de nada (…), a veces por las noches que eran imposibles de dormir, empezaba a escuchar voces diciéndome puta, zorra, inmoral, prostituta, eran gritos de personas, se escuchaba tan real que cuando habría los ojos veía a mi lado a mi exesposo y yo sudaba, era una pesadilla completa” 
No podía conciliar el sueño, me dolía la cabeza, todo el tiempo estaba presente la ansiedad, empecé a morderme las uñas (…), sentía el ahogo en mi pecho, a veces no podía respirar y me agarraba a llorar desaforadamente” 
Me caía el pelo un horror. Me dolía la espalda del estrés que me dio, igual que Clara según el informe médico me preocupaba (…), recuerdo que me sangraba la nariz frecuentemente, físicamente empecé a presentar muchos síntomas que me afectaron” 
“Siempre me sentía culpable y con temor (…). Siento que debí ser mejor madre y esposa. Nunca debí estar en un amorío, eso me llevó al desastre. Si no hubiese cometido un adulterio nada hubiera pasado. Mi exesposo siempre se encargó de humillarme y manipularme, yo sentía temor por volver a salir o tener algo en mi teléfono y que él pueda ver. Muchas veces me creí lo que mi esposo y mis hijos me decían, ya que se aliaron en contra mía para hacerme sentir mal. En el fondo sentía que sí merecía el trato que mis hijos me daban ese momento, no justifico el maltrato físico que recibí, pero yo me busqué y tenía que asumir las consecuencias con los malos tratos” 
“Aguanté y mucho, realmente la situación para mí fue tormentosa en todo momento y fueron tantas las agresiones en todo sentido que hicieron que yo callara, que yo nunca me defendiera, pensaba en mi cabeza confundida que ellos tenían razón de acribillarme tanto y que me merecía lo que me decían. Por eso nunca intenté reclamar o exigir respeto. Siempre me mantuve en silencio e introvertida” 
“Mi marido dormía conmigo aún ese tiempo, a él quería taparle la respiración mientras dormía con una almohada y vengarme de él por hacerme daño” 
“Muchas veces quería autodestruirme, quería tomarme varias pastillas y amanecer muerta, ese era mi pensamiento (…), quería tomarme hasta el pinoclin del baño cuando nadie me estuviese viendo, esperaba a que mi exesposo vaya a trabajar para intentar acabarme, sólo me autodestruía con los pensamientos. Llegaba la noche y automáticamente rondaban cosas por mi cabeza, perdía la esperanza cada que pasaba un día y otro, porque mi sentir no cambiaba” 
“Dejé de arreglarme, dejé de ser la mujer impecable, ahora ya no admiro mi cuerpo como antes lo hacía” 
“Mi familia se enojaba a veces conmigo porque decían que estoy exagerando, que no es para tanto. Recibí el rechazo de mis dos hijos mayores, no me querían ni ver, mi hija adolescente empezó a responderme feo y no me hacía caso. Uno de mis hijos descuidó su hogar por mi culpa, empezó a consumir drogas hasta caer en sobredosis en dos ocasiones, le internamos y su esposa se divorció de él. Recibía groserías todo el tiempo de mi exmarido, muchas veces me obligaba a tener relaciones sexuales con él, me decía que yo era solo de él, que si yo le satisfacía él me iba a perdonar lo que le hice. Me sentía usada, manipulada porque empecé a tener relaciones solo para llevar la fiesta en paz. Mis hijos que me decían que sienten vergüenza de tener una mamá tan puta” 
“No me importaban los golpes que recibí la noche anterior, me decía a mí misma: como sea soporto los insultos y las agresiones de mi exesposo, pero, no podía soportar la idea de que mis fotos fuesen publicadas y permanecieran ahí varias horas, y que seguramente mucha gente las vio y se guardó
“Además, que siempre era manipulada o controlada por mi exesposo, quien siempre me decía que lo que hice era inmoral y que no tenía derecho ni siquiera a opinar” 
La película de terror que yo viví fue motivo para que la gente me echara piedras, me enteraba constantemente que estaba en boca de todos, incluso hablaban de mí personas que supuestamente eran mis amigas leales. Muchas personas se indignaron de mí, me tildaron de mujer infiel y mucho peor por las fotos. Muchas personas se alejaron de mí, algunas amigas dejaron de hablarme, hubo hasta una persona que me mando un video pornográfico a mi teléfono, era un conocido y me envió un texto que decía: ¿le gusta?, yo me quede en shock. Me sentía la burla en boca de todas esas personas” 
Es difícil, hasta ahora vivo en carne y hueso la incomodidad de estar en algún lugar con gente que me vio, me costó mucho porque tenía que volver a estar en contacto con más gente y eso era lo que me atormentaba y me preocupaba, poco a poco fui desenvolviéndome más (…). Intenté perder ese miedo a ser reconocida por la gente. Puedo decir que, si me alejé de mucha gente, me sentía mejor rodearme solo de gente nueva para que no se dieran cuenta de mi pasado
“En mi interior siento que nunca más podré rehacer mi vida sentimentalmente con nadie, para mí eso del amor y el sexo murieron”
“Pero yo no quería denunciar y tampoco tenía cabeza para dedicarme a esos asuntos” 
“En lo personal no quería denunciar, primero por terror a mi esposo, si le denunciaba él me terminaba matando” 
“Me daba una vergüenza terrible ya que yo tengo conocidos ahí en la fiscalía, son hombres la mayoría, pues no terrible que me vean en esa situación tan incómoda y vergonzosa para mí” 
“Tomé terapia con una psicóloga del Seguro Social, mi hermana gestionó la cita, pero le soy sincera no me gustó el trato ahí, me hicieron sentir mal, culpable, no quiero generalizar estoy segura de que hay excelentes profesionales, pero en mi caso me sentí insegura, asistí como unas cuatro o cinco sesiones. La terapeuta y la psiquiatra me dijeron que tenía depresión, ansiedad y estrés post traumático, me ayudaron con antidepresivos, pero dejé de asistir
“Mi familia me consiguió antidepresivos y empecé a automedicarme para poder encontrar una sanación” 
“Algo que hizo que yo reaccione y me dijera a mí misma ¡Julia no puedes seguir así, tienes que levantarte!, lo pensé después de seis meses incapacitada, encerrada, llorando, hundida. Tenía que buscar ayuda, y separarme del hombre para continuar con mi vida. Me inscribí a un grupo de yoga por una amiga mía que me invitó. Ya podía dormir y estaba más serena. Hasta que cada vez me sentía mejor. Aun siento miedo, estoy alerta más que todo a las actitudes de mi exesposo y de la gente que me encuentro a veces por la calle” 
“Ahora no mantengo redes sociales, solo en chat de WhatsApp, si he pensado en abrirme una cuenta nueva o manejar la misma cuenta que se encuentra cerrada ya tiempos, pero aún no me siento preparada para enfrentarme al mundo de las redes por la gente. Por el momento mantengo  comunicación vía chat. Si me da una pena no poder abrir, subir una foto linda, ya que a mí me gustaba estar bella todo el tiempo y subir bonitas” 
“Bueno agradecerle por escucharme, para mí fue una forma de terapia más. Sí pensé dos veces en si participo o no, pero me arriesgué por el mismo hecho de que quería probarme a mí misma como estoy si vuelvo a hablar de estos temas, sinceramente que me siento en paz este momento, me siento cómoda, entendí que a cualquier mujer le puede pasar, pero que está en uno mismo poder superar y salir adelante. Ud. demostró ser cautelosa y delicada con el tema, me hizo sentir cómoda, espero algún momento poder trasmitir a mis generaciones cuando crezcan para que no les ocurra. Parte de la recuperación creo es la familia y un buen profesional, uno mismo que debe quitarse el pelito de la cara y decir hasta aquí paro de sufrir” 

MARÍA
“Yo migré hace muchos años a Estados Unidos, por un mejor futuro y porque yo sufrí mucho en mi divorcio, por el maltrato que recibía. Aquí conocí una persona americana, tuvimos una relación durante unos años, al principio la relación era buena, él me ayudo a arreglar mis papeles para ser legal, él me brindó su vivienda, compartíamos muchas cosas juntos. Después de un tiempo, él empezó a portarse mal conmigo, era muy celoso, posesivo, me empezaba a controlar lo que yo salía al trabajo, la hora de llegada o cuando iba de compras, es decir, él empezó a controlarme muchísimo. Como que se formó un alejamiento o yo sentía que la relación no era la misma, entonces yo decidí romper con él porque ya era una situación insostenible, pero dentro de esa situación yo le mandaba fotos mías sexys, fotos bonitas. Él me pedía fotos, yo le enviaba, y él me enviaba a mí, teníamos esa confianza mutua, continuamente lo hacíamos. Digamos que el acoso que yo sentía era demasiado grande, él ya no era atractivo para mí. Al decidir salir de esa relación, yo salí de la casa y me fui a vivir con una amiga mía, ya no quería vivir con él, ya no encontraba el gusto. Él empezó a perseguirme, me buscaba a la salida del trabajo o los lugares que yo frecuentaba, varias veces estuvo espiándome o buscaba poder hablar conmigo. Cada vez que podía él me decía que iba a hacer algo en contra de mí y que se vengaría si yo no regresaba con él, tenía una actitud amenazante. Yo tenía temor de que podía hacerme o hacer algo malo, pero en mi mente no me imaginaba hasta qué punto podía llegar. Un día una amiga en común que teníamos, me llamó por teléfono y me contó que hay una publicación de él en el Facebook de una mujer desnuda, yo inmediatamente vi la foto y efectivamente, era una foto mía, que yo le envié a él en el tiempo que estábamos en la relación (…). La situación que se me delató fue más allá de lo que yo trasmitía, es decir, yo podía expresarme libremente pero que me vieran en esa situación, si fue chocante”. 
Cuando vi la foto, y verifiqué que era yo, casi me muero, fue una sensación de impotencia, sentí coraje, sentía iras de que mi expareja haya publicado una foto mía tan íntima. Como mujer me sentí humillada, decepcionada, me puse a llorar, empecé a maldecirle, me sentí muy devastada. Verme en el Facebook como un objeto sexual, me hizo sentir desvalorizada como mujer (…), nunca me imaginé que esa era la vía de venganza hacia mí, la agresión psicológica que yo absorbí ese tiempo era grande, porque me sentía sola, es lo peor que me ha pasado en mi vida. Yo no fui la misma persona, me desvaloricé como mujer. Nunca me imagine tener que atravesar una infinidad de sentimientos y emociones traumáticas. Fueron meses de desesperación, angustia (…), el tipo demostró ser un psicópata, decía que me amaba, pero en realidad no fue así y demostró otra cosa publicando mi foto íntima” 
“Es algo que en mi vida pensé que me podía pasar, es más no pensé que una persona se pueda vengar así, a tal magnitud y que el resultado sea desgarrador para quien sufre (…), yo iba perdiendo mi esencia. Sentí que perdí mi valor como mujer, yo perdí mi sentido en la vida, y ya  nada era igual para mí. Saber que por ahí estará rondando mis fotos, me pone en alerta todo el tiempo” 
“No estaba tranquila en mi trabajo, no podía caminar sola por el temor que vivía diariamente, no podía dormir, tenía pesadillas. Me sudaban las manos y el cuello en las madrugadas, pasaba alerta todo el tiempo” 
Me sentía como objeto sexual para los hombres, todos esos sentimientos y emociones que yo podía palmar en mi corazón tenían una sola razón, el haber accedido a tomarme esas fotografías que, por ende, me hacían sentir culpable porque me ponía a pensar ¿Qué tal si nunca me hubiera tomado esas fotos? o si jamás le hubiera compartido a él. Me preguntaba ¿por qué me pasaba eso a mí? (…), culpable me sentía al haber escogido mal a mi pareja, a quien yo le entregue todo mi amor incondicional, con quien yo muchas veces tenía demasiados planes lindos a futuro, me culpaba por ser tan ingenua y pensar que él no me haría daño” 
“En ningún momento pude reclamar mis derechos a este ser humano miserable y psicópata, si fue capaz de arruinarme la vida en ese momento, me podía esperar algo igual o peor a eso, por miedo es que nunca tuve esa valentía para exigirle respeto y decirle que estaba indignada y dolida. Ante un país que para mí era desconocido, no podía denunciar, no podía reclamar o golpear a esta persona, por temor a ser amenazada otra vez. Cada vez que recibía amenazas, no quería volver a salir, quería regresar a mi país natal por el miedo que le tenía a este hombre. Enfrentarme a la gente y a esos hombres que como lobos hambrientos me vieron desnuda no tenía sentido, lo mejor para una mujer ese momento es mantenerse alejada, callar y no decir ni pedir ayuda haciendo ruido. Lo que menos quería es que alguien más se enterara de lo que me ocurrió” 
“Siempre pensé en acabarle de alguna manera, pero las influencias que él tenía y lo psicópata que era, me hacían retirar esa idea de mi cabeza” 
El hecho de que alguien pueda haber visto mi cuerpo desnudo, fue algo que a mí me molestó y me desilusionó mucho. La impotencia que yo sentía es traumática. Sentirme sucia no era suficiente. Verme expuesta a hombres que vean mis partes íntimas era sentirme violada de una manera que no le deseo a ninguna mujer. Mi cuerpo que yo tanto lo cuidaba ya no solo lo conocía yo, sino todo el mundo, eso es ser atacada silenciosamente. Chequeaba a veces que no se me viera el busto por alguna blusa, dejé de utilizar ropa muy sexy, podría decir que deje de ser yo” 
“Mi familia pensaba que yo tenía un trabajo clandestino de prostitución o era dama de compañía y pues esa no era la realidad, pero mi familia en principio me menospreció diciéndome esas cosas” 
La gente de mi trabajo me veía feo, me ignoraba, sí sufrí bullyng en mi trabajo por parte de hombres que me hacían comentarios ofensivos como ¡que deliciosa o que rica! y eso me traumó bastante, como mujer me sentía amedrentada (…), hablaban mal de mí o yo era tema de conversación en los grupos de amigas que yo teníaComo a Verónica, la trabajadora de la IVECO cuando hablaban mal de ella en su propia empresa
Lo que me tocó fue apegarme más a mi amiga, que me acogió en su casa y tratar de superar hasta que mi familia entendiera las razones o al menos comprendieran mis heridas de ese momento” 
“Le conté a mi jefa del trabajo y de ella sentí mucho apoyo debo decirlo, mi jefa fue mi brazo derecho en muchos momentos, me aconsejaba, me apoyaba a que siguiera trabajando. Me hacía entender que quien estaba actuando mal como hombre es él y que no debo permitir que eso me haga daño. Fue un impulso más para tal vez no estancarme en el problema” 
“Tenía un pretendiente el cual yo consideré en contarle lo que había vivido, mi intención era darle confianza y que, si de pronto aparecían mis fotos nuevamente, en esta bomba de tiempo, él no se impresionara o le cogiera de sorpresa. Al comentarle mi situación él me ignoró y me dijo que eso no va con él y que no le gustan las mujeres fáciles, que yo me lo había buscado y que por eso no podía estar conmigo, fue algo terrible porque empecé a absorber las secuelas de lo que me había pasado, me sentí humillada, pensé que nunca podría tener una nueva relación y que eso estaba perjudicando mi vida en el sentido íntimo. Más tarde tuve una relación, pero me empecé a dar cuenta que el hombre solo me buscaba para tener relaciones sexuales aun sabiendo lo que me había pasado, pero terminé con él porque no me sentía cómoda con mi cuerpo, empecé a sentir que era utilizada” 
“Pensé tomar acciones legales, pero por mi estatus migratorio no lo hice, él tenía muchas influencias importantes y yo asumí que iba a ser en contra mía, no tenía sentido que trámite la denuncia estando en un país que no es el mío. El tema legal, aunque era necesario no lo hice, yo había permanecido años y estaba en trámites de sacar mi residencia (…), temía realmente que por la denuncia tal vez se vea afectaba mi estadía y me regresaran a Ecuador” 
“Fui a consejería en mi trabajo (…). Acudir fue de mucha importancia para que yo pueda superar más temprano lo mal que me sentía. Completé todo el tratamiento, luego asistía a seguimiento y me invitaron a seguir asistiendo cada vez que me sienta mal o que tenga otro problema. Prácticamente ese proceso fue muy vital para tratar mis emociones, mi vergüenza, el dolor que sentía, y como yo me percibía como mujer” 
“Pude enfrentar la situación a pesar de no tener familia a mi lado, era necesario que al menos un profesional me ayudara” 
“Yo mantuve mi red social en donde se viralizó la foto, lo que sí me percaté es de tener a las personas correctas como amistades y controlé mucho más la privacidad. No comparto fotos mías, solamente comparto frases de reflexión, campañas sobre abuso o violencia contra la mujer. Prometí que en mi vida compartiría fotos mías íntimas con nadie, así se paren de cabeza o me traiga problemas en futuras relaciones, prefiero nunca hacerlo. Me mantengo alejada de las redes sociales, es decir solo las ocupo para cosas importantes e informativas de mi país y para estar en contacto con mi familia” 
“Considero que hoy en día hay tantas chicas sobre todo jovencitas vulnerables a cualquier riesgo, y que es parte importante de los padres estar pendientes de lo que sus hijas pasan, y no hablo por mí ya que a mí me sucedió no tan joven. Aun siendo adulta, me afectó, no me quiero imaginar lo que les puede afectar y arruinar la vida a una niña jovencita. Creo que es algo de cuidado y sobre todo de respeto en la sociedad, de apoyarnos entre mujeres y que los hombres nos respeten a nosotras en todos los sentidos. Aquí estoy compartiendo con alguien que no conozco mi testimonio y el no sentirse juzgada o discriminada se siente bien, es agradable para mí poder compartir mi historia de vida y de dolor en su momento. Estoy segura de que a Ud. se le abrirán muchas puertas tal vez a costa de mi situación, pero a mí me genera mucha alegría saber que estoy formando parte de un proyecto muy interesante y sobre todo que se le está dando la importancia para ayudar a tantas mujeres víctimas como yo. Fue un placer y por mi parte hoy duermo tranquila” 

ANA
“Cuando estaba en sexto curso del colegio, tenía un novio mayor a mí, él estaba estudiando la universidad en otra ciudad, él iba cada que podía de vacaciones o cuando tenía libre. Ya teníamos largo tiempo de novios, hasta quería casarse conmigo cuando yo me graduara del colegio ese tiempo. Mis papás le querían a él, igual mis hermanos. Nuestra relación de novios era normal, salíamos a fiestas o salíamos con mi familia a veces de paseo. Él empezó a dormir en mi casa conmigo, mis papás estaban de acuerdo. Nos íbamos a casar a futuro y mis papás le permitían que él duerma a veces conmigo cuando llegaba de viaje y pasaba días conmigo. La mamá de él también se llevaba bien conmigo. Nosotros nos compartíamos fotos candentes y alegres por WhatsApp, hacíamos video llamadas y teníamos muchas veces encuentros íntimos, yo le mostraba partes mías y él a mí. Todo el año que él estuvo en la universidad nos enviábamos fotos, videos, incluso audios íntimos, para que no se perdiera la magia entre nosotros o eso pensaba yo tontamente (…). El último año le noté muy distante conmigo. Ya no me llamaba, no me escribía muy seguido y yo me empecé a preocupar. Fueron bastantes las veces que me rechazaba las llamadas, a veces mi mami le llamaba y tampoco le contestaba. Un día yo le hice video llamada y me contesta una chica y me dice: ¡prima!, yo pregunté ¿quién eres?, y me dice: así estas en el contacto del celu de mi novio, yo asenté, me asusté y claro me puse mal y lloré, él me estaba poniendo los cachos. Enseguida le mandé un mensaje mandándole a la mierda, y le dije que yo también le voy a hacer lo mismo. Sufrí mucho, pero al tiempo empecé a conocer otros chicos, empecé a salir con uno de ellos por ardida y para darle celos a él. Él se puso como loco, al muchacho le pegó, casi le mató al pobre; ahí me dice: ¡Vas a ver Ana, si sigues así no respondo! Yo no le hacía mucho caso, empecé a subir más fotos con este chico, luego con otros chicos y empecé a tener mis pegues más seguidos. Lo que quería era olvidarme de él, pero también hacerle enojar y que sufra como yo sufría. Él me buscaba, me llamaba, me mandaba mensajes de que regresemos, y que solo era un desliz lo de esa chica, que nos casemos y un sinfín de cosas. Yo accedí a volver con él, pero para vengarme, tratarle mal y que sufra (…). Pero yo seguía en la relación con el otro chico y ya teníamos nuestras vainas (sexo) con él (…). Cuando yo le confesé a mi ex que me acostaba con ambos. Ahí me amenazó con que iba a hacerme sufrir y peor, me dijo que me cuidara porque no sé quién es él, y que es capaz de cualquier cosa con tal de verme hundida. Él se vengó de mí de la peor manera es lo que Clara pensó en un primer momento tras salir del cubículo, había creado un perfil falso y había subido todas mis fotos, mis videos, mis audios al Facebook, todo lo que yo le mandaba a él (…). Cuando yo le llamé a él, me dijo: que eso me merecía por haberle puesto los cachos y que no va a borrar nada, me insultó (…). Fui al hospital dos veces por hacerme daño, todo fue porque al regresar al colegio, me hacían bullying [ciberacoso] y me mandaban notas, pegaron en las paredes mis fotos. Mi familia se indignó conmigo, me veían como la peor hija, la gente de la zona que me conocía también me miraba feo como si fuese un animal.” 
Fue una sensación de querer morirme (…), me sentía culpable, asqueada de mí, sin ganas de vivir. Impotencia también de no saber que hacer, con esa intriga de a quién podía acudir y pedir ayuda, de que no iba a haber solución para mí, todo me cayó por encima. Todos mis problemas salieron a la luz de muchas personas, es horrible, que le hagan eso a uno, no hay explicación de lo que se siente” 
Me sentía muy desorientada, sudaba y temblaba, mientras iba a mi casa. Tenía demasiada ansiedad, pánico y desesperación. No podía dormir, me daba las vueltas en la cama, me sentía angustiada, nerviosa todo el tiempo” 
“Sí me sentía culpable ese tiempo, me decía ¡qué tonta! como me dejé tomar esas fotos o mandarle esas fotos y video. Yo misma me empecé a aborrecer (…), me echaba la culpa de todo, hasta de que no podía morirme. Me sentía violada por todo el mundo, por haberme expuesto ante la gente por bruta. Mis papás siempre me decían ¡ya vez, tu misma tienes la culpa de que no quieran saber de ti, tus amigos! ¡las vecinas como te ven mijita, por andar ahí exhibiendo tu cuerpo, eso no es digno!, yo peor me sentía” 
Siempre tuve que callar ante calumnias, insultos que la gente me hacían. Me decían que era una chica fácil, liberal, eso me empujaba a no levantar mi voz en un principio, porque muchas veces hasta mis papás me discriminaban. Estar y sentirse en la posición de víctima no es solo pasar por la pesadilla que uno vive, también es pasar la mala intensión de la gente, de los conocidos y familiares, porque todas las veces que yo intentaba pedir ayuda, que me escuchen o que me entiendan me daban por la espalda, nunca pude decir lo que yo sentía para defenderme” 
“¡Tenía muchas ganas de matarlo a él!” 
“Me quise matar dos veces, en mi colegio me dejaron en mi pupitre notas con cosas horribles, como puta lárgate de aquí, prostituta. Mientras iba a mi casa pensaba en qué hacer para morirme, no quería vivir. Desesperada con una gillette me empecé a rayar los brazos, veía mucha sangre y me desmayé, contaron 13 cortaduras. No pasó mucho tiempo que cuando llegué a clases, ahí habían pegado en el aula mis fotos impresas (…). Llegué a mi casa corriendo y me tomé un insecticida que vi ahí. Mi cuerpo colapsó y solo me acuerdo de que me decían ¡no te duermas! Supe que me habían hecho un lavado del estómago, en el hospital me habían puesto un suero. Tenía afectado mi estómago y mi esófago, no eran quemaduras internas graves según dijeron los médicos” 
“La comunicación con mis papis si era bastante buena, desde que era niña y adolescente mi mami siempre me hablada de los peligros de afuera, de que tenía que cuidarme de extraños, nadie debía tocarme ni hacerme daño o para tener relaciones debo ver bien a la persona con quien yo estaba íntimamente, mis papás eran conservadores, pero me dieron libertad en ese sentido” 
A quién le va a gustar que le miren su cuerpo, sus partes íntimas (…). Para mí fue un ataque cruel y vivo” 
“Una de esas mi papá me dice ¡tienes que casarte con él y dejar al pasado todo para que la gente no hable de ti!, yo me ponía a llorar cuando me decía eso porque yo ese momento le odiaba a él por todo lo que me hizo, me sentí mal y traicionada, que mi papá me diga eso era feo, no sentí un apoyo de verdad” 
“Al caer en las manos de un miserable, tuve que soportar insultos de la gente (…), tener que saber que yo tenía que abandonar el colegio o irnos del barrio por el qué dirán las personas. Recibir insultos, palabras ofensivas, cartas con frases tachándome de prostituta y zorra, si es humillante y sobre todo me daba mucho estrés, y ansiedad, solo ganas de llorar, porque yo sabía en mi interior que nunca actué para hacer daño a nadie” 
“Mi mamá me decía: ¡Qué van a decir las vecinas de ti, por qué hiciste eso, no te criamos así Ana! Tenía que aguantar miradas con odio de los vecinos, miradas de asco, yo me sentía horrible al tener que ver malas carasigual que el temor de Clara
“Hoy por hoy me siento calmada, al venirme a vivir en una nueva ciudad, cambiar completamente mi rumbo me ayudó bastante para superar todo el rollo que viví, me dediqué a estudiar, también tengo un trabajo que me ayuda a ser más independiente, tengo nuevas amistades (…)” 
Sí me afecta a veces estar rodeada de hombres, sí me cuesta recibir piropos o propuestas que me pongan incomoda. Intenté llevar un noviazgo con un chico mayor a mí, pero no duró mucho, el chico quería avanzar muy rápido, hubo veces que quería tener relaciones y le decía que no estaba segura aún. Yo quería contarle a él mi tragedia, pero nunca lo hice por miedo y vergüenza, y se cansó por mis rechazos íntimamente y nos alejamos, hasta hoy que no tengo nada serio” 
“Mis papás no se convencieron, a ellos les preocupaba el qué dirán los vecinos, tenían recelo de mostrar mis fotos como pruebas, ellos decían que no estaban preparados y no querían exponerme de nuevo. Aunque hace un tiempo no es mucho yo averigüé para poner la denuncia y cuando me sienta más segura puede ser que sí lo haga” 
“Me atendieron una psiquiatra y otra psicóloga, ellas me ayudaron bastante porque me daban guías para enfrentar lo que pasé, al principio fue muy difícil adaptarme a aceptar la realidad. Poco a poco empecé a querer reír, a aceptar la vida que tenía ese momento, a perdonar y a seguir, me ayudaron a buscar nuevas metas para mi vida, me ayudaron a levantarme y motivarme, es algo que yo agradezco mucho” 
“Me di cuenta de que yo era fuerte y lo que me faltaba era el impulso para salir de ese problema y dejar que no me afecte” 
“Hace poco me abrí una cuenta de Facebook, WhatsApp siempre lo tuve, tengo a familia y amigos contados. Aún no tengo mucha confianza, tengo bastante privacidad en mis fotos, en mi teléfono, mis contraseñas las tengo muy seguras porque no quiero que me vuelva a pasar algo parecido, aunque no tengo nada de cosas que me puedan perjudicar” 
“Si pudiera cambiar esta historia lo que hiciera fuera nunca haber intentado hacerme daño, en parte acepto lo que me pasó, aunque no era justo para mí. Decidí participar, sí tenía por ahí miedos de las preguntas, de que fuera más un interrogatorio con el afán de criticar más que ayudar, pero no fue así, me sentí muy cómoda, me sentí escuchada. Aunque una parte de mi se apagó, otra parte me motivo a poder ayudar a muchas chicas que quieran mi consejo, me siento motivada a cuidarme más porque si Dios me permitió hoy estar aquí es por algo, tengo que apoderarme como mujer víctima de algo horrible y fuerte”
 
Por otro lado también menciono el caso de otro caso clínico de Trastorno de Estrés Postraumático, pero esta vez por agresión sexual infantil. Es el caso de una chica francesa de 19 años, de iniciales S. M:
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El presente caso clínico trata sobre una mujer de 19 años con un un Trastorno por Estrés Postraumático (TEP). Fue violada durante siete años seguidos (de los 7 a los 14) por un amigo de la familia en múltiples ocasiones a lo largo de ese tiempo. El comienzo de todos sus problemas los sitúa claramente a raíz de este trauma. Nunca ha contado a nadie los hechos antes de buscar tratamiento. La constelación de síntomas que presentaba en el momento de pedir ayuda se centraba en un sentimiento de estar fuera de control, de «no poder vivir más sin atreverse a dormir» por miedo a las pesadillas y una serie de síntomas que le impedían una vida normal como eran fuertes jaquecas, tensión constante, autolesiones, descontrol de impulsos y emociones y una retirada de contactos sociales. 
S. presenta las típicas manifestaciones de los síntomas que genera un TEP. Experimenta recuerdos invasivos sobre las violaciones que invaden su conciencia y le hacen revivir el trauma. Estos recuerdos se presentan en forma de pensamientos o imágenes vívidas en forma de flashbacks sobre el trauma. También sufre pesadillas todos los días con contenido relacionado con las situaciones traumáticas. Durante esos momentos todo el malestar psicológico original es revivido de forma intensa a través de angustia, terror, elevación de síntomas psicofisiológicos, rabia, impotencia, pérdida de control (se mueve con agitación sin ninguna finalidad propia, grita y habla sola) y fuertes sensaciones de culpa y humillación.
S. presenta también un elevado nivel de activación fisiológica a lo largo del día lo que interfiere con su funcionamiento diario y le conduce a agotamiento: irritabilidad, problemas de concentración, tensión muscular constante, sensación de nerviosismo, problemas para conciliar el sueño. Esta hipervigilancia le lleva a una hiperreactividad ante determinados estímulos (respuestas exageradas ante la mínima frustración, mala interpretación de la conducta de otros, peleas físicas con chicos que la «miran mal», necesitar «explotar» por algún sitio, autoagresiones y necesidad compulsiva de hacer deporte). La continua situación de tensión ha tenido un efecto pernicioso sobre su salud física global (úlcera estomacal, dolores de cabeza muy intensos, episodios de pérdida de conciencia frecuentes por problemas en el nervio vago —las pulsaciones bajan a menos de 40). S. evita los pensamientos, emociones y situaciones que le recuerdan de alguna manera el trauma. Así, por ejemplo, su patrón de sueño es de 3-5 horas diarias llegando muchas noches a no dormir nada, ya que trata de mantenerse despierta por miedo a soñar. Esto la mantiene en un estado de indefensión y de agotamiento importantes. No soporta los contactos interpersonales (sobre todo con chicos) Esto no lo relata Clara nunca, no siente la incapacidad de trato con varones, interfiriendo en su capacidad para relacionarse con los demás y de vivir normalmente.
Además de los síntomas relacionados directamente con el TEP, presenta el siguiente cuadro:
a) Dificultades en las relaciones interpersonales. Tiene miedo a la gente, una gran ansiedad social y evita todo contacto con otros. No puede hablar ni preguntar nada. Presenta una distorsión a la hora de interpretar estímulos sociales (saludos y miradas) que la llevan a cometer errores en la forma de percibir el mundo: incapacidad para fiarse de los demás, temor constante por su seguridad y el futuro, desesperanza acerca del presente. También presenta problemas de pareja y gran ambivalencia emocional con hombres y mujeres. Tiene miedo de implicarse en sus relaciones de pareja, no puede decidirse por relaciones profundas, y tiene miedo al futuro de las mismas, por lo que siempre acaba rompiéndolas.
Como consecuencia de todas las dificultades mencionados anteriormente se dan:
b) Problemas relacionados con el objeto de deseo sexual y disfunciones sexuales. Muestra una gran ambivalencia respecto a sus gustos sexuales. En el momento actual tiene dos parejas de distinto sexo (un hombre y una mujer), lo que le provoca una gran intranquilidad. Puede tener relaciones sexuales con mujeres. Con hombres no puede por miedo a que le vengan a la cabeza las imágenes del trauma. Siente repulsa hacia los hombres desnudos. Con su novio no puede hacer el amor y nunca llega al orgasmo Clara no muestra ningún síntoma como estos, o similares. Con su novia puede llegar al orgasmo.
c) Alteraciones emocionales. No se permite tener ningún tipo de emoción positiva. Dice pasar del enamoramiento más intenso a la mayor frialdad y distanciamiento. Tiene accesos de ira que no controla y que la llevan a comportarse agresivamente con los otros y con ella misma (golpearse la cabeza, clavarse cosas y darse puñetazos). Dice tener tanto arrebatos de ira como arrebatos de «amor».
d) Depresión. Presenta fuertes síntomas depresivos secundarios al problema del TEP. No presenta ideas suicidas.
e) Problemas de sueño. Tiene una latencia de sueño diaria entre 1,30h y 3h. Duerme 3-5 horas. Se despierta a mitad de la noche y no puede volver a dormirse. Otras noches las pasa sin poder dormir.

Otro caso de violación, el de una chica vasca de 20 años en el momento del suceso, también con TEPT:
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La paciente es una chica de 20 años, soltera, administrativa de profesión, de un nivel económico medio, que vive con sus padres y una hermana soltera de 24 años. Tiene un aspecto físico agradable, con una mirada muy expresiva, parece desenvuelta y con una buena capacidad de sintonización personal. Al haberse quedado en paro y no encontrar un puesto laboral adecuado a su formación, actualmente trabaja como empleada de hogar. Acude al Centro de Asistencia Psicológica a Víctimas de Agresiones Sexuales del Ayuntamiento de San Sebastián en noviembre de 1991 tras haber sufrido una violación. 
La agresión sexual tuvo lugar en Ceuta en septiembre de 1991, cuando la víctima disfrutaba de las vacaciones en compañía de una amiga. Allí iniciaron una relación de amistad con unos chicos de origen marroquí con los que salieron frecuentemente. En una ocasión la paciente se quedó a solas con uno de ellos, y éste la obligó a ir a una chabola deshabitada bajo la amenaza de un cuchillo. Intentó escaparse varias veces, pero el agresor consiguió retenerla toda la noche y violarla tres veces. La víctima acudió a la comisaría a la mañana siguiente para denunciar la violación y consiguió identificar al agresor, que tenía antecedentes penales por delitos relacionados con las drogas, a través de las fotografías mostradas por la policía. El violador fue detenido al cabo de poco tiempo y está actualmente a la espera del juicio. 
La paciente acude a la consulta aquejada de un cuadro clínico de trastorno de estrés postraumático. En primer lugar, presenta pensamientos recurrentes e intrusivos relacionados con el suceso vivido y una hiperreactividad psicofisiológica (sudoración, taquicardia, temblores, flojera en las piernas, etc.) ante determinados estímulos asociados, como las "caras morenas" y las "personas de raza árabe". En segundo lugar, muestra un estado de ansiedad generalizada y, en concreto un temor a acudir sola a lugares que antes no le eran problemáticos (“ir a clase de inglés", "desplazarse al trabajo", "bajar la basura por la noche" y "salir de noche con unas amigas"), así como una gran inhibición ante la perspectiva de establecer relaciones afectivas y sexuales. Tiende, por ello, a evitar sistemáticamente las situaciones temidas y, en general, todo tipo de relaciones sociales con la presencia de chicos nada de eso refiere Clara. Asimismo evita hablar (y aun pensar) sobre el trauma experimentado, incluso con las personas más allegadas. Y en tercer lugar, muestra una hiperactivación psicofisiológica, en forma de trastornos del sueño, de irritabilidad, y de dificultades de concentración, con una preocupación sobreañadida por la posibilidad de haberse infectado con el virus del sida. Toda esta situación le lleva a un embotamiento afectivo y a una perdida de interés generalizada por las actividades lúdicas y sociales, que la paciente vive con amargura por el contraste con el tipo de vida anterior a la agresión (salidas y viajes relativamente frecuentes, relaciones sociales abundantes, etc.). Los síntomas descritos aparecieron de forma brusca y generalizada tras la agresión sexual, pero al regresar a casa, sentirse en un lugar "seguro" y contar con el apoyo emocional de sus amigas se atenuaron (sobre todo, los relacionados con el malestar psicológico global y la hiperactivación). No obstante, en el último mes le han sobrevenido ideas de culpabilidad (en el sentido de atribuciones de responsabilidad por lo ocurrido: viajar sola con una amiga, fiarse de un extranjero desconocido, no haber intuido a tiempo lo que iba a ocurrir, etc.). Asimismo se ha percatado de que las conductas de evitación y de embotamiento afectivo resultan persistentes, de que no puede superar la situación por sí misma y de que ella "ya no es la que era". Por ello, acude a la consulta en este momento (2 meses después de la agresión). El historial médico y psicológico de la víctima no revela ninguna enfermedad grave ni intervención quirúrgica. El desarrollo evolutivo de la infancia y de la adolescencia ha sido normal y actualmente mantiene unas relaciones familiares y laborales satisfactorias. Tiene un buen concepto de si misma, especialmente en el ámbito de las relaciones interpersonales. Se trata de una persona asertiva, extrovertida y con buenas habilidades para establecer relaciones sociales. Sus actividades de ocio preferidas son estar con amigos, escuchar música, colaborar en emisiones de radio y, sobre todo, viajar y conocer personas nuevas. Si bien en la actualidad no sale con ningún chico, ha tenido una relación de pareja durante algunos meses hace un año, con unos contactos afectivos y sexuales satisfactorios antes de la violación. No consume apenas alcohol y nunca ha fumado ni tomado drogas. No ha recibido nunca tratamiento psiquiátrico ni psicológico antes de la aparición de este trastorno. No hay tampoco antecedentes psicopatológicos ni consultas médicas y/o psicológicas en el núcleo familiar. 
La paciente ha relatado el suceso de la violación sólo a la amiga acompañante en el viaje y a otras dos amigas que forman parte de su círculo de amistades y que se han mostrado muy comprensivas. La actitud de la policía, cuando denunció el suceso, fue un tanto fría y distante, incluso con un cierto grado de incredulidad. No ha comentado, sin embargo, nada de lo sucedido a sus padres ni a su hermana para no causarles preocupaciones y evitar conductas de sobreprotección. 
Otro caso de agresión sexual en una mujer llamada María (como pseudónimo). Es muy evidente en este caso, el rechazo que producen en ella los varones:
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Es muy significativo en estos tres casos de violación mostrados arriba, que las víctimas no hagan ninguna mención como factor estresante el de ser reconocidas físicamente por personas conocidas o desconocidas; les resulta absolutamente ajeno. Algo que sí ocurre en víctimas de porno-venganza, ya que representa el factor principal y determinante del problema mental en ellas.
Para poder comparar los dos tipos de TEPT, por porno-venganza o por violación, al que  pueda ser adscrito el caso particular de Clara, voy a transcribir nuevamente parte de su declaración del  juicio oral del Caso de la manada, donde narra los síntomas que padeció. Observe el lector que Clara en ningún momento menciona temor a ambientes oscuros, nocturnos o solitarios, a trato con varones, miedo a relaciones sexuales, síntomas propios de un TEPT por violación:
Fiscal- Cuando salió del lugar, ¿Cómo se encontraba usted, cuando salió del portal?
Clara- Yo estaba en estado en shock y al no encontrar el teléfono, porque mi intención era llamar a Rubén, porque era la única persona que estaba ahí, en Pamplona me refiero, y al que podía llamar. Al no encontrar el teléfono y verme sola y seguir en estado de shock, empecé a llorar, empecé a llorar muchísimo y quería ir al coche pero necesitaba tranquilizarme y decidí sentarme en un banco que había en la calle. Y empecé a llorar. Estaba hundida en ese momento.
F- Cuando usted salió del portal, ¿recuerda si se cruzó con alguna persona?
C- Salí del portal y me senté en el banco para tranquilizarme y es ahí cuando una pareja se acercó y me empezó a decir: "Tranquilízate, no llores, tranquila, ¿Qué ha pasado?". Y yo les dije que me habían robado el teléfono. Ellos me dijeron que tampoco era tan importante, que me tranquilizara, que simplemente me habían robado el teléfono. Yo tampoco tengo un recuerdo de cómo sucedió la situación, yo le puedo decir alguna frase suelta que me acuerdo de decirles. Después de que "me han robado el teléfono" les dije "han sido ellos, han sido ellos" o algo así. Y ya luego recuerdo a la Policía. 
F- Cuando salió del portal, antes de que llegara esa pareja, ese chico y esa chica que se acercaron y es con quienes usted empieza a hablar y finalmente llaman a la Policía, ¿recuerda si se cruzó con alguien, si había mucha gente en la calle?
C- Del portal al banco no me crucé con nadie. Obviamente eran Sanfermines y había gente, pero no muchísima gente, habría dos personas por la calle.
F- Usted cuando salió, después de irse los chicos, que tardó unos minutos, ¿salió mirando a ver si los podía localizar?
C- No, salí tratando de ubicarme, tranquilizarme e ir al coche, pero no lo conseguí y me senté en un banco.
F- ¿Se fijó o miró a ver si podían estar en las inmediaciones?
C- No, ni lo pensé ni me fijé.
F- Una cosa que se me había olvidado. Cuando sale usted del portal, después de buscar el teléfono en la riñonera y ver que le falta, ¿usted no se fijó que estaban las tarjetas y las fundas de teléfono en el portal?
C- No, yo cuando vi que no encontraba el teléfono móvil y no podía llamar a Rubén, me empecé a poner muy nerviosa y empecé a llorar y no me fijé en nada. Simplemente cogí mi riñonera y me fui, llorando porque lo que quería era el teléfono móvil y no lo tenía, me lo habían robado.
F- ¿Pero era porque le importaba mucho el teléfono móvil o era muy valioso?
C- No, porque quería llamar a Rubén, era la única persona que tenía, a la que quiero, en Pamplona y después de eso solo quería llamarle y decirle que viniera a buscarme, que no sabía dónde estaba pero que viniera. Y no podía. Entonces fue cuando me entró toda la impotencia y todo el miedo, y dije "es que no tengo ni el móvil". Pero no era por el teléfono móvil, me da igual el móvil. Era por poder localizarle.
F- Después de ocurrir esto, se inicia todo el protocolo, a usted la llevan al servicio de urgencias, le hacen un examen ginecológico, se toman muestras... En fin, todo el procedimiento que se sigue. Le hacen también una analítica de alcohol. Dio un resultado positivo. ¿Usted había bebido mucho esa noche?
C- Pues empezamos a beber sangría cuando llegamos a Pamplona, pues lo que tardáramos en subir de donde dejamos el coche, comprar sangría y llegar a la Plaza del Castillo.
F- En esa hora en la que ocurren los hechos, hacia las tres de la madrugada, ¿usted se encontraba embriagada, se encontraba muy bebida?
C- Había bebido, pero yo era consciente de la situación, de que me había perdido de mis amigos, de que Rubén se había ido a dormir. No es que fuera con tal tasa de alcohol que no pudiera ni andar. O hablar.
F- Usted sabía lo que estaba pasando, era consciente de lo que estaba pasando.
C- Sí, era consciente.
F- Para terminar ya en lo que se refiere al hecho en sí, usted entonces por lo que me ha manifestado, ¿en ningún momento sospechó absolutamente nada de lo que podía ocurrir con estos jóvenes?
C- No, para nada, para nada. Si no, obviamente hubiera pedido ayuda o me hubiera intentado escabullir o cualquier cosa. 
F- Ya por concluir finalmente, ¿usted en ningún momento consintió lo que ocurrió?
C- No.
F- ¿Y lo hubiera permitido si no se hubiera encontrado en la situación en que se encontró?
No era consciente y no.
F- Después de ya iniciarse el procedimiento judicial, usted fue objeto de atención psicológica. ¿Sigue en la actualidad con apoyo psicológico?
C- Sí, traigo el informe que me dio mi psicóloga sobre los síntomas y todo lo que tengo.
F- Lo ha traído hoy.
C- Sí, lo he traído hoy. [Intenta hacer llegar el documento al tribunal. Éste lo rechaza]
F- Después de lo ocurrido, usted ha recibido apoyo psicológico. ¿Recuerda qué síntomas tuvo, cómo se sentía una vez pasados ya ese día y el día después, cómo se fue sintiendo los días posteriores?
C- Cuando yo ya llegué a mi casa después de todo esto lo que sentía era mucha culpabilidad, sentía como que yo podía haber hecho más para evitar toda esta situación. Luego, también me sentía responsable y pensaba que les estaba jodiendo la vida a cuatro personas, que era mi culpa lo que había ocurrido y que no podía...  Estos son síntomas propios tanto por violación como de porno-venganza, como puede observarse en los ejemplos relatados anteriormente. De cualquier manera, Clara siente culpabilidad por ser consciente de su comportamiento deshonesto por la denuncia falsa, igual que la chica de la feria de Málaga del 2014. Ninguna de las cinco mujeres chantajeadas por porno-venganza mencionadas anteriormente tuvieron un sentimiento positivo hacia sus abusadores, más bien ambivalente;  cosa que en el caso de Clara también sucede.
F- ¿Por qué pensaba que era su culpa lo ocurrido?
C- Porque podía haberme ido, porque no tendría que haberme puesto a hablar con gente que no conozco, porque ¿para qué me voy con gente que no conozco?, porque me separé de Rubén, porque me quedé sola en una ciudad que no conozco, por todo esto. Pensaba que era mi culpa por no poder hacer algo para poder irme. Me sentía muy culpable, también se me quitaron las ganas de hacer cualquier cosa. Salía con mis amigos porque sabía que tenía que salir, porque no me iba a quedar en casa, porque al final necesitaba respirar un poco, cambiar de aires. Y cada vez que salía en mi cabeza estaba todo el rato pensando en esto, o me ponía a llorar en cualquier momento, estaba de fiesta me ponía a llorar. Ir de fiesta no es una conducta de evitacion propia por un TEPT por violación; es más propia con una TEPT por porno-venganza. Una persona auténticamente violada tendría más rechazo al trato social, sobre todo si hubiese varones, como ya se ha mencionado más arriba Me pasaba el día intentando no hablar del tema pero buscando noticias porque necesitaba saber más. Intentaba buscarle una respuesta lógica a todo lo que había ocurrido, pero no y no, y por eso buscaba las noticias, pero no encontraba nada. Esto tampoco es una conducta de evitación por violación (lo afirma la psicóloga de la defensa Olatz Echeberría, en el caso de la manada (página 277 de la sentencia:  “es incompatible con el hecho de que cuando no puede dormir, necesite leer las noticias al respecto y a continuación, conciliar el sueño”. En juicio, la Sra. Echeberría señaló que “el malestar asociado a exponerse ella a determinados estímulos muy puntuales como eran olores, personas similares o canciones que le hacían recordar lo sucedido, podría ser, no obstante, contrasta con el hecho de que, en otras situaciones en las que claramente hay un factor externo que le hace recordar lo sucedido, no solo no haya esta evitación, sino que sea ella misma la que voluntaria y conscientemente lo busque”.), sino por una porno-venganza, porque buscar información en las noticias si verdaderamente hubiera sufrido una violación, le debería producir reacciones psicológicas muy negativas, hasta el extremo de hacerla colapsar, por hacerla revivir el trauma de la supuesta violación Con pesadillas, noches de insomnio, de no poder dormir, de tener que tomar pastillas. Estas reacciones sí son propias de una violación o también de porno-venganza También he tenido problemas de concentración, yo he sido una persona que he sido buena estudiante siempre y en septiembre de ese año empezaba el segundo curso de la carrera que estaba estudiando y en diciembre-enero no me presenté a los exámenes, decidí dejarlo, porque no era capaz de centrarme en una cosa. Ojo, Clara no dejó los estudios, simplemente no se presentó a los exámenes de mitad del segundo curso
F- Una de las cuestiones que surgió a lo largo del procedimiento es que después de ocurridos los hechos usted se fue de vacaciones. Primero, con Rubén y con la madre de Rubén, y después también a un pueblo que tiene la familia y aparentemente usted hacía una vida normal.
C- Sí, yo me fui una vez pasó esto, la semana siguiente o así, me fui a la playa con Rubén y con su madre. Su madre es psicóloga y me dijo que me podría venir muy bien y que como el tratamiento psicológico no lo iba a empezar hasta septiembre, que podía ser una forma de empezar a colocar todo lo que sentía. Decidí irme con ellos porque además es una cosa que siempre he hecho y no iba a cambiar ahora una cosa que siempre he hecho por un simple hecho ¿es un simple hecho una supuesta violación? ¿tan poco valor le concede? ¿o inconscientemente habla del temor a la difusión de los videos porque en aquellos momentos ya era consciente de que los 5 acusados, al menos no habían difundido los videos de la orgía dentro de los contactos y redes sociales de ella? Clara siempre termina delatándose a si misma Yo tenía que seguir, no iba a quedarme en mi casa.
F- ¿Qué le recomendaron los psicólogos, inicialmente esta persona que es psicóloga y posteriormente los que le trataron?
C- Me recomendaron que no me quedara en casa, que siguiera adelante, que iba a ser un momento en el que iba a estar muy mal, que necesitaba atención psicológica profesional, no por parte de la madre de Rubén, que no puede ser mi psicóloga porque me conoce. Lo necesitaba, necesitaba colocar todo eso porque me estaba comiendo. Tenía que salir, tenía que seguir porque al final no podía dejar que esto cortara mi vida, tenía que seguir. Tengo 20 años, me queda mucho. Me dijeron que siguiera adelante, que si necesitaba llorar, que llorara, que si necesitaba gritar, que gritara, que intentara hacer mi vida normal. Y fue lo que intenté. Yo salía de fiesta y estaba muy bien, estaba haciéndome fotos con mis amigos y luego me ponía a llorar y a lo mejor estaba desde las cuatro de la mañana hasta las seis llorando, porque no podía parar
F- Usted parece por la forma de expresarse una joven extrovertida y sociable, ¿solía colgar en las redes sociales -antes de los hechos- pues si salía de fiesta, si no salía, con quién estaba?
C- Sí. Sinceramente en una red social, aparte de que es mi red social y cuelgo lo que quiero, yo no voy a colgar fotos llorando, no voy a hacer eso. Yo lo que intento es seguir mi vida. No voy a poner una foto llorando en una red social para que todo el mundo pregunte: ¿Qué le habrá pasado a esta chica? Pues no. Voy a seguir mi normalidad y mi normalidad es subir fotos de fiesta, pues subo fotos de fiesta. El comportamiento de Clara es complejo. Ella tiene un TEPT por porno-venganza, pero es por el peligro potencial de que en algún momento salgan publicados los videos del cubículo y se evidencie su participación voluntaria en la orgía. Por eso necesitaba ver las noticias del caso en los medios de comunicación, porque eso le daba respuestas y la tranquilizaba al entender que el peligro estaba controlado. Ella era la última persona interesada en que se descubriera el pastel de la denuncia falsa, por lo tanto guardaba las apariencias. Pero como he dicho anteriormente, publicar fotos de fiesta no es una conducta de evitación propia de un TEPT por violación. 
F- Creo que manifestó a los psicólogos que inicialmente usted quiso aparentar y mantenerse en las redes sociales como si no le hubiera ocurrido.
C- Ya no sólo eso. Todo el mundo sabía que yo estaba en Pamplona en los Sanfermines, porque lo sabían. "Ah, pues Clara se va este año a los Sanfermines". "Ay, qué guay". También sabían que había ocurrido esto, porque ha salido en todos los medios. Quería evitar que se me pudiera relacionar. Si yo de repente soy una persona que siempre que me he ido de viaje he subido fotos, si no las subía yo pensaba que la gente iba a decir: "Oye, ¿y por qué Clara no ha subido una foto de Sanfermines?".
F- Usted estaba intentando preservar entre sus amistades la idea de que usted había sido la víctima...
C- De que yo no era esa chica. Es más, cuando la gente me preguntaba yo decía: "Muy bien, vimos todos los encierros, nos lo pasamos super bien". Yo nunca dije que era yo. Obviamente esto es una conducta de evitación por porno-venganza, porque por su TEPT no quería ser reconocida ni relacionada con el caso 
F- En la actualidad usted sigue con el tratamiento psicológico.
C- Sí.
F- ¿Más o menos puede contar en qué consiste ese tratamiento actual?
C- Desde septiembre de 2016 he estado yendo a ver a mi psicóloga. Al principio iba dos veces al mes, una cada 15 días y era una terapia individual. Luego ella me recomendó que lo mejor era hacer una terapia individual y otra grupal. Cada quince días era: una terapia individual, otra grupal, descanso, grupal, individual, así. Y antes de que se dictara cuándo iba a ser el juicio y que se acercaran las semanas previas, me dijo que estaba muy bien, que estaba recuperándome y que en vez de cada 15 días iban a ser cada tres semanas. Pero cuando se dictó cuándo se iba celebrar el juicio, nos empezamos a ver cada semana así hasta que volviera a recuperar el buen estado que tenía. 
F- Usted tiene que seguir con tratamiento psicológico.
C- Sí, sí. 
F- Cuando se enteró que se habían grabado vídeos ¿cómo lo vivió usted?
C- No daba crédito, no podía entender ni el por qué, ni para qué. Y al ser un caso que ha salido en toda la prensa pensaba que lo iba a ver todo el mundo. Pensaba que todo el mundo sabía quién era. Cuando me cruzaba por la calle con alguien que no conocía pensaba que sabía quién era. Me generaba mucha angustia pensar que los vídeos esos podían salir, podrían habérselos mandado a alguien y que esas personas pudieran venir a mi casa a decirme algo. O a cualquier lado en el que yo estuviera tomando algo con mis amigos. Este es el verdadero miedo de Clara (al igual que el cualquier víctima de porno-venganza): ser reconocida como participante de los videos e imágenes
F- ¿Se enteró después usted de que había tenido un seguimiento por detectives privados?
C- Sí, me enteré de que había habido detectives privados, sí.
F- ¿Le afectó de alguna manera?
C- Sí, ya no sólo por los síntomas que suele tener una víctima de este tipo de agresiones. F- También se me sumó un sentimiento de supervigilancia. Yo salía a la calle pensando que me iban a secuestrar, yo salía a la calle pensado que me iban... Yo se lo dije a mi madre, a mis amigos: "Chicos, me van a secuestrar. Si algún día no estoy es por esto". Sentía que todo el mundo me estaba observando y que necesitaba sobreprotegerme de alguna forma.

Tras la orgía, justo después de salir del cubículo, cuando Clara se sentó en el banco de la calle Roncesvalles, fue atendida por los agentes 455 y 672 de la policía municipal. Los dos agentes declararon sobre lo sucedido, ante el juez instructor Edilberto Esteban Iglesias (folios 929, 930, 931 y 934 del sumario) lo siguiente:
agente 455- “...que supo quien era la víctima porque estaba llorando… que la declarante preguntaba qué le había pasado y la víctima no podía hablar. Que solo lloraba… Que la chica estaba muy nerviosa… Que ella agarraba a la declarante todo el rato del brazo y le decía que no la dejara sola… Que durante el trayecto la declarante intentaba tranquilizar a la chica… Que ella en algún momento se logró calmar pero seguía llorando. Que seguía agarrando fuerte a la declarante del brazo. Que insistía en que no la dejara sola y que tenía mucho miedo. Que también estaba preocupada en cómo se lo iba a decir a su madre… Que no le pareció en ningún momento que el relato de la chica fuera fruto del resentimiento o pudiera ser falso…”. Y el agente 672- “... Que no llegó a dejar de llorar en ningún momento. Que a veces paraba un poco y luego enseguida volvía a llorar otra vez. Que estaba nerviosa y temblorosa. Que le costaba hablar de forma continuada porque se expresaba entre sollozos… manifiesta que le parece que el llanto era de angustia, impotencia y rabia…”
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El llanto y angustia de Clara justo después de salir del cubículo, desde luego, no era fingido. Pero se le ha dado siempre una falsa interpretación, porque esas reacciones fueron por el pavor, el miedo cerval que Clara sintió a que los 5 acusados difundieran los videos en las redes sociales de Clara, ya que estos se habían apoderado de su teléfono. Desde luego son reacciones que podrían darse tanto por una violación como una pornovenganza, pero vemos que por lo declarado en el juicio oral concuerda con esto último. Además, como dice el psicólogo Vázquez Topssian (imagen 143) “Es importante reiterar, entonces, que lo que es esencialmente traumático es la vivencia del sujeto y no el hecho en si”; lo importante es entender que Clara pensó que el grupo iba a difundir las imágenes de la orgía, aunque en realidad nunca lo hicieron. Si esas imágenes hubieran llegado a manos de sus padres y conocidos, hubiera quedado en entredicho la imagen modélica de la que gozaba: imagínese el lector si sus familiares y amigos visionaran los videos, la profunda humillación que supondría constatar como participaba en una orgía sexual con 5 desconocidos; su desinhibición absoluta, la realización de las felaciones, del beso negro, los gemidos de placer etc
Y el informe pericial sobre el estado psicológico de Clara (folios 1239 al 1242 del sumario), con fecha de 7 de octubre del 2016, 3 meses después de la supuesta violación:
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Transcribo los párrafos importantes del informe:
La Sra. García describe la vivencia de los hechos como una situación de bloqueo psicológico, en que no sabía qué estaba pasando, no entendía la situación, no podía pensar y en consecuencia no podía reaccionar.
Inmediatamente después de los hechos, la Sra. García refiere haber comenzado a llorar, sin poder parar, sentimientos de incredulidad, no creerse lo que había pasado e impotencia. Es el sentimiento que sufrió Clara propios de una porno-venganza, el miedo de que los 5 pudieran difundir los videos entre sus contactos (los de ella) de sus redes sociales
Durante la denuncia, la Sra. García describe la situación de shock emocional en la que se encontraba, la persistencia del llanto, no poder creer qué hubiese sucedido. Afirma haberse sentido muy sucia, recuerdos recurrentes del olor de las colonias de los supuestos agresores. Sentimientos de culpabilidad, pensando en las consecuencias negativas para ellos y por no haber seguido las directrices de sus padres. Aparece un pensamiento de haber defraudado a sus padres y amigos. Sentimiento de culpabilidad idéntico al de las 5 mujeres que sufrieron porno-venganza mencionadas más arriba. Pero ninguna de estas tuvieron ningún pensamiento positivo hacia su abusador, aunque en el caso de Clara esto sí ocurre
En los días posteriores, la Sra. García relata dificultades para dormir, despertar angustioso, falta de apetito. Vergüenza ante los miembros de su familia y culpabilidad en relación a los supuestos agresores. Realiza esfuerzos para evitar conversaciones o hablar sobre lo sucedido, cambios bruscos en el estado de ánimo y pensamientos recurrentes.
Explica que fue a la playa con la madre de su amigo Rubén, que es psicóloga, respondiendo a una invitación de ella, para tranquilizarse. Realizan actividades de ocio, de relajación, de pasear por la playa y salir a cenar. Expone que esta persona fue un importante apoyo para ella en ese momento.
Posteriormente se fue al pueblo de su familia de origen, donde siempre ha pasado los veranos. Ante sus amigos intentaba dar una imagen de normalidad, salía con ello, aunque luego se desestabilizase emocionalmente, con sentimientos de rabia asociados, al no poder realmente disfrutar del verano y sus amigos sobre todo, después del curso académico tan duro. Continúa la sintomatología del inicio, sigue llorando mucho, pensamientos recurrentes y aparece la irritabilidad. Se sentía defraudada consigo misma, con percepción de su dignidad personal.
Explica que las noticias en los medios de comunicación le afectaban y a la vez las buscaba, porque necesitaba una explicación racional, para encontrar un sentido a lo ocurrido. Con respecto a las redes sociales, expone que las mantiene durante un corto espacio de tiempo, con la finalidad de dar normalidad ante sus contactos y evitar ser asociada a los hechos ocurridos.
La Sra. García mantiene la sintomatología descrita, así como la vivencia de una ruptura en el discurrir de su vida por el trauma sufrido.
En el cuestionario de los 90 Síntomas puntúa de manera significativa en la dimensión sintomática de:
- Hostilidad.- alude a sentimientos de irritabilidad y rabia.
- Depresión.- referencia a problema para dormir, llorar fácilmente, sentimientos de culpabilidad, desesperanza respecto a su futuro, sentirse inferior a los demás, sentirse sola y pérdida del deseo o de placer sexual. Aunque no refiere temor o rechazo pleno a las relaciones sexuales con varones, un síntoma propio de los trastornos de las mujeres violadas, como los dos ejemplos anteriores de la chicas francesa y vasca.
- Psicoticismo.- sentirse sola aunque esté con más gente y sentirse mal psíquicamente.

Hay un dato que resulta muy llamativo en el proceder de Clara, según el propio informe: “Con respecto a las redes sociales, expone que las mantiene durante un corto espacio de tiempo”. Pero Clara publicó una imagen con el famoso lema “hagas lo que hagas, quítate las bragas” en su red de Instagram el 19 de septiembre del 2017 (sentencia, página 125):
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Pues bien, además de que el hecho de publicar la imagen en una red social contradice lo expuesto en el informe psicológico del INML sobre Clara de que mantuvo las redes abiertas durante un corto espacio de tiempo tras el suceso de julio del 2016, (Es posible que las volviera a abrir al restablecerse su confianza) resulta extraordinariamente contradictorio que una mujer que supuestamente ha sufrido una violación tan brutal, frivolice de esa manera tan impúdica. Recordemos los síntomas relatados de las tres chicas violadas más arriba: evitación de pensamientos u acciones que pudieran hacer revivir el suceso de la violación. Pero sorprendentemente la connotación sexual de la camiseta no provoca ningún malestar psicológico en Clara. Si de verdad hubiera sido violada, jamás hubiera hecho una publicación tan inapropiada y grosera. Nunca las tres chicas hubieran tenido la capacidad psicológica para hacer un tipo de publicación así. Tampoco habrían aceptado el hecho de dejar grabarse y publicar un video cantando borracha, de noche en medio de la calle, como lo hizo Clara:
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También se afirma que Clara dejó los estudios, pero en la declaración de EMAR en juicio del Caso del tour de la manada refiere lo siguiente:
TH- ¿ y qué sentimientos o qué sensaciones le transmitió a usted la víctima cuando le relató la creación y la elaboración y la difusión de ese tour de la... de esa ruta turística de la manada? ¿qué sensaciones  o qué sentimientos le manifestó?
EM- Fundamentalmente dos: el de humillación, se sintió tremendamente humillada porque, bueno en fin yo creo que es obvio, y... en segundo lugar, se exacerbó otro sentimiento que desde el inicio, de todo ese cuadro que era, o salir a la calle o ir incluso a las clases de la universidad porque lo que no quería es que la gente la reconociera, como la víctima de la manada, perdone la impresión, entonces a raíz de... de diciembre del 2018, cuando surge el tour de la manada, otra vez el nombre de la víctima y el caso aparece en redes y otra vez vuelve a revivir el pánico, que ya no era miedo, el pánico, a ser reconocida por la calle y a ser señalada y, en fin.

En el informe médico de Clara, hay una visita suya a EMAR, realizada el 4 de mayo del 2018, y otra visita inmediatamente posterior el 9 de mayo del 2018. En el reconocimiento del 4 de mayo Clara se presentó en consulta con una gastroenteritis con síntomas de diarrea, náuseas, vómitos y fiebre. En la visita del 9 de mayo cedieron los síntomas de la gastroenteritis y solo sufría nauseas. La doctora menciona en el informe que Clara le relató el acoso mediático que sufrió por esas fechas: “Durante la anamnesis, la paciente ha mantenido constantemente signos de ansiedad, con marcada tendencia al llanto. Reinterrogada tras la exploración física, me relata estar recibiendo desde el pasado 3 de mayo numerosos mensajes anónimos a través de diferentes vías de internet; el contenido de estos mensajes, que son diarios y numerosos, hace referencia invariablemente al acontecimiento traumático sufrido en 2016; se trata de insultos, amenazas físicas hacia ella, sus familiares y amigos, montajes fotográficos con su rostro y publicación en diferentes medios de sus datos personales, incluyendo su número de DNI, sin su consentimiento. Me enseña voluntariamente algunos de ellos”:
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        Y es que por esas fechas de principios de mayo cuando fueron publicadas en foros y páginas web información concerniente a Clara. Tenemos el ejemplo del Daily Stormer:
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        También sobre esas fechas, concretamente el 5 de mayo, Josele Sánchez realizó una publicación sobre Clara, su famoso artículo “yo no te creo” en el diario La tribuna de Cartagena:
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Pero anteriormente, el 26 de abril del 2018, cuando se hizo pública la sentencia ocurrió un hecho insólito: se difundieron erróneamente los datos de Clara desde la propia sentencia:
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Obviamente, ese hecho dio pie a que personas que comprendían la inocencia del grupo de la manada, en represalia a su injusta condena, decidieran difundir los datos de Clara, como así sucedió en el Daily Stormer, el periodista Josele Sánchez, o personas anónimas a través de foros. Claro, al poseer el nombre completo de Clara, era fácil descubrir sus cuentas personales de las redes sociales, y difundir información de su vida privada:
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Pues estas publicaciones sobre Clara, a principios del mes de mayo, son las que ocasionaron los problemas físicos y psicológicos detallados en el informe médico, y que más tarde fueron utilizados para condenar a Alberto Quintana, Raúl San Mateo del tour de la manada, a Eric o a Josele Sánchez. Porque como ya he citado muchas veces anteriormente, Clara tenía pavor a ser reconocida públicamente como la (supuesta) víctima del caso, y que por ello se pudiera desvelar la acción ilícita de su denuncia falsa. Repito que en ningún momento Clara hace referencia a la revivencia de la supuesta violación, solo al hecho de poder ser reconocida. Esta última idea, la de ser reconocida, queda evidenciada por el testimonio de TH en una entrevista al diario ABC:
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Hoy, viernes 29 de septiembre del 2023, he decidido actualizar el blog, al recibir una citación el 22 de este mismo mes, para declarar ante el juez instructor del juzgado nº5 de Illescas, por el procedimiento 444/23. Debido al procedimiento 1201/22 del juzgado de instrucción nº1 de Toledo en el que estoy procesado por un delito leve de amenazas a Teresa Hermida, tengo una orden de alejamiento hacia ella:
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El procedimiento 1201/22 fue iniciado a partir del suceso ocurrido en los juzgados de Cartagena (lo sucedido en estos juzgados ya lo he relatado más arriba). Hasta ese día de 25 de noviembre no tenía la certeza de estar procesado (solo lo suponía), ya que la propia TH me lo comunicó dentro de los mismos juzgados, y posteriormente la noticia de La sexta del 28 de noviembre me lo confirmó
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Pasaron los meses, pero a pesar de tener la certeza de ser procesado, no me llegaba ninguna información oficial de los juzgados; lo más normal era que en algún momento apareciera una notificación para declarar ante un juez instructor por los procedimientos 742/22 y 1201/22. Pero nada ocurría. Nada sabía del motivo del proceso ni de los juzgados desde donde estaba procesado, ni tan siquiera el número de procesos al que me enfrentaba, ya que pensaba que solo pudiera haber sido denunciado por la publicación del blog. No entendía tanta tardanza, el motivo de tanto retraso, y por ello estaba intranquilo. Es lo que técnicamente se llama indefensión jurídica.
El 29 de mayo del 2023 decidí comunicarme con TH por medio de un mensaje, el texto oficial de un burofax. Quería presionarla, sondearla para sacar información de mi situación procesal. Abajo aparece el burofax y su acuse de recibo:
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Y el acuse de recibo:
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A los pocos días de mandar este burofax, recibí del juzgado de instrucción nº1 de Toledo un auto con una orden de alejamiento hacia Teresa Hermida:
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Esta orden de alejamiento debería haberme sido comunicada a principios de diciembre del 2022, pero cómo ya he dicho más arriba, nada supe de mis procesos hasta justo después de enviar el burofax. Tal vez por una negligencia burocrática no me la comunicaron. Desde luego, siempre había adjuntado mi domicilio en todos mis correos y mensajes, y en este propio burofax del 29 de mayo había incluso puesto mi número de teléfono para que se pudieran poner en contacto conmigo por habla. Sí empezaba a entender que parte de mi indefensión jurídica se debía a que el procedimiento 742/22 (por la publicación del blog) había sido tramitado bajo secreto de sumario (como se puede leer en la imagen de arriba).
Pasaron varios meses, y en concreto el 22 de septiembre recibí una llamada de los juzgados para presentarme para declarar ante el juez instructor del juzgado nº1 de Illescas por haber quebrantado mi orden de alejamiento hacia TH. Estaba ante un nuevo procedimiento, el 444/23.
Yo mandé el burofax a TH sin saber que tenía la orden de alejamiento (de ahí entiendo mi indefensión jurídica), porque como ya he dicho más arriba, no se me comunicó en el momento. Aunque bien es cierto, que si por el contrario hubiera sido consciente de la orden, igualmente lo hubiera enviado a TH.
¿Cuál era mi intención al enviar el burofax a TH? Mi intención era presionarla de algún modo. Necesitaba obligarla a recapacitar sobre la autenticidad de la condena de la manada. Comunicarme con ella era una acción que representaba muy arriesgada. Como ya he relatado más arriba mi conflicto con TH en los juzgados de Cartagena fue fortuito, no estaba planeado con antelación. Ahora decidí dirigirme a TH de un modo indirecto, pero también registrado, por medio del Burofax. Podría haberme presentado en su despacho en Illescas, pero comprendía que eso hubiera sido interpretado inequívocamente como acoso. No quería llegar a ese extremo. Además, piénsese que yo podría haberme comunicado con Clara en su domicilio, o través de su teléfono móvil, pero de esta manera habría sido absolutamente contraproducente para mis intereses. Por eso, si había alguna persona con la que debía comunicarme, era con la representante legal de Clara, o sea, con TH.
Pienso que TH cree firmemente en la culpabilidad de la manada. No la ha cuestionado en ningún momento. Además, por los lazos familiares que la unen con Clara, refuerza la idea de la autenticidad de la supuesta violación que sufrió Clara. Mi idea era llegar a una situación en la que a TH le asaltaran las dudas hacia Clara. Quería forzar a que TH hablara seriamente con Clara y su padre de lo verdad del caso. Mi intención final era conseguir su renuncia para representar a Clara. Algo muy similar a lo que ocurrió con Vanesa Gesto y su abogada Emilia Esteban:
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En este reel de la cuenta de Emilia Esteban en Facebook, detalla bien su situación sufrida con Vanesa Gesto:
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En este enlace que adjunto de un video de YouTube, Emilia Esteban relata todo lo ocurrido con Vanesa:  Emilia Esteban: Abogada de la mentirosa del pegamnento (youtube.com)
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Emilia Esteban terminó repudiando a Vanesa Gesto. Y eso mismo es lo que pretendo de TH con Clara, la renuncia a su representación.
De cualquier manera, conseguir la repudia de Clara por parte de TH, no significaba la consecución de la demostración pública de la inocencia del grupo de la manada. Pero representaba un pequeño éxito intermedio, ya que si trascendiera el abandono de TH a los medios de comunicación,  implícitamente significaría un indicio de la inocencia de los 5 de la manada; si en todos los casos en los que TH había representado a Clara había conseguido una victoria, no resultaría coherente de cara a la opinión pública y los medios su abandono. Esa es mi pretensión, desgastar a TH para que termine repudiando a Clara: Divide y vencerás. Soy consciente de que mi  postura parecerá maquiavélica para los defensores de Clara.
Cómo ya he mencionado más arriba, yo no puedo denunciar a TH por haber delinquido, por el hecho de hacer declarar de manera ilícita y reiterada como falsa terapeuta a Eva María Aguilar Romo, ya que solamente pueden hacerlo los implicados y sus familiares. Pero de nuevo, lo que sí puedo hacer es señalar estos hechos ilegales, de una manera pasiva, ante un juez instructor; insto a este para que investigue la actuación delictiva de TH en los procesos judiciales en los que ha actuado representando a Clara. Ese es el verdadero sentido de los burofax: denunciar los actos delictivos de TH. Se puede entender, por ello, que es algo más complejo que un aparente acoso.
El juez instructor habrá de entender que mi poder de influencia es muy limitado, y mi capacidad  para la consecución de la demostración de la inocencia de la manada es verdaderamente difícil con las pocas armas de las que dispongo. Es un guerra entre dos bandos irreconciliables. O las Tierra es plana, o es redonda, no hay una postura intermedia. Pero no es la lucha del bien contra el mal; es la lucha de la verdad contra la mentira.
        Por cierto, señor juez instructor: publiqué el enlace del blog en un post del diario El país. El post hace referencia a la condena del periodista Josele Sánchez tras su juicio en Cartagena:
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        Pues la publicación del enlace del blog tuvo un like de una persona muy especial, llamada Manoli Ruiz, una amiga de Clara. Verdaderamente no sé si fue una equivocación de Manoli, pero sospecho que ella sabe la verdad del caso.

Añado ahora un ejemplo transcrito, de una exconcejal, Olvido Hormigos, que hizo unas declaraciones televisivas acerca de una porno-venganza que sufrió. Ella sufre, igual que otros ejemplos que he relatado anteriormente (tanto en este anexo como en la entrada 3, en “Las mentiras de Clara”) un TEPT por porno-venganza, pero no por violación, obviamente:

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-Sin decírselo ni a mi marido ni a nadie, es irme a la Guardia Civil al día siguiente, y me dijeron que, que tenía que… que tenía que ir al juzgado. Entonces la jueza que había en ese momento me dijo que había que poner denuncia, yo no quería porque… si yo ponía la denuncia se iba a saber todo. Y uf, tengo que hablar con mi marido primero. Eso fue un momento muy duro, claro. Él no se lo... imaginaba ni muchísimo menos y cuando se lo dije pues… más que enfadado se decepcionó un montón. Y acordamos los dos que yo iba a decir que ese video lo tenía en el móvil pero era para mi marido. Pero otra vez me dice la jueza que no, que eso no, que hay que denunciar. Bueno pues… pues nada, pues al final denuncio, claro cuando yo denuncio tengo que decir a quien se lo envié. A ese chico lo detuvieron y pasó la noche en el calabozo. Entonces luego bueno sí ahí estuvo, esa noche estuvo en el calabozo, pero luego la cosa se quedó así, y no llegó a nada.

-¿te pones en contacto con él para pedirle explicaciones?

-Si, no claro yo, el primer día, el primer día, cuando a mí me dicen que hay un video, mío, que le tienen medio pueblo, el pueblo entero yo le escribo a él, lo primero que hago es escribirle.

Y él me lo niega… em siempre ha dicho que era mentira, que no, que no, que no había mandado el video a nadie, yo cómo me has hecho esto, cómo me has podido hacer esto. Y él… dijo… siempre que no, que él no había sido.

Pero sí que hubo gente que decía, quizá fuese la novia que le viese el móvil viese el video, y por saber por hacerme a mí, lo reenviara. Pero eso ni lo sé ni lo voy a saber nunca.

- Le denuncias a él y también a Pedro Acevedo, que era el alcalde.

-A ver lo de… lo de Pedro… fíjate, que no nos hablamos, ya han pasado un montón de años y no nos hablamos, yo no soy una persona rencorosa. Yo no le guardo rencor. Yo sé que… que él… el error que tuvo lo, lo difundió del correo de la alcaldía. Yo fui a la GC a denunciarlo porque claro, mis compañeros me, dije, ellos pensaban que si a lo mejor era por algún tema político. Que si no yo no denuncio a Pedro porque… lo hicieron tantas personas en el pueblo…

-¿Cuál fue la reacción de la gente del pueblo?

- A ver en el pueblo sí que me criticaron mucho, había un foro, yo no sé si sigue existiendo, un foro ciudad. Ahí dijeron de todo, de todo lo malo que se puede decir, ahí dijeron de todo, mucha gente. A la cara nunca me lo han dicho.

Sí que es verdad que yo recibí mucho apoyo, pero creo que… con una doble moral, porque el trato conmigo luego… era cómo… distinto totalmente a cómo había sido antes.

-¿cómo se supera algo así?

-No sé, no sé como se supera porque muy difícil, yo es verdad que tuve que ir a un psicólogo. Yo en mi casa, cuando estaba dentro de mi casa… solo quería llorar, me dormía y no quería despertarme. Es que no quería que llegara el día siguiente. Y más de un día pensé en tomarme una pastillas pero nunca lo he hecho.

Claro es que el daño es que es irreparable, lo primero, y… y te puede cambiar… la vida hay gente que ni lo puede superar. La chica esa la IVECO no lo pudo asimilar ni superar.

-¿Te has perdonado?

-Hay gente que digo, mis padres, mi familia me perdonó pero, yo no me perdono. Y creo que no me voy a perdonar nunca. La misma culpabilidad que sentía Clara, cuando afirmaba la decepción que supuso para sus padres el suceso de la (supuesta) violación, en la página 1241 del sumario:

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Pues hay veces que… que creo no… no puedo llegar a ser lo feliz que pudiera ser con mi gente, con mi familia, con mis hijos, con todo que… porque tengo siempre esa cosa ahí de, de… vergüenza.

-¿Cambiarías algo te tu vida?

-Sí, sí me gustaría cambiar  eh pues lo primero no… que se me cruzó en mi camino ese chico uf… no sé por qué. Y… y haberle seguido la corriente porque… ¿Qué pensé en ese momento? Bueno pues a ver… no se va a enterar nadie. Lo malo es que yo era concejal


04/02/2024

El día 13 nov del 2023, diez días después de mi declaración ante el juez instructor del procedimiento 444/23, mandé a este un burofax pidiéndole una recusación, y remitiera el procedimiento al juez de los procedimientos 742/22 y 1201/22. Ni que decir tiene que los burofaxes enviados a TH van a servir para procesarme y más tarde condenarme, pero obviamente este burofax al juez del 444/23 no va a servir para defenderme. Sepa el lector que no tengo abogado:


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06/02/2024
Los 6 burofaxes que envié a TH son los de aquí abajo.
        El primero:

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        El segundo:
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        El tercero:
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        El cuarto:
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        El quinto:
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    Y el sexto y último burofax:
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    Y el texto original de este sexto burofax, ya que es ilegible en algunas imágenes:

Señora Hermida:
Clara llegó al portal de la calle Paulino Caballero 5 la primera del grupo, junto a Cabezuelo. Después de 39 segundos, llegó Boza. Esa diferencia de tiempo se puede comprobar en las fotos del anexo, en el informe pericial sobre los videos del cubículo, en las páginas 366 y 373, cuando el grupo superaba el cruce de la avenida de Roncesvalles. Guerrero y Boza se retrasaron del resto, los 39 segundos que marca el reloj del banco de La Caixa, porque se detuvieron a echarse una raya de cocaína.
 
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La importancia que tiene ese lapso de tiempo entre el tránsito de Clara y el de Boza radica en que ella tuvo que esperar un mínimo de 39 segundos para empezar a besarse con él. Pero Clara negó en el juicio oral, ante el abogado Martínez Becerra, que estuviera esperando escondida en la entrada del portal, afirmando que solo estuvo apoyada mientras se besaba con Boza. Estas fueron sus palabras:
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Y no es solo que mintiera al afirmar que solo estaba apoyada, sin esconderse: es que aquella   era su tercera parada en el supuesto regreso hacia su automóvil, ya que anteriormente se detuvo en el bar Txoko y el hotel Europa. No tiene sentido que Clara realizara tres paradas en su trayecto de vuelta, sin haberse desentendido de la compañía de los 5; no tenía ninguna necesidad de besarse con Boza para retornar a su vehículo, y mucho menos cuando momentos antes, supuestamente, había sido acosada por Cabezuelo mientras caminaban por la calle Cortes de Navarra. No, señora Hermida, Clara entró voluntariamente a tener sexo con el grupo de La manada, nadie la obligó.
Otra detalle que me sorprendió extraordinariamente fue que Clara no derramara ni una sola lágrima durante esa (supuesta) violación tan brutal. No se observa ni escucha un solo llanto en los videos. Pero qué casualidad, que cuando descubre, tras la orgía, que su teléfono móvil no se encuentra dentro de la riñonera, es cuando comienza a llorar. Así lo afirmó en su declaración:
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Igual de sorprendente es que no sufriera ninguna herida de carácter sexual, nada más y nada menos que supuestamente habiendo sido agredida por 5 varones, máxime cuando practicó sexo anal.
Tampoco me resulta creíble que Clara tuviera cerrados los ojos durante los 18 minutos de la orgía, como declaró ante MB:
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Y ante la fiscal Elena Sarasate también afirmó que cerró los ojos. Pero sorprendentemente  sí pudo ver los tatuajes de los acusados, y comprobar que ninguno del grupo utilizó preservativo:
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Así lo afirmó la agente 455 en su comparecencia para el atestado policial. Fue la primera agente con la que hablo Clara, después de la orgía:
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Clara también supo decir donde estaba situada su riñonera dentro del cubículo. Afirmó que estaba junto al extintor, pero en realidad estaba a la entrada del cubículo, a la altura de los escalones:
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El informe médico tras la orgía, menciona que Clara fue consciente de que le tocaron los pechos, pero que no se los chuparon:
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Todos estos detalles pudo observarlos Clara durante la orgía, pero sorprendentemente no vio que la grababan con el teléfono móvil:
 
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Pero Clara tuvo grabando, justo encima de su cara, un teléfono móvil con el flash encendido, como muestra la página 176 del informe pericial sobre los videos del cubículo. Clara sí fue consciente de que fue grabada. Estas dos imágenes son las que le enseñé a usted, señora Hermida, en los juzgados de Cartagena:
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Ella se lo comunicó a la agente 405 de la policía municipal, mientras esta le tomaba declaración en la denuncia (página 304 de la sentencia):
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Boza, durante su declaración, hizo la siguiente apreciación sobre las grabaciones:
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En realidad, Clara declaró ser consciente de todas las acciones que iban en contra del grupo. Sin embargo, la información que le perjudicaba la negó: la manera de eliminar la sospecha de que su denuncia falsa se debiera al miedo a la difusión de los videos (como la chica de la Feria de Málaga del 2014) fue afirmando que tuvo siempre los ojos cerrados.
Otra absoluta contradicción en el relato de Clara es que justo después de salir del cubículo, tras la supuesta violación, le dijo a la agente 455 que pidió ayuda. Se puede comprobar nuevamente en la comparecencia de la agente para el atestado policial:
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Pero las imágenes de las cámaras de la Caixa demuestran lo contrario, no pidió ayuda a nadie:
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Señora Hermida, son tantas las contradicciones en la acciones de Clara, que cualquier persona honesta, que estudiara los hechos en profundidad, terminaría por admitir que no existió la violación, que fue todo infundado. Se manipuló y tergiversó la realidad para amoldarla a un relato político-ideológico. Se condenó para evitar un efecto llamada.

Me resulta imposible en un texto tan corto dar más detalles de la denuncia falsa de Clara. Sin embargo, todo ello queda argumentado extensamente en el blog. Piense que tardé más de un año en redactarlo. Además va acompañado de más de 1500 fotografías y pantallazos. El blog no está hecho a la ligera.

Por cierto, supongo que usted, como jurista, aboga por la independencia judicial. Pero realizó una entrevista con la periodista Ana Pastor en una sala del TSJN. Un tribunal no está para posicionarse ideológicamente, porque entonces pierde su independencia. Y usted fue partícipe de esa falta.
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Saludos

12/02/2024

18/02/2024
Imagen 266

24/02/2024

  Como no puedo comunicarme directamente con Teresa Hermida, trataré de hacerlo a través de sus abogados, y los jueces de instrucción.

TH recibió, en abril del 2018, la estrella de oro por su excelencia profesional en Toledo:

Imagen 267

Me deja sorprendido que esa “excelencia profesional” por parte de TH consista en, por ejemplo, hacer pasar a la médico internista Eva María Aguilar Romo como psicóloga en los juicios en los que esta declaró testigo de cargo (como ya he especificado con reiteración más arriba):

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    O filtrar información en La Sexta, sobre lo ocurrido conmigo en los juzgados de Cartagena, para presionar e imponerse judicialmente:

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        O cómo filtró también información, el escrito de acusación, a los periodistas Vanesa Lozano y Luís Rendueles. Estos periodistas publicaron una noticia en el diario El Periódico, el día 18 de septiembre del 2019 sobre el caso del Tour de la manada, semanas antes de que se celebrara el juicio, acaecido este el 26 de noviembre del 2019:

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O sea, que TH ha filtrado información de los procesos para imponerse judicialmente, por medio de una presión mediática.

Y ha sido continua su exposición en los medios. Aquí la vemos en una entrevista ante la periodista Ana Pastor, en una sala de vistas del Tribunal Superior de Justicia de Navarra. TH no se daba cuenta que el propio tribunal de Navarra estaba utilizando su persona para lavar la imagen del tribunal, faltando este así a su deber institucional de mostrar y promover su independencia judicial y separación de poderes:

Imagen 278

Por ello uno empieza a dudar de si su pretensión es defender la posición de Clara, o lo que busca verdaderamente es publicitarse (en honor a la verdad, Agustín Martínez Becerra hizo lo mismo).

Pero es que con la actitud de continua exposición de TH, lo que hacía era agravar su (supuesto) estrés psicológico por violación, como cita en su escrito de acusación en el Caso del Tour de la manada:

“[Los hechos] han causado no solo una revictimización de lo sufrido, sino también, una nueva victimización secundaria, al obligar a la víctima, ante la comisión de ilícitos penales como el presente, que atentan gravemente contra su dignidad moral, a estar y pasar nuevamente por un procedimiento judicial, con las consecuencias psicológicas que ello acarrea, y que se agravan aún más, con la expectación mediática que estos hechos originan.”

Pues sí, esa es la supuesta excelencia profesional de TH. Recuerdo al lector, cómo ya nombré al final de la entrada 6 ( La manada y Dreyfus), que en el Caso de Samuel Luiz, el padre de este, se negó a que el caso de su hijo se utilizara con ningún fin ideológico ¡Qué contraste de procederes!

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El caso es que TH ha tenido clientes que han recibido condenas por VIOGEN. Cinco puedo enumerar. Pero curiosamente, lo que me llama la atención, es que su “excelencia profesional” ha decidido no utilizarla en estos cinco casos para defender a sus clientes en los medios de comunicación. Ojo, respeto la decisión de TH de defender a sus clientes, independientemente de su culpabilidad o inocencia, y no soy quien para cuestionar las acciones de estos, no son de mi incumbencia; desde luego, toda persona tiene el derecho a una defensa eficaz y justa:

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 04/03/2024

    El ciudadano Manuel Borraz (no tiene ningún tipo de vínculo familiar o profesional con Tommouhi/Mounib), presentando un escrito en defensa de Tommouhi ante la fiscalía del TSJ de Cataluña (es un texto parcial):

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    ¿de verdad alguien piensa que si yo presentara un escrito en defensa de La manada, ante la Fiscalía del TSJN, prestarían un minuto de atención?


13/03/2024

Estaba repasando mentalmente la publicación de la foto del beso negro en los medios, cual  fue el primero en publicarla íntegramente y encontré que fue un periódico valenciano, con fecha 5 de diciembre del 2017, un día antes de que Alberto Quintana publicara esa misma imagen:

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    Lo curioso es que Alberto Quintana publicó la misma foto un día después, el 6 de diciembre ¿considerarían pues, Clara y Teresa Hermida que también se cometió otro delito con la publicación  de la foto del beso negro en ValenciaDiari?
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16/03/2024

    Me ha venido a la mente lo ocurrido a Clara en el cubículo e instantes posteriores, en el momento en que se sentó en el banco. Ella accedió a todas las demandas sexuales de los 5, no de manera viciada, sino consentida, de buena voluntad. Sabía que la grababan, pero en el momento no le dio la mayor importancia. Fue complaciente hasta el extremo de hacerle un beso negro a Prenda, siempre consciente de que era captada por el móvil. Cuando la abandonaron sin darle un motivo lógico, se quedó contrariada. Se dio cuenta de que ya no tenía el móvil. Salió del portal y mientras meditaba sobre lo sucedido, iba asociando ideas. Decidió sentarse en el banco; en ella ya dominaba un profundo sentimiento de angustia y humillación. Asoció el desprecio sufrido, con la difusión de los videos y el robo de su móvil, sin saber siquiera si los videos fueron grabados con el mismo. Sintió un desamparo absoluto. Su complacencia (piense el lector en la imagen del beso negro) fue injustamente castigada con una supuesta difusión de los videos, algo que solo ocurrió en su mente. Fue dolorosísimo para Clara, su humillación, rabia e impotencia. La afirmación de la agente 455 que la atendió en el banco, cuando escuchó de ella decir que cómo se lo iba a contar a su madre. Claro, solo de pensar que la madre podía ver los videos la hacía temblar. Pero esto nada tuvo que ver con una violación











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